Quim Monzó, o cómo triunfar en la vida

Decir que Quim Monzó  es uno de los mejores escritores catalanes vivos es una obviedad. Tanto como decir que es uno de los mejores escritores europeos. Su obra ha sido traducida a más de veinte lenguas, y su proyección pública ha ido acompañada de su trabajo en prensa y televisión. Ahora, dos años después de su imborrable y original discurso inaugural en la Feria de Frankfurt – donde la cultura catalana era la invitada -, el centro cultural Arts Santa Mònica ha querido hacer una gran exposición retrospectiva, hasta el 11 de abril. Titulada precisamente «Monzó», se descubren los diversos rostros de un mismo creador radicalmente original. Pero, ¿quién es realmente Quim Monzó?

Cómo triunfar en la vida

comtriomfaralavidaLa exposición repasa las etapas más importantes del escritor. Pero muestra de la ambición del proyecto, el catálogo ha sido encargado al crítico Julià Guillamon, que ha acabado haciendo un delicioso libro, con diseño de América Sánchez y fotos de Pedro Madueño, que ha llamado Monzó, com triomfar a la vida (Cercle de Lectors). Evidentemente, es un título irónico – como no podía ser de otra manera – que se ríe de los libros de autoayuda y de sus recetas mágicas. Por un lado, encontramos un análisis literario, filológico, desde el que nos habla de los recursos de creación a la vez que os sitúa en el contexto y la biografía del autor. Crítica literaria en mayúsculas, en definitiva. Pero, por otro, hay una parte del libro que se dedica a lo más visual, y que tanta importancia tiene en el mundo monzoniano. No olvidemos que él es diseñador gráfico de formación,  de lo que ejerció durante años, y por eso se nos van mostrando algunos de los objetos que Guillamon ha ido encontrando por su casa y que, sorprendentemente, aparecen en muchos de sus cuentos. El mismo Julia Guillamon nos presenta el libro diciéndonos que «es una invitación a leer Monzó más allá de los lugares comunes que se asocian con su obra, a descubrir la diversidad de procedimientos, la complejidad de sentido que se esconde detrás de la apariencia … La capacidad de ofrecer el diagnóstico de una época «.

Monzó  ecléctico

Quim MonzóEn Cataluña, hemos tenido, y tenemos grandes escritores. Pero Monzó siempre, desde muy joven, ha destacado por encima de la mayoría. ¿Por qué?, ¿Por su sentido de la ironía?, ¿Por los peculiares tics causados por el síndrome de Tourette (y que en el libro se analizan junto al comportamiento de algunos de sus personajes)?, ¿Por la gran aceptación que ha tenido en lugares como Francia o Alemania?

No pocas veces han querido criticar a Quim Monzó diciendo que es un autor, sólo, de cuentos o que se ha hecho conocido, sobre todo, por salir en los medios. Pero ni una cosa ni la otra son críticas, en realidad. Podríamos responder que, en primer lugar, el cuento, aunque nos quieran hacer creer lo contrario, no es un género menor (lo han cultivado los mejores escritores del siglo XX como Cortázar, Borges, Kafka o tantos otros). Y, además, Monzó también ha escrito novela, teatro y guiones de cine (es el responsable, por poner un ejemplo, de parte del guión de la película Jamón, jamón de Bigas Luna), y tiene una larga experiencia como traductor (Capote, Salinger, Hardy, Hemingway …). En segundo lugar, Quim Monzó ha salido a los medios porque – al igual que ha hecho con la literatura contemporánea – ha transformado el género: desde su utilización del humor y la sátira en la radio o el programa de televisión «Personas humanas» , pasando por sus crónicas políticas o, mucho antes (en los años 70, en Tele / eXprés), firmando reportajes desde lugares como Vietnam, África o Irlanda del Norte. Ni que decir tiene que sus artículos (que ha ido recogiendo en una decena de libros como El tema del tema) han roto todas las barreras entre periodismo y literatura.

Quitar las máscaras a las máscaras

3A Quim Monzó, lo han querido hacer padre de muchas generaciones y le han crecido imitadores por todas partes. Pero su independencia, tanto del establishment literario como del político, es una herramienta indispensable para crear una obra sólida y original. Aunque ha ido evolucionando – tal vez en los últimos años hacia una dureza más evidente y donde la muerte tiene más presencia -, podemos reconocer la literatura de Quim Monzó por este afán de hacer caer las máscaras, los tópicos, las falacias más extendidas y dar luz a la tragedia que se esconde en la cotidianidad. Con un estilo aparentemente sencillo – pero muy trabajado a base de múltiples reescrituras -, ha ido jugando con la metaficción para construir círculos que esconden otros círculos luchando así contra el sentimentalismo y la cursilería. Monzó, según nos dice él mismo, nunca sabe cómo acabará lo que ha empezado a escribir. Y, por tanto, el azar es un camino – como en otras propuestas literarias – por donde va encontrándose con un hombre con una erección permanente (La magnitud de la tragèdia, 1989), a gente atrapada en el deseo y las relaciones amorosas (El perquè de tot plegat, 1993), que se aburre en un laberinto sin salida (Guadalajara, 1996) o a una familia destrozada por el cáncer (El millor dels móns, 2001), llegando a lugares habitados por la mediocridad (Mil cretins, 2007). La obra de Monzó es, pues, un ir quitando capas, desmitificando discursos oficiales, negándose a aceptar lo aceptado, riéndose de la realidad políticamente correcta, y poniendo en duda la utopía de la modernidad. Y lo más difícil de todo: teniendo el mismo reconocimiento del lector común que de la crítica especializada.

Albert Lladó
www.albertllado.com

Discurso inaugural de la Feria de Frankfurt 2007 [Fragmento]

Monzó - Frankfurt“Podria, per exemple, llegir aquell travallengua que, un dia (en una fenomenal paròdia de discurs militar), va recitar el grandíssim Salvador Dalí, com si fos la poesia més excelsa del món:

“Una polla xica, pica, pellarica, camatorta i becarica va tenir sis polls xics, pics, pellarics, camatorts i becarics. Si la polla no hagués sigut xica, pica, pellarica, camatorta i becarica, els sis polls no haguessin sigut xics, pics, pellarics, camatorts i becarics”.

De fet, si el discurs és part d’un ritual i, com en tots els rituals, el que importa realment és la forma, el protocol, l’americana, la corbata (o l’absència de corbata), ¿importa gaire què s’hi diu exactament? ¿En una cerimònia religiosa feta en una llengua morta (una missa en llatí, per exemple), importa gaire que part dels fidels no entenguin el text? Encara més: ¿cal dir res en concret? Els polítics són grans malabaristes, i per això els seus discursos són exemplars: plens de paraules comodins que, amb gran mestria —per quedar com a gent responsable—, apliquen en el moment just encara que, de fet, siguin fum i prou: lletres que formen síl·labes que formen paraules per cobrir l’expedient”.

Albert Lladó

Albert Lladó (Barcelona, 1980) es editor de Revista de Letras y escribe en La Vanguardia. Es autor, entre otros títulos, de 'Malpaís' y 'La travesía de las anguilas' (Galaxia Gutenberg, 2022 y 2020) y 'La mirada lúcida' (Anagrama, 2019).

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