Eros (€®O$) hablado. Una crónica de José Luis Amores

Hace un par de semanas recibí una invitación de Eloy Fernández Porta para asistir a la presentación de €®O$: La superproducción de los afectos, premio Anagrama de Ensayo 2010. Así decía Eloy:


Fui.

A Eloy Fernández Porta lo conocí a través de la inmersión en el catálogo de la editorial Berenice. Igual que cuando, siglos atrás, descubrí Anagrama o Mondadori y en las librerías recorría estantes buscando no títulos o autores, sino logotipos editoriales (confesad que hacéis lo mismo, que no soy el único que sufre tal aberración psíquica). Compré AFTERPOP. La literatura de la implosión mediática, publicado por la editorial cordobesa, en la sucursal del Raval de La Central. Lo leí, como le dije el viernes a Eloy, aparcado en doble fila, con las luces de avería puestas, esperando esperando esperando, una hora los miércoles y otra los viernes, durante tres semanas que igual fueron tres y media o cuatro. Aquel maxi-ensayo succionó mis irrelevantes puntos de vista culturales y los trituró. Funcionó como un purgante, al ser ingerido y no introducido —si no, el efecto hubiera sido el de un enema—. Aunque me jodió especialmente la sátira intelectual que Eloy hacía del heavy metal por vía de la banalización de su estética invalidada por eso que llamamos obsolescencia.

Pero dos años después compré Homo Sampler. Tiempo y consumo en la Era Afterpop, y tras leerlo entendí que Eloy en su primer ensayo había hecho un cocido con una serie de ingredientes culturales cuyas sobras reciclaba ahora en este segundo libro, amasando unas croquetas a las que añadía un completo menú degustación apto para gourmets del pensamiento, pero también para cualquier ente cerebral —léase humanos— que desee enterarse de en qué coño de mundo en realidad vive. HS era/es un AFTERPOP evolucionado y enfocado en el análisis del fenómeno de aceptación/ascensión/adaptación/customización de lo trash, a la par que estudio de la falacia de la regresión hacia lo primitivo/auténtico/original.

Y ahora, este año, ha ganado el Anagrama de ensayo con €®O$. Si queréis saber por qué €®O$ y no simplemente Eros, id al menos a la librería y le€®O$ la introducción del libro; entonces ya decidís si comprarlo o dejarlo en su sitio. Yo lo hice y ha habido ofrecimientos de préstamo que he rehusado amablemente: esta obra quiero tenerla, como las otras dos; y además de declinar hacer bookcrossing con ella, eludo su mercadeo en los bajos fondos del lance y el mendigar ojeadas en las instituciones cada vez que me entren ganas de consultarla. €®O$ merece un consumo sólido.

En cu€®O$

Eloy llega tarde porque los de Ryanair lo han dejado tirado en el aeropuerto de El Prat y ha tenido que cambiar rápidamente a Spanair. Por todo atrezzo lleva dos gorras (una clásica de jubilado del IMSERSO y otra de eUr-rapero), un sombrero Stetson, una máscara de cu€®O sado y un sobresaliente background audiovisual grabado en un dvd.

La performance tiene programación impresa con anotaciones sobre la temática de cada parte, las características del fondo de vídeo y la autoría de la música. Eloy declama, dramatizando. Está de pie y se mueve por el breve escenario de la FNAC. Pide más volumen para el layer sonoro pregrabado.

La presentación es divertida, pero no solamente divertida. A la creatividad del autor hay que añadirle la composición visual proyectada. El show está perfectamente cronometrado. Espero, para dentro de no mucho tiempo, a un Eloy Fernández Porta director, o guionista; seguramente ambas cosas a la vez; no se lo he preguntado.

En el libro hay una transcripción de una supuesta audiencia judicial en USA. El declarante o acusado es un analista bursátil que predijo el crack en la bolsa de los afectos, pero nadie quiso escucharlo, como cuando avisó de los desmanes piramidales de Madoff. Fuera de sus páginas, las noticias al respecto son claras. El amor cotiza en los noticiarios de sociedad como en las de Ciudadanos a secas. El afecto extraconyugal se llevó por delante la carrera mediática de Tiger Woods, la de O.J. Simpson, la de Bill Clinton. La discreción es ya tan necesaria como el cinturón de seguridad al volante, y no solamente respecto de terceros familiares en tanto que afectados en potencia.

¿Para cuándo un botón Te quiero en Facebook? Un afectado I’m lovin’ it sería tibio, mejor I love you, con toda la carga implícita en la sustitución de la tercera persona por la segunda. Recomiéndame a tus amigos. Hazme de Celestina. Diles que les quiero, a todos ellos; el spam, si es afectivo, deviene diversión: it’s fun.

€®O$ es un eslogan del afecto transmutado en producto y servicio. Hardcore emocional. El lujo del sentir (Eros DeLuxe) convertido en vulgaridad (€®O$ trash). La reingeniería del amor una vez demostrada la ineficacia del consumo. Tras Lipovetsky y su Felicidad paradójica, llega Fernández Porta con su superproducción sobreimpresa en teorías del consumo que ya no lo son —teorías— sino rigurosa praxis —quizá no la última— de la afición mercadotécnica a pulsar la fibra sensible del consumidor. El último recurso para la venta segura: apelar a los sentimientos. Incluso a los malos sentimientos. Incluso a la falta de éstos. Es decir, al vacío.

Siéntete Fox. Emociónate así. Pregunta si te aman. Consume afectos, inclúyelos en tu dieta. Extracta el cariño, busca sucedáneos de dulzura. Son consejos del Ministerio de los Afectos en coordinación con el Ministerio de los Adulterios. Más amor y menos Prozac.

Se acerca el final de la sesión y Eloy se coloca la máscara sado. Ésta le dificulta la respiración. Las palabras en inglés —de Burroughs— llegan distorsionadas al micrófono. Pienso que Eloy, ahora, sufre. Pero acaba pronto y en pocos minutos ya estamos fuera, tomando unas cervezas y luego unas copas.

Terminamos comprando a una vendedora china que se nos acerca unas gafas iluminadas. Creo que tanto Juan como Eloy no se las compran sólo porque sean baratas. Creo que también se las compran porque le cogen cariño a la vendedora, que es muy simpática y casi no habla español. Creo que se las compran porque le han cogido afecto. Yo no compro gafas, sólo me las pruebo. Lo que sí he comprado es €®O$.

José Luis @൬♂®€$
http://bolmangani.blogspot.com

(Todas las imágenes son del autor de la crónica)

José Luis Amores

José Luis Amores (Málaga, 1968) es Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Málaga. Especializado en marketing, ha fundado varias compañías que después ha vendido a diversas multinacionales. En la actualidad ejerce su profesión como freelance. Ha sido colaborador de Diario Málaga y de la revista Papel Literario.

4 Comentarios

  1. cuando Fernandez Porta deja su prosa seria y le da el punto graciocete dan ganas de tirar su libro a la basura, página 57,se explica que la noción de vacío patentada por Jean Paul Camus y Albert Sartre (humor FP) se vuelve vulgar desde que un día un currante agotado y molesto dice en la barra de un bar: “Me siento vacío”, esto me hizo acordar a un borrachín al que oí una vez decir: “El matrimonio es una sociedá”, una frase que podría resumir el libro de FP, al menos hasta donde lo leí antes de tirarlo a la basura.

  2. Acabo de terminar Eros (o como se escriba). Podría titularse: la superproducción de los efectos. Un ensayo deslumbrante, sin duda, como esas películas que deslumbran por sus efectos especiales.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Previous Story

Y el Nobel de Literatura es para… Mario Vargas Llosa

Next Story

Javier Cercas, Premio Nacional de Narrativa 2010

Latest from Crónicas