«Dedicación absoluta y un detenido estudio»

Els editors de Meteora amb Patrícia Gabancho a Cervera, en una de les presentacions del llibre El preu de ser catalans.

«Desde el inicio la intención de Meteora ha sido publicar tanto novela como ensayo, libro de arte, poesía, biografías o libro infantil, y a su vez hacerlo en catalán, en español, en inglés o en las lenguas que se consideren convenientes para un libro determinado. Ello significa una dedicación absoluta y un detenido estudio de cada una de las obras que decidimos publicar.» De esta manera nos hablan M. Dolors Sàrries i Jordi Fernando, editores de Meteora, sobre su labor como editores.

¿Cómo surge Meteora y que balance haría hasta ahora?

Meteora surge de la voluntad de sus dos socios fundadores, Maria Dolors Sàrries y Jordi Fernando, de dar un nuevo rumbo a sus intereses profesionales a partir de la idea de crear una editorial pequeña en cuanto a dimensiones empresariales, pero generalista en cuanto a sus colecciones, ya que desde el inicio la intención de Meteora ha sido publicar tanto novela como ensayo, libro de arte, poesía, biografías o libro infantil, y a su vez hacerlo en catalán, en español, en inglés o en las lenguas que se consideren convenientes para un libro determinado. Ello significa una dedicación absoluta y un detenido estudio de cada una de las obras que decidimos publicar. Tras los ocho años de existencia de Meteora podemos hablar de una consolidación después de un camino lento y difícil. Hemos tenido la fortuna de haber publicado con éxito algunos libros que han permitido que la editorial siga funcionando y tenga planes claros para su futuro al menos inmediato, que en nuestro ramo ya es mucho decir. Por lo tanto, opinaríamos que el balance es positivo, pero sin falsos estruendos.

El reconocimiento del trabajo realizado por las editoriales llamadas “pequeñas”, reeditando autores, a veces, olvidados y descubriendo nuevos, es cada vez más general.¿Cual es su criterio a la hora de escoger los autores y/o los libros?

Nuestra vocación como editorial pequeña —y también nuestra realidad— es la de publicar autores noveles o casi inéditos para conseguir, con ellos, el éxito. Por supuesto es una misión llena de dificultades porque cuesta mucho dar valor y rendimiento a escritores desconocidos, por buena que sea su obra, ya que el espacio en los medios y en las librerías se llena indefectiblemente de best-sellers, de autores reconocidos o, cuando menos, mediáticos. Nuestro criterio de selección de obras es una primera lectura de cata (unas 20 o 30 páginas al azar), un posterior informe externo realizado por un lector de solvencia y, finalmente, si estos dos pasos han sido positivos, la lectura interna del texto completo, la comprobación de la originalidad de la obra y la toma de decisión correspondiente.

¿Cómo ve la competencia con las grandes editoriales?

Por un lado, inexistente, ya que la gigantesca capacidad de difusión y de promoción de un grupo editorial nada tiene que ver con nuestras posibilidades; y por el otro lado, inevitable, porque aunque ellos tengan a los mejores “cracks” resulta que jugamos en el mismo campo (las librerías) y queremos ganar el mismo partido (el público lector). La confrontación, por lo tanto, siempre es desigual, pero a veces también hay equipos de segunda fila que dan la sorpresa y ganan encuentros, y en esta esperanza y en esta ilusión nos fundamentamos.

¿Qué opinión tiene sobre la “edición sin editores”?

Las nuevas tecnologías, en especial Internet y los sistemas de impresión digital, dan esa posibilidad, pero los autores que se autoeditan terminan por llevar sus obras a una editorial convencional, porque una vez tienen el libro publicado, ya sea en la red o en pequeños tirajes, necesitan la plataforma editorial que les permita conseguir lo que en realidad pretenden: el reconocimiento público, y hoy por hoy eso sólo se logra en los canales de difusión, distribución y venta tradicionales. Un editor no es sólo alguien que publica un libro, sino un profesional que lo convierte en un objeto atractivo para el lector, lo difunde y lo hace llegar al público porque cree en él y porque tiene una infraestructura empresarial para llevarlo a cabo. Publicar es bastante más que hacer público un texto.

¿Cómo es la relación con el autor?

En líneas generales, cordialísima. Hay una proximidad y una complicidad desde el primer momento que casi siempre se traduce en unas relaciones prácticamente de amistad. Supongo que el hecho de no manejar grandes cifras y, por tanto, grandes intereses, también ayuda a evitar roces y conflictos de gravedad. Hay dos tópicos en el mundo del libro que son, en la mayoría de los casos, falsos: el escritor divo que resulta insoportable por su pedantería y el editor ogro que sólo quiere obtener beneficios de sus libros. Nosotros siempre hemos tratado con escritores que han aceptado una corrección o una sugerencia sin ningún apuro, y procuramos ser unos editores que, por encima de todo, creen en lo que publican y lo defienden muchas veces contra los criterios comerciales del fácil beneficio.

¿Cuál o cuáles de sus publicaciones es de la que se siente más orgulloso?

Orgullosos, de casi todas; satisfechos, de las que han obtenido más reconocimiento público y nos han permitido subsistir. Estamos profesionalmente muy contentos con nuestros libros de arte como Las Meninas de Picasso, Viajeras a La Habana, Resistents, con las biografías ilustradas de Lola Anglada o Josep M. Jujol, con nuestras colecciones de novela que ya superan la treintena de títulos con autores emergentes o consolidados como Empar Fernández, Jordi Cervera, Teresa Costa-Gramunt, Àngel Octavi Brunet, Olga Xirinacs, José Manuel Echevarría o Margarita García Gallardo, con nuestros títulos de no ficción como nuestro reciente éxito con El preu de ser catalans de Patrícia Gabancho, con nuestra colección de poesía por la que desfilan autores de la categoría de Feliu Formosa, Marta Pessarrodona, Carles Duarte o Màrius Sampere, en fin, nos sentimos orgullosos de aquello que amamos, o sea de nuestros libros que, como a los hijos, se deben querer por igual.

Diego Giménez

Diego Giménez, doctor en filosofía y pensamiento (UB) con una tesis sobre "El libro del desasosiego" de Fernando Pessoa, ha realizado diferentes actividades relacionadas con la literatura y el periodismo. Ha trabajado como redactor de LaVanguardia.com y en 2008 cofundó Revista de Letras.

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