«De mecánica y alquimia», de Juan Jacinto Muñoz Rengel

De mecánica y alquimiaDe mecánica y alquimia.
Juan Jacinto Muñoz Rengel
Editorial Salto de Página (Madrid, 2009)

Intro.

Decir que Juan Jacinto Muñoz Rengel es un especialista en el cuento sería obvio para muchos de los seguidores de RdL, pues conocerán de sobra su trabajo. Decir, además, que domina las técnicas clásicas y que aplica la teoría con rigor científico para lograr su propósito (el propósito de cualquier cuentista: sorprender al lector, conmocionarlo, crearle una realidad paralela de la que le sea difícil salir, alterar su normalidad, cambiar su mundo de tal manera que éste no sea el mismo después de haber leído el cuento), es también una obviedad; añadir, además, que es heredero (Borges, Bioy Casares) y trasmisor (algunos de sus alumnos del taller Fuentetaja y muchos de sus admiradores en todo el mundo) de lo mejor que en cuento fantástico podemos llevarnos a los ojos es asumir una verdad.

Tras este reconocimiento a una sapiencia, comenzaré la reseña de este libro por el final: deben leerlo, es imprescindible tanto si les apasiona el cuento fantástico como si se apegan a la realidad, deben leerlo si les gusta sumergirse en atmósferas inquietantes, si buscan el simple entretenimiento, la evasión de lo cotidiano, si encuentran placer en los juegos narrativos que dan qué pensar. En cualquier caso, deben leerlo, porque les aseguro que este volumen de cuentos no les defraudará.

I.

El proyecto literario que nos ofrece Juan Jacinto Muñoz Rengel no tiene equivalencia entre lo publicado en los últimos veinticinco años. No encontraran una propuesta tan armada de artificios y juegos, tan profunda, tan ambiciosa, tan inmortal.

Los cuentos fantásticos que conforman De mecánica y alquimia trasportarán al lector a mundos lejanos o inexistentes y les provocarán paradojas que se le van formulando en su mente según avanza la lectura. Y cada una de ellas en su momento. Qué gran conquista ésta, que independientemente del bagaje cultural del lector o de su práctica literaria, cada uno verá formulada su paradoja en el momento preciso. Porque ese es uno de los secretos que esconde este volumen de cuentos: han sido elaborados con infinidad de formulas para lograr llegar a todos.

El dominio de la maquinaria en su construcción, el tono narrativo empleado, los giros en las tramas y lo oculto (pero revelado); los principios y finales óptimos, que tensionan la atención del lector, hacen que el interés prenda en él como un fuego ambicioso que no parará hasta arrasar su mente. No en vano, muchos de estos cuentos han obtenido premios literarios de relevancia.

La atmosfera especial que emana de cada uno de los cuentos de este volumen (la típica atmósfera de cuento), la propuesta de innumerables mecanismos lúdicos al lector, la densidad que desprenden cada uno de ellos ( acumulativa, cuanto a cuento, como después explicaré), su contenido abismal en cuanto a pretensión literaria, y, atención, la vinculación de unos con otros de tal forma que la lectura lineal de los cuentos es casi obligatoria, hacen que la propuesta de Juan Jacinto Muñoz Rengel sea meritoria sólo por ello, por la causa, aunque no hubiese logrado el efecto deseado en el lector (que es muy poco probable).

Este libro se ha fraguado durante años, la vinculación de un relato con el siguiente (existe una ordenación temporal de los mismos) en forma de trama añadida, la utilización de instrumentos de decantación de humores, habrá obligado una y otra vez a Juan Jacinto Muñoz Rengel a la reescritura de los cuentos sin hacerles perder “naturalidad”.

Ese es el secreto de su alquimia: el lector disfrutará de la lectura y se preguntará cómo es posible. El lector admirará a Juan Jacinto Muñoz Rengel por su genialidad, por su chispa creativa. Sin embargo no sabe que para conseguir sorprenderle, cautivarlo, el autor estuvo tres años buscando el párrafo clave de la historia o aquella palabra demoledora que causó su nocaut.

JJ Muñoz RengelII.

De mecánica y alquimia pretende mostrar la trasformación del mundo a través de los elementos mecánicos y químicos. La materia y la psique, cuerpo y alma, involucrados en el proyecto de la evolución. Desde el Toledo musulmán hasta nuestros días la ambición del hombre siempre ha sido la misma: obtener aquello que desea y no pagar un alto precio por ello. En diversas etapas en ese recorrido histórico se detiene Juan Jacinto Muñoz Rengel, mostrando las trasformaciones de ese mundo en cada época. Pero esas trasformaciones son una metáfora porque en realidad siempre ocurren. Ocurren con la muerte (se pasa del estado “vivo” al estado “muerto”), y ocurren cuando un personaje humano se trasforma en un pez o se humaniza un robot o cobra vida un pedazo de barro. Y estos son ejemplos de los personajes que pueblan estos cuentos: robots, golems, fantasmas, objetos inanimados que comienzan a hablar.

El libro conforma un puzzle en todos los sentidos (fondo y forma) y cada relato se acumula en el siguiente, hilvanándose, añadiendo valor al conjunto. Lo repito, ya sé, pero es que es muy importante para entender el alcance de este proyecto narrativo.

El primero de los cuentos El libro de los instrumentos incendiarios obligó al camarero que me servía el desayuno a calentarme dos veces el café porque me sumergía tanto en el ambiente de cuento, en ese Toledo musulmán de sabios astrónomos y de constructores de máquinas del futuro, que lograba abstraerme de la realidad. En el cuento ya se utilizan casi todas las armas narrativas de Juan Jacinto Muñoz Rengel, logrando la atmósfera ideal y proponiéndonos infinidad de juegos y lecturas.

El siguiente cuento, El relojero de Praga, muestra al menos dos (quizá en ulteriores lecturas descubra alguno más, porque les aseguro que este volumen de cuentos esconde muchísimos secretos), al menos, decía, dos hilos de seda casi imperceptibles que lo unen al primero, siendo consecutivo en el tiempo (ya dije que los cuentos están ordenados cronológicamente) volviendo a crear atmósfera de cuento legendario, clásico, inmortal. La historia no tiene desperdicio y todos aquellos que hayan visitado Praga y hayan estado frente a las esferas doradas del reloj, sentirán un estremecimiento helador.

Lo mismo ocurre con el siguiente cuento, con Lapis philosophorum. Juan Jacinto Muñoz Rengel nos introduce en una abadía medieval en la Provenza y nos presenta al hijo de Nostradamus. Hijo que hereda los poderes proféticos de su padre a pesar de sus impedimentos y que luchará contra su maestro, un monje que busca la Piedra Filosofal y que será consumido por su ambición.

Y así cuento tras cuento, situando la acción en algún lugar de Europa y en momentos consecutivos de la Historia. Sagas malditas, juegos de muerte, historias cada vez más fantásticas. La evolución por la trasformación del mundo, el cambio a través de elementos mecánicos y químicos.

Epílogo.

Hay un cuento clave en este volumen. Se trata de El sueño del monstruo. La historia es clásica, sobre todo para muchos de nosotros, los cuentistas que no publicamos porque parece ser que a nadie le importa lo más mínimo lo que tenemos que decir. El personaje principal es un escritor y la acción se sitúa en Londres mediado el siglo XIX. Nuestro escritor no logra publicar, pero su mente no deja de trasladarle historias que escribir. Son historias descabelladas, con personajes imposibles. Se nos presentan intercaladas entre frazadas de la realidad cotidiana y aburrida de ese personaje escritor. Quién sabe si no es este escritor “fracasado”, que acaba tragado por el mundo de la ficción, el personaje que, a modo de delegación cervantina en Cidi Hamete Benengeli, ha escrito los cuentos que conforman este volumen.

Vale.

Esteban Gutiérrez Gómez

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Esteban Gutiérrez Gómez

Esteban Gutiérrez Gómez (Madrid, 1963) es un escritor español. Imparte talleres de creación literaria especializados en narrativa breve (cuento, relato y microrrelato), es asesor literario de la "Revista Al Otro Lado del Espejo", dedicada en exclusiva a la narrativa breve e impulsor del "Manifiesto por el cuento"". Su blog El laberinto de Noé" está dedicado al mundo del relato. Autor de "El laberinto de Noé" (La Tierra Hoy, 2008) y de "El colibrí blanco" (EH. Editores, 2009).

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