Cartas del Norte: de la Dama de Hierro, huelgas mineras y Tim Burton

A aquellos que conocimos a Margaret Thatcher, la Dama de Hierro, aquellos que ahora contemplamos desde la lejanía sus años de gobierno y leemos su autobiografía recientemente publicada, Los años de Downing Street, no deja de sorprendernos las escasas páginas que le dedica a algunos de los acontecimientos que por entonces entendíamos marcarían sus años de Gobierno. Por eso, a la vista de la lectura de las casi 800 páginas de Los años de Downing Street, he querido hacer una lectura minuciosa de tres momentos creo que cruciales: «La guerra de las Malvinas» (capitulo VII), «Las huelgas mineras de 1984-1985» (capitulo XIII), y «Las huelgas de hambre de los terroristas del IRA» (capitulo XIV). A su manera, y a mi entender, serian tres puntos de inflexión en la carrera política de Margaret Thatcher y del devenir británico. La muerte de Bobby Sands nunca alcanzaría los objetivos inicialmente propuestos, pero sí aceleraría la búsqueda de una paz duradera en Irlanda del Norte. Las huelgas de la minería socavarían los sindicatos en un pulso con el gobierno del que aún hoy en día no se han recuperado, y La guerra de las Malvinas demostró al mundo que la Gran Bretaña continuaba siendo esa potencia militar de antaño. Y todo, todo se lo debían a la Dama de Hierro.

1934. En plena crisis política, económica y social, la Asturias minera se levanta en el mes de octubre, primero en un movimiento huelguístico alentado y dirigido por los partidos de izquierda, PSOE, CNT, PCE, contra lo que se conocía como la CEDA, partido de ideología conservadora y antirrepublicana. El movimiento toma fuerza y acaba en una auténtica Revolución que incluso escritores como el Nobel Albert Camus no se resistirían a plasmar en un libro. 1962. La Asturias minera, la de La furia y el silencio,  la tantas veces olvidada salvo cuando los políticos venían a los funerales de los trabajadores, inician una huelga silenciosa. Una huelga pacifica, diferente a la que se produjera cincuenta años atrás, pero que llegaría a poner en jaque el sistema y el Gobierno del General Franco. De esa huelga cuentan los más viejos del lugar que quedarían para la historia dos cosas fundamentales: el nacimiento de las primeras Comisiones Obreras, y la profunda represión ejercida sobre los mineros y sus familias, hijos incluidos. Destierros, palizas, despidos, todo servía para intentar terminar con un movimiento obrero en alza. Pero el germen había prendido, y los sectores más duros del régimen por primera vez se dieron cuenta de la necesidad del cambio, Esto viene a contarnos, por fin, un escritor nada sospechoso: Jorge M. Reverte, a partir de testimonios y documentos históricos recogidos en Asturias. Imprescindible para entender la historia reciente.

Cuando Tim Burton descubrió a Tim Burton, yo aún desconocía el alcance de su cine, pero sí que intuía que estaba llamado a encuadrarse dentro de los grandes del género. Había conseguido, con apenas media docena de filmes, que tanto adultos como niños disfrutasen con su peculiar forma de entender el séptimo arte, y por extensión la vida. Tengo que reconocer que a veces es necesario un pequeño empujón, y en mi caso no fue sino la visión de Pesadilla antes de Navidad, una película para adultos que gusta especialmente a los niños (que se lo pregunten sino a mi hija Henar para quien es su preferida), la que me aficionó al cine de Burton. ¿Cómo se convierte un aficionado al séptimo arte en burtoniano? En mi caso fue sencillo, en realidad, fue a raíz de la visión de La leyenda de Sleepy Hollow. De ahí la importancia de un libro como este de Alba. Porque Tim Burton nos ayuda a mantener intacta la capacidad de asombro precisamente en unos tiempos tan carentes de originalidad en los que parece que casi todo está inventado, o cuando menos reciclado. Y porque como en La leyenda de Sleepy Hollow, la vida no es sino una desesperada búsqueda de nosotros mismos, aunque esta venga representada en forma de Jinete sin cabeza a lomos de un caballo.

Luis García
Las Cartas del Norte

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. Los años de Downing Street. Margaret Thatcher. No consta traductor. Aguilar (Madrid, 2012)

. La furia y el silencio. Jorge M. Reverte  (Barcelona, 2012)

. Tim Burton por Tim Burton. Mark Salisbury, editor. Traducción de Manu Berástegui y Javier Lago. Alba Editorial (Barcelona, 2012)