Escuela RdL: Las preguntas que debe hacerse el periodismo

Fade in. Melodía y careta de entrada. Primeros planos de unas caras mostrando expectación. Imágenes de televisor en las que aparece Richard Clake, ex-jefe de Contraterrorismo del  gobierno norteamericano de George W. Bush. Clake comparece en una comisión sobre los atentados del 11S en el Congreso, en marzo de 2004. Durante su comparecencia pide perdón a los americanos por haberles fallado. Serena, pero firmemente, se disculpa por no haber prevenido suficientemente los ataques terroristas. Cambio de plano. El presentador de News Night de la cadena ACN empieza su telediario.

Jeff Daniels interpretando a Will McAvoy en «The Newsroom» (foto: HBO)

“A los americanos les gustó este momento. A mí me gustó este momento. Los adultos deberían reconocer sus fallos. Y por eso empiezo este informativo uniéndome al señor Clark en su disculpa hacia el pueblo americano por nuestro fracaso. El fracaso de este programa, durante el tiempo que estuvo a mi cargo, en informar y educar con éxito al electorado norteamericano. Fui cómplice de la lenta, repetida, inadvertida y no corregida cadena de fallos que nos han traído aquí hoy. […] La razón de nuestro fracaso es simple. Lo apostamos todo a las audiencias. […] No somos camareros que les sirven las historias que ustedes piden justo como las quieren. Tampoco somos ordenadores que dan solo los hechos, porque la información solo es útil en el contexto de la humanidad. No me esforzaré en enmascarar mis opiniones personales. Me esforzaré en mostrarles opiniones informadas distintas de la mía. Pueden preguntarse quiénes somos para tomar estas decisiones. Somos la élite de los medios de comunicación”.

Estos fragmentos corresponden al tercer capítulo de la serie de televisión The Newsroom (HBO). Son las palabras del presentador Will McAvoy dirigiéndose a sus espectadores, e informándolos del nuevo cariz que toma su noticiario a partir de ese momento. Una apuesta por la información de calidad, las fuentes contrastadas y una huida del amarillismo. Se trata, pues, de un bucólico escenario en el que vemos cómo tendrían que ser las noticias. Pero sirve perfectamente para preguntarnos sobre el periodismo del S. XXI. Una profesión que ha vivido grandes cambios estructurales y aún hoy mismo intenta posicionarse en una nueva realidad. ¿Sobre qué deben informar los medios? ¿Y cómo deben hacerlo? Seguramente estas dos preguntas son el eje de las reflexiones en el periodismo en este recién estrenado siglo. La primera pregunta parece ser la primordial. El núcleo del problema. Aunque las nuevas tecnologías y el auge de internet son otro gran ítem a tratar, pero parecen elementos más a tener en cuenta para la segunda pregunta planteada. En todo caso, todos los ítems se relacionan y se retroalimentan. Qué noticias vamos a contar depende de los medios que tengamos para hacerlo. Y nuestra forma de acceder a la información afecta a los temas que queramos tratar.

Las nuevas tecnologías han provocado una situación donde nunca antes había habido tanta información, ni tantas maneras de acceder a ella. Un hipertexto gigante que no soluciona de por sí el problema de la desinformación. Una marea informativa que acaba desbordándose y generando la sobredosis informativa, de la que habla José Cervera, especializado en Periodismo Digital por la UAM. Los usuarios tienen un fácil acceso a todo, pero carecen de un contexto. Un caso similar ocurre con las nuevas formas de consumir música, como Spotify. Una persona puede acceder a miles de artistas al instante y escuchar sus discos. Pero no tiene un contexto, una coherencia conceptual que le ayude en la escucha, especialmente con artistas más antiguos. Mucha información, poco contexto. Por ello es necesario reclamar al periodista que haga de parapeto delante de esta avalancha de datos. José Cervera estipula cuatro pasos en este sentido: selección, validación, acceso y comprensión. Pautas para ayudar al proceso informativo. No debe contar tanto el llegar el primero a una noticia, como sí ser capaz de recogerla, contrastarla con otras fuentes, recrear su contexto y exponerla al ciudadano. Tejer un acompañamiento informativo que desemboque en una información digerida adecuadamente y que nutra de la forma que se le presupone al usuario.

Sobre qué temas informar y cómo hacerlo deben ser las cuestiones centrales en el periodismo actual. Asimismo, el contexto actual ha sido tan cambiante que existen un buen número de variables que también se han de tener en cuenta, como el papel del ciudadano-periodista, la precarización de los puestos de trabajo, el papel del nuevo homo-sampler (concepto acuñado por el autor Eloy Fernández Porta) como usuario que corta, pega y comparte información, etc. Un sinfín de variantes que tendrán que seguirse de cerca, pero sin desviarnos de la que es la clave del hecho comunicativo, la información pensada para facilitar la educación de los ciudadanos.

Ã’scar Villalibre

Este artículo ha sido seleccionado entre los presentados por los alumnos del Grupo II como ejercicio de la Unidad Didáctica 1 (“Introducción al siglo XXI”) del Curso de Periodismo Cultural de Revista de Letras.

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