Crónica Negra: Tercer día. La Semana Negra se convierte en el Día Rojo

Día 11 de julio. ¿Quién se acuerda de que hoy juega la selección española la final del Mundial?

En la terraza del hotel don Manuel, base de operaciones de la Semana Negra hasta que llega la hora de ir al recinto donde están las carpas y los stands, los autores y la prensa se encuentran para hablar de libros, analizar la situación de la novela negra y de algo excepcional, un grupo de rojo que ha tomado las calles de Gijón.

Por la tarde comienzan los actos oficiales de la Semana Negra y seguimos sin rastro de interés por la selección. La organización avisó ayer de que los las conferencias, ruedas de prensa y presentaciones se iban a adelantar hoy una hora sobre el horario oficial. No explican el porqué, sólo avisan.

Carlos Salem (Foto: Zoe Riudavets)

El primer acto al que asisto es a la presentación de los libros de Carlos Salem y José Luis Muñoz. El encargado de presentar a Muñoz es Guillermo Orsi que subraya el hecho de que la novela de José Luis Muñoz parece escrita por un mexicano de verdad. Frontera Sur puede presumir de tener diálogos en los que el lector parece estar en México. En esta novela, Muñoz señaló que pretende mostrar la diferencia entre la Baja California y la Alta California, entre el primer y el tercer mundo. La fuerza de la novela, además de en estos aspectos lingüístico radica en la importancia que el escritor catalán otorga a la psicología de los personajes.

José Luis Muñoz (Foto: Zoe Riudavets)

De Carlos Salem, dice Cristina Macía, su presentadora, se ha dicho que posee un estilo propio. En esta nueva novela, ganadora del Premio Ciudad de Seseña de novela romántica, Cracovia sin ti, Salem aúna como sólo él podría hacerlo una trama de novela negra sobre una base de amor. No confundir, por favor, con la denominada “novela rosa”.

Después de esta presentación llega la de la novela de Fernández Barril, Tangos para un funeral, que presenta Miguel Cane. Esta es la primera novela del autor que admite sentirse profundamente abrumado por la acogida, por la publicación. Cane dignificó la labor de este escritor asturiano que a sus 58 años cumple el sueño de ver una obra suya publicada. Además, en el diálogo que mantuvieron presentador y autor, Fernández Barril hizo una reflexión brillante: “Lo mejor para promover la lectura es prohibirla”.

Después, entre los asistentes que iban y venían nerviosos y, curiosamente, la mayoría de ellos ataviados con una camiseta roja, llegó la presentación de los autores de ciencia ficción: José Antonio Cortina, Susana Vallejo y Claudio Cerdán que hablan de los libros que conforman sus sagas. A estas alturas (20:00 h) ya casi no se puede oír a los conferenciantes. Susana Vallejo, por fin, después de un día sin oír hablar de la selección, como habrán podido imaginar a pesar de todo, convierte el negro en rojo con una sola frase cargada de ironía: “sabemos que ustedes están aquí por el gran interés que despertamos.” Y lo dice mientras mira de reojo la pantalla que hay en la carpa para que los asistentes a la Semana Negra podamos ver el partido de “la roja”.

Las trompetas han estado sonando todo el día, rompiendo las esquinas de Gijón, convirtiendo el claxon de los coches en instrumentos de silencio. La selección española reúne al mayor número de asistentes, hasta ahora, a una de las carpas. Comienza el partido.

Nerea Riesco (Foto: Zoe Riudavets)

Los autores ya no lo son, se han convertido en hinchas. Estoy flanqueada por Lorenzo Luengo, el magnífico narrador que recuerda demasiados detalles de los mundiales pasados; Javier Márquez, novelista sevillano que presenta el martes su novela El sueño de Orfeo, está a mi derecha; un poco más adelantado, como “el Guaje” se encuentra Francisco José Jurado más conocido por el apellido del protagonista de su novela que, además, le da nombre a esta; a su lado Jesús Lens; y en el lateral derecho Nerea Riesco, escoltada por Elia Barceló.

Foto © FIFA

Realmente, hoy no existe el negro, más que en la pésima actuación del árbitro del partido y los moratones que se habrán llevado los jugadores españoles gracias a la Naranja Mecánica. Pero, claro, a quién se le ocurre combinar el rojo y el naranja…

Y a ocho minutos del final de la prórroga, el milagro: por primera vez en su historia España consigue un MUNDIAL. Hasta mañana, no existe literatura en España, a no ser que esté escrita en rojo. De cualquier manera, hoy no era un día para la novela negra, sino para el género épico.

Carmen Moreno
http://letratlantica.blogspot.com
http://morenocarmen.blogspot.com

Carmen Moreno

Carmen Moreno es licenciada en Filología Hispánica por la UCA, Máster en Contabilidad y Finanzas (Cerem), Máster en Edición (Universidad de Salamanca). Tiene siete libros de poemas publicados y uno de relatos. Ha trabajado de guionista para TV, gestora cultural, impartiendo talleres. Actualmente trabaja de A.T. Cultural para el Ministerio de Igualdad.

2 Comentarios

  1. España entera se paralizó ante la final del Mundial. Al final ganamos. Aún creo que no nos hemos dado cuenta de lo que hemos conseguido en el mundo del fútbol. El tiempo lo dirá.
    Bueno, y después de la euforia, seguimos enfrascados con los libros.
    Saludos.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Previous Story

«Picudo rojo», de Mariano Antolín Rato

Next Story

Crónica Negra: Cuarto día. Tan cerca de los EE.UU., tan lejos de Dios

Latest from Crónicas