Timothy Garton Ash | CCCB, Miquel Taverna

Garton: «Debemos luchar contra la concentración de medios»

/
Timothy Garton Ash | CCCB, Miquel Taverna

En 1992, tras hacerse públicos los archivos de la antigua República Democrática Alemana, Timothy Garton Ash viajó a Berlín para averiguar si constaba en algún expediente de la época en la que recién licenciado en Historia moderna se había trasladado a esta ciudad en 1978, donde vivió moviéndose entre ambos sectores. Descubrió que efectivamente la Stasi le había espiado y había recogido al detalle su vida durante esos años, bajo el apodo de Romeo. Veinticinco años después, hablamos con él con motivo de la conferencia que imparte en el CCCB, Los ataques a la libertad de expresión,y la publicación de su libro Libertad de palabra. Diez principios para un mundo conectado (Tusquets Editores). Para este intelectual y catedrático de Estudios Europeos de la Universidad de Oxford la libertad de expresión, “oxígeno de todas las demás libertades”, vive amenazada por una contrarrevolución antiliberal que pretende revertir los avances de los últimos 30 años.

Han pasado años desde que descubrió que usted era Romeo para la Stasi. ¿Cómo ha cambiado el mundo desde entonces en materia de libertad de expresión y privacidad?
El mundo ha cambiado y a la vez no ha cambiado tanto. Lo que me sucedió fue realmente extraordinario. Vivía en un Estado en el que la policía grababa mi vida con todo lujo de detalles. De alguna manera fue un regalo para mí, como la magdalena de Proust, pero una magdalena envenenada. De esa experiencia surgió mi libro El expediente (The File). Parece que desde entonces hayan pasado muchas cosas y que el mundo girara en otra dirección; quiero decir, que luego gozamos de gran libertad de derechos de expresión y de palabra y privacidad a lo largo de toda Europa, América Latina, Asia… y sin embargo, en los últimos años, a raíz de la crisis financiera, hemos experimentado lo que llamo una contrarrevolución global antiliberal. Se está produciendo de nuevo una gran batalla por la libertad de palabra.

Libro de Garton Ash

¿Qué papel juega Internet?
En un primer momento Internet fue una fuente de democracia y liberalismo, pero ahora se está viendo su potencial negativo. Los datos de los individuos son el modelo de negocio de Internet. Facebook y Google saben más de nosotros que nosotros mismos. A través de los teléfonos inteligentes estamos regalando datos e información de forma continua. Parece que sólo tengamos privacidad mientras estamos dormidos, los dispositivos están continuamente captando y grabando datos nuestros.

Digamos que hoy es menos romántico que entonces.
Me gustó mucho la película La vida de los otros, pero muestra un glamour que le aseguro que la policía secreta alemana no tenía, al menos la mayor parte del tiempo (ríe). Como señalo en el libro, creo que actualmente se está librando una lucha por el poder de la palabra, es decir, una lucha de poder en torno a la forma, los términos y los límites de la libertad de expresión global. Todos, también los ciudadanos, debemos trabajar con gobiernos y corporaciones y ayudarles a encontrar y trabajar vías para la libertad de expresión.

Estados y corporaciones también tienen el potencial de convertirse en el Gran Hermano que Orwell vislumbró.
Cierto. Creo que muchos europeos proyectan el Gran Hermano sobre todo en las corporaciones, en las grandes empresas, de hecho puede verse reflejado en Facebook, Apple… en poderes privados. En Norteamérica todavía se proyecta en los Estados. De hecho, hoy en día hay algún país que ejerce este control de Gran Hermano. Pero, la situación realmente peligrosa se produce cuando Estados y corporaciones se unen para ejercer juntas de Gran Hermano. Ahí viene el peligro.

Estamos viviendo una época de desinformación informativa constante.
Hay muchas noticias falsas, pero esto sólo es una parte del problema, no podemos centrarnos solo en eso. Pero hemos de estar muy atentos, los demócratas y las democracias no nos podemos permitir  que sean los gobiernos los que deciden qué es falso y qué no es falso. El fact checking de las noticias debería ser obligatorio. Hoy en día es más fácil colar una mentira, pero también más fácil descubrirla. Por otro lado, hay que seguir trabajando con las corporaciones, hablar con ellas, no censurarlas, sino trabajar con ellas para que mejoren. No con los bots, que por cierto son mayoritariamente rusos. Hay países como Rusia que ejercen un sistema de desinformación sistemático. Hay que pedir trazabilidad y etiquetado en las noticias, para que la ciudadanía sepa qué tipo de noticias consume y de dónde proceden. Por otro lado, es muy importante que nuestros jóvenes no sean analfabetos digitales, es importante saber navegar.

El ejercicio independiente y responsable del periodismo también cuenta.
Y para ello es importante dedicar fondos que permitan un ejercicio del periodismo libre e independiente. Hay un tema clave: la concentración. En Internet se produce una tendencia increíble al monopolio. En el pasado, cada periódico o medio partía de una compañía privada que producía y servía un bien público como son las noticias en un contexto en el que coexistían muchos y diversos periódicos. Ahora tenemos un Facebook y un Google. Debemos protegernos de la concentración que esto supone. Debemos trabajar qué es lo que queremos y cómo queremos regularnos para protegernos. Yo tengo claro que es un error dedicar mucho tiempo a proteger nuestro derecho al olvido, no creo en ese derecho, creo que es un error conceptual y muy confuso. En cambio, es clave luchar contra la concentración de medios.

Tusquets

Recientemente Angela Merkel tuvo que enfrentarse al dilema de dejar o no a Erdogan hacer campaña electoral entre la población turca que reside en Alemania.
El caso que expones es un dilema con mucha trampa. Por un lado, por qué no vas a permitir a un político que preside un país ejercer el derecho de libertad de expresión entre sus ciudadanos que residen en otro país. Pero por otro lado ese mismo político que preside un país está encarcelando a sus opositores políticos; es más, está utilizando un instrumento democrático como es el referéndum para dotar de autoridad un régimen autoritario. Muchos colegas están en prisión o en el exilio o horrorizados sabiendo que en cualquier momento llamarán a su puerta. En Turquía observo algo que vengo viendo en otros países que voy visitando en los últimos años como China o India, donde no parece haber esperanza.

Parece que algunos grandes mandatarios como Trump y Macron están diseñando una nueva narrativa de lo que es Europa y EE. UU. a través de su uso de la palabra en Twitter.
Aquí hay un problema. Las naciones políticas a menudo son definidas por aquellos que tienes en contra. Ahora mismo, por ejemplo, la definición de lo que es Cataluña y España entre ambos es muy compleja. El gran desafío que tenemos en Europa a la hora de crear una nueva narrativa es el de definirnos por aquello en lo que somos partidarios más que por aquello en lo que somos contrarios, como puede ser ahora la política de Trump. Una de las maneras de crear y contar esa nueva narrativa europea también pasa por preocuparse de lo que está pasando en el resto del mundo. También tenemos responsabilidades fuera de nuestras fronteras.

La historia política europea ha sido en gran medida investigada y escrita por ingleses.
¡Qué gran ironía! Un país con una enorme tradición en el estudio de la historia europea, con un compromiso intelectual profundo con la historia de Europa, ahora es el país del Brexit.

Usted considera el Brexit como una derrota profesional.
Profesional y personal. Dije desde el día siguiente de que ganara el sí al Brexit que la mayor parte de mi vida había transcurrido como europeo británico implicado con Europa. De hecho, el próximo libro que pienso escribir es mi historia personal de esos cuarenta años de compromiso con Europa y la Unión Europea.

¿Se imagina ya la vida fuera de la Unión Europea?
Antes de nada, creo que puede no suceder, ¡espero que no suceda! Muchos aún esperamos que los británicos se despierten y reconduzcan la situación. Lo que es seguro es que no abandonaremos Europa. Por mi parte, el resto de mi vida continuaré profundamente comprometido desde un punto de vista intelectual, cultural y político con el resto de Europa. Es mucho lo que nos une.

Encuentra en el sentido del humor la clave para una buena convivencia entre los millones de personas de diferentes creencias que habitamos la gran cosmópolis global.
Sí, la religión representa uno de los grandes desafíos. Uno de los diez principios que destaco en mi libro es el que llamo universalismo, lo cual no significa que Occidente dicte a Oriente lo que tiene que pensar, sino que hay que tener en cuenta otras culturas y tradiciones. Mantener una relación social desde el sentido del humor es muy importante para vivir en una sociedad diversa propia de nuestra cosmópolis virtual. Un colega me contó que las comunidades humanas comenzaron como tales cuando desarrollaron tres actividades: bailar, cantar y hacerse bromas. Las bromas, el humor, es algo muy profundo en la naturaleza humana. En el libro de este colega descubrí que Senegal es una sociedad multiétnica y multicultural donde de hecho se producen rituales a través de la broma. Creo que tenemos que aprender de ellos. Por otro lado, no puedo imaginarme mi vida sin humor.

Su conferencia se enmarca dentro de las actividades del #DiaOrwell que promueve el CCCB ¿Qué debemos aprender de Orwell, qué representa para usted?
Orwell fue mi héroe, leí toda su obra cuando me gradué. Nunca fue a Rusia, la descubrió en Barcelona, en Cataluña, en 1936. Escribió esa lucha que tenía lugar en España contra el fascismo de la forma más honesta, interesante, vívida y divertida, con ese sentido del humor tan necesario. Eso es lo que yo también intento hacer. Orwell es el modelo de lo que debe ser un escritor político. Él mismo luchó contra el fascismo. Lo era todo menos objetivo. Es el escritor político más influyente del siglo XX, fundamental para estudiar los totalitarismos.


Sigue aquí la conferencia en CCCB:

DEBAT / Dia Orwell 2017. Els atacs a la llibertat d’expressió. Conferència de Timothy Garton Ash (VO En) from CCCB on Vimeo.


Bibliografía recomendada:

Orwell, George: 1984

Orwell, George: Homenaje a Cataluña

Orwell, George: El poder y la palabra. 10 ensayos sobre lenguaje, política y verdad

Garton Ash: El expediente

Garton Ash: Libertad de palabra. Diez principios para un mundo conectado

Garton Ash: Los hechos son subversivos

Judt, Tony: Cuando los hechos cambian

Judt, Tony: Pensar el siglo XX

Bandi: La acusación

Berta Ares Yáñez

Periodista e investigadora cultural. Doctora en Humanidades. Alma Mater: Universidad Pompeu Fabra.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Previous Story

Laura Castañón: «El olvido nos borra»

Next Story

Hölderlin ha leído a Marx y no lo olvida

Latest from CCCB