«Vidas elevadas», de Miguel Baquero

Vidas elevadas. Miguel Baquero
Talentura Libros (Madrid, 2011)

Tres personajes ligados con la literatura (uno, un autor consagrado; otro, un poeta de éxito fulgurante, en la cresta de la ola; el tercero un poeta también, que se pretende más serio) se encuentran en las páginas de esta novela. Sumergidos en sus peripecias librescas (que no dejan de tener cierto carácter de aventura), del encuentro entre ellos y las confidencias que se hacen sobre el curso de sus vidas y sus cuestiones laborales, salen a la luz muchas de las imposturas de que se nutre el mundo literario. Fingimientos, poses, intereses diversos y, al fondo de todo, por  supuesto, el ansiado premio de la subvención…

En Vidas elevadas, tercera novela de Miguel Baquero, el mundillo literario, tal y como lo conocemos, es el protagonista. Por medio de la caricatura y llevando a sus pobres personajes poetas al borde mismo del ridículo, Vidas elevadas nos presenta un cuadro, dominado por el humor, como en el autor es norma, donde todos aquellos gestos, poses y frases insignes que siempre se han usado para impresionarnos descubren el fondo de atrezzo que hay tras ellas y se encuentran, al final, francamente derrotadas por el escenario libre y sincero de la vida cotidiana. La novela de Baquero parece estar planteada como un combate entre la trampa y la verdad, entre el pulso lánguido del arte grandilocuente y el latir impulsivo y fresco de lo que ocurre a nuestro alrededor.

El resultado del combate parece estar claro desde el primer momento, pero no importa tanto eso (la vida real siempre parte con ventaja) como asistir al grotesco modo en que la solemnidad no puede sostenerse, contemplar cómo la verdad va minando todos los trampantojos.

Planteada tal vez como una pequeña venganza ante ese mundillo literario que es verdad que nos ofrece cada día espectáculos lamentables de egolatría y falsedad, Vidas elevadas, de la forma más modesta, parece proponer una regeneración de todo esto, una cicatrización de la brecha (tan patente, por ejemplo, en el arte contemporáneo) entre la realidad tal cual es y la realidad vista por el arte. Y todo ello, por supuesto, desde el humor, que en el caso de Baquero es hablar de páginas hilarantes (aconsejo al lector, si me permite, acercarse sólo, si quiere, al texto de la solapa, donde se muestra un claro ejemplo del estilo). Un humor que uno se imagina nacido de la alegría y el asombro por la vida, algo que tantas veces, ¡ay!, parece haber estado reñido con el arte de sonido
hueco y disfraz de tonos oscuros.

Abel Posse

Abel Posse

Abel Posse (Sevilla, 1970) es licenciado en Filología y aficionado a la
literatura. Como tal, ha sido finalista de diversos concursos locales de
cuentos y microrrelatos y ha colaborado como reseñista en revistas
culturales digitales, como Digitalone, Caleidoscopio, Literaturas.com, La
vieja factoría y otras. Actualmente está ultimando la publicación de su
primera novela, "Memorial de envidias". Es autor asimismo de poemas y escritura creativa.

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