«Horas para Wallada», de Miguel Ángel Cáliz

Horas para WalladaHoras para Wallada. Miguel Ángel Cáliz
Paréntesis Editorial (Sevilla, 2009)

Una muchacha cuyo nombre hasta yo misma he olvidado. Así se define la favorita del Sultán de Granada Mohammed VII durante la confesión en la que nos va a relatar su vida. Siguiendo el ritmo de las horas marcado por una clepsidra, Horas para Wallada narra los intentos por mantener en el poder a un sultán gravemente enfermo, al tiempo que recorre los avatares de una vida azarosa. Tras haber nacido cristiana en la Provenza, y tras haber vivido en la República de Génova, la protagonista llegará al Reino Nazarí de Granada siendo una adolescente. Convertida al Islam y bautizada como Wallada, en honor de una poetisa de la época califal, terminará uniéndose a un grupo de conspiradores que tratan de apoderarse del trono de la Alhambra.

Las costumbres amorosas de la corte, las luchas de frontera con los reinos cristianos, la situación en las medinas de al-Ándalus así como las complicadas relaciones internacionales con otras naciones del Mediterráneo en los inicios del siglo XV, forman parte también de la trama.

Apasionada de la poesía, impregnada del humanismo renacentista que se imponía en las cortes europeas, pero también de la fabulosa cultura que el Reino Nazarí de Granada aún atesoraba, Wallada es un personaje que se rebela contra las imposiciones que someten a la mujer, y que se atreve a pensar que, en contra de lo que imponen los clérigos y fatalistas, cada hombre es dueño de su destino.

Tanto ha sido el éxito de la novela histórica en los últimos años, que muchos de los títulos publicados han entrado en las listas de los más vendidos. A ello ha ayudado, por supuesto, una formidable campaña publicitaria y un metérselo por los ojos a los lectores con lugares destacados en todas las librerías. Muchos de estos títulos, a mi juicio sin valor literario alguno, son mero entretenimiento. No citaré nombres porque creo que estarán en la mente de todos.

He debatido en algunos foros sobre lo que es o no literatura, y muchos de los best sellers que nombraba a título de escarmiento, eran este tipo de piltrafas que podría resumir en una aceptable historia sin pretensiones mal contada. Lo siento por todos aquellos que veo a diario en el metro soportando en las muñecas el mamotreto de turno (casi ninguno baja de las 900 páginas) comprado a precios de escándalo.

A mi juicio la literatura requiere más que servir de simple pasatiempo. Pero, al fin y al cabo es lectura, y prefiero que se lea “eso” a que no se lea nada. La novela histórica, créanme, es otra cosa y quizá alguno de los lectores de este tipo de propuestas se encuentre en alguna ocasión entre las manos con El Hereje de Delibes o la novela de Miguel Ángel Cáliz*, Horas para Wallada.

Si desean dejarse llevar por una trama que atrapa, ubicada en la Granada Nazarí, que tiene por protagonista a la Preferida del Sultan, y que te sumerge en aquellos años convulsos de forma obsesiva… Si quieren una historia bien hilvanada, entretejida con elipsis e informaciones que se van revelando poco a poco de modo magistral… Si, por supuesto, esa historia está maravillosamente escrita, sin pedanterías ni aclaraciones de experto, con un ritmo vivo y creciente que enreda al lector… Si claman por una novela que perdure en su mente, a la que acudir más adelante para disfrutar de su relectura… no lo duden, Horas para Wallada es su novela.

Una propuesta literaria en la que escucharán el murmullo de los chorrillos de las fuentes en los palacios nazaríes y el bullicio de la medina, los poemas recitados a la luz de la luna, en la que percibirán los olores del pasado, los aceites y los perfumes orientales, en la que comprobarán que la ambición y la maldad están insertas en el hombre desde sus principios. Una narración que les dará qué pensar.

Precisamente por eso, por buscar la reflexión en el lector, debemos acudir a la literatura para volver a caminar sobre el suelo y comprobar que seguimos siendo seres de barro. Esa, entre otras, es su función, y precisamente eso la diferencia de aquellas otras propuestas narrativas que al inicio de esta reseña mencioné.

* Miguel Ángel Cáliz nació en Granada, donde ha impartido talleres literarios y es colaborador en diversos medios de comunicación. Publicó el libro de relatos Inventario, además de ser incluido en numerosas antologías, como por ejemplo Relatos para leer en el autobús. Dirige colecciones de relato y narrativa en la Editorial Traspiés, y es el coordinador de Revista SPJismos.com, dedicada a los géneros breves en la web. Mantiene el blog domuscaliz.blogspot.com.

Horas para Wallada es su primera novela.

Esteban Gutiérrez Gómez

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Esteban Gutiérrez Gómez

Esteban Gutiérrez Gómez (Madrid, 1963) es un escritor español. Imparte talleres de creación literaria especializados en narrativa breve (cuento, relato y microrrelato), es asesor literario de la "Revista Al Otro Lado del Espejo", dedicada en exclusiva a la narrativa breve e impulsor del "Manifiesto por el cuento"". Su blog El laberinto de Noé" está dedicado al mundo del relato. Autor de "El laberinto de Noé" (La Tierra Hoy, 2008) y de "El colibrí blanco" (EH. Editores, 2009).

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