«La caça de l’home», de Albert Balasch

La caça de l’home. Albert Balasch
8º Premio de Poesía Gabriel Ferrater
Edicions 62 (Barcelona, 2009)

Cuando intentamos interpretar obras corremos el riesgo de relacionar abstracción con artificio, sin darnos cuenta que el reto que ciertas obras plantean está en los límites del lenguaje y que eso, si aceptamos la fuerza órfica del lenguaje, es lo que es capaz de crear arte. El arte no tiene porqué ser fácil.

Estructurada en cinco episodios, siguiendo la estructura clásica de las tragedias, el poemario de Albert Balasch nos presenta una reflexión sobre el lenguaje y la búsqueda de identidad a través del verso. Como el mismo Balasch advierte, el poemario es una piedra. Una piedra para que nos demos de canto en los dientes y nos paremos a reflexionar. Los versos son dícticos que combinan octosílabos con decasílabos de forma magistral y con un ritmo duro. La obra es una reescritura muy personal de la tragedia de Shakespeare El rey Lear, donde las reflexiones sobre el lenguaje y el lugar del hombre en el mundo son el eje que vertebran la obra del dramaturgo anglosajón. De la misma forma Balasch sitúa la reflexión sobre el lenguaje como eje vehiculador.

En la tragedia de Shakespeare el drama se desata con una pregunta, la del padre por su identidad, y una respuesta, la de Cordelia que no entra en el juego del lenguaje. Salirse o situarse en los límites del lenguaje puede desembocar en la genialidad del verso poético o en la locura, la frontera entre ambos no siempre está bien definida. Lear cae en la locura y recupera su identidad a través de Cordelia que le recuerda quien es. Balasch con La caça de l’home va a  la búsqueda de Cordelia que no es otra que el verso definitivo.

Escric perquè ja no puc resar

Afirmaba Maurice Blanchot en El espacio literario que «ese silencio, esa fuerza viril por la cual, quien escribe, al haberse privado de sí, al haber renunciado a sí, mantiene, sin embargo, en esa desaparición, la autoridad de un poder, la decisión de callarse, para que en ese silencio tome forma, coherencia y sentido lo que habla sin comienzo ni fin.” Así, cuando nos acercamos al poemario de Albert Balasch lo que toma forma, coherencia y sentido, lo que habla sin comienzo ni fin es aquello que se da entre la estructura de una tragedia y que posibilita la búsqueda del verso definitivo desplegándose entre el lenguaje y sus riesgos.

El rey Lear

En la tragedia de Shakespeare los personajes, mediante su experiencia en la obra, modifican de forma radical sus concepciones sobre la relación entre palabras y realidad, entre lo que se dice y las intenciones que subyacen a las manifestaciones lingüísticas, y lo hacen de forma brutal dentro del núcleo familiar. Cuando, por ejemplo, Lear toma conciencia de su incapacidad para interpretar las palabras de sus hijas, ignorando, de este modo, los esquemas de retórica que también se dan en estas relaciones. Cordelia no acepta entrar en este juego de significaciones y es desterrada. Las hermanas, en el poder cedido por el mismo padre, desplazaran al mismo que acaba perdiendo su sitio en el mundo. Descolocado, Lear deambulará en búsqueda de una identidad perdida que le vendrá dada de mano de la desterrada. Es este descubrimiento y  la toma de conciencia de que el hombre es un ser para el sufrimiento lo que marcan el final de la obra.

Diego Giménez
http://entrefragmentos.wordpress.com
http://www.diegogimenez.com

Diego Giménez

Diego Giménez, doctor en filosofía y pensamiento (UB) con una tesis sobre "El libro del desasosiego" de Fernando Pessoa, ha realizado diferentes actividades relacionadas con la literatura y el periodismo. Ha trabajado como redactor de LaVanguardia.com y en 2008 cofundó Revista de Letras.

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