«El alzamiento», de Brian Keene

El alzamiento. Brian Keene
Traducción de Alberto Morán Roa
Dolmen Books (Barcelona, 2010)

Como todos sabemos es muy fácil apuntarse a una moda, ya verse esta sobre la vestimenta, el peinado, la comida, las formas de pensar y, como no, también, sobre la producción cultural, tanto en el cine, en la TV o la literatura. Más difícil es conseguir poner de moda algo y darle una fuerza motriz que se alimente a sí misma y sea alimentada, también, por otros. Este es el caso de El alzamiento, uno de los libros que juntamente con Guía de supervivencia zombi de Max Brooks dieron al género de la literatura zombie un pistoletazo de salida que lo ha mantenido, hasta el día de hoy, con una fuerza creativa impensable hace tan solo unos pocos años. Y no es de extrañar, ya que El alzamiento es una aventura post-mortem que nos pondrá los pelos de punta. Una historia, o mejor dicho, unas historia/s potente/s y una situación electrizante que nos llevará a una culminación brillante. Me explicaré.

El alzamiento nos propone una serie de tramas que acaban confluyendo en un final coral. Éstas son: la historia de un padre en busca de su hijo aún vivo tras la hecatombe zombie; un sacerdote que ha sobrevivido al desastre refugiado en su iglesia; una prostituta drogadicta a la que le acompaña la suerte, un soldado que forma parte de una unidad del ejército que ha dejado de defender los valores del Estado y un científico causante (seguramente) del inicio del fin del mundo.

El alzamiento nos propone ideas originales en este actual y convulso mundo de los muertos vivientes. En la novela de Keene la causa del Apocalipsis parece residir en el mundo de los científicos. Y más que zombies parece que la humanidad se ha de batir con una especie de muertos poseídos arribados a este mundo a través de una puerta dimensional abierta por los experimentos científicos llevados a cabo por un acelerador de partículas, algo que nos recuerda los temores que provocó al mundo civilizado el inicio de la actividad, en el año 2009, del acelerador, o mejor dicho, del Gran Colisionador de Hadrones del CERN sito cerca de la frontera franco-suiza y su relación con la creación de agujeros negros (como los existentes en las economías de los países más desarrollados).

Brian Keene (Foto: 123nonstop.com)

La obra de Keene plantea, como decía, situaciones originales con respecto a otros argumentos de la literatura post-mortem. Los zombies de El alzamiento piensan, mantienen una inteligencia activa aunque sus cuerpos siguen un proceso propio de putrefacción. Piensan, pueden utilizar artefactos, ya sea disparar armas de fuego o conducir automóviles, e incluso pueden discurrir estratagemas, lo que los hace mucho más peligrosos que los zarrapastrosos y torpes muertos vivientes de Romero o los veloces y agresivos, aunque sin demasiado raciocinio, zombies de 28 días después o El amanecer de los muertos. Pero aún hay más, y es que la resurrección zombificada no afecta solo a los hombres sino que los animales (¡¡todos!!) también se pueden convertir en zombies, por lo que el peligro se haya en todos los lugares y amenaza en todas las esquinas.

A la originalidad de la situación se le suma unas tramas bien perfiladas que se van desarrollando de forma alternada y paralela. Aquí se nota la buena pluma de Keene, quien domina las claves del género. Iremos avanzando a través de las cuatro historias aterrorizándonos no solo con el pavor causado por los zombies, sino también por la respuesta dada por los pocos humanos supervivientes. Los protagonistas tendrán que luchar contra los muertos y, también, contra los vivos en una fuga del infierno que les llevará hacia lugares incluso peores.

Keene parece, así, más interesado en analizar el comportamiento de los vivos que el de los muertos, como, claro está, no podía ser de otra forma. En El alzamiento encontramos acción, aventura, terror, emoción, humanidad y perversión. Avanzaremos en un esfuerzo vital de todos los personajes por conseguir sus objetivos: salvar a su hijo; respetar y seguir los designios de Dios; reparar el daño que se ha cometido… Todo esto enmarcado en una vorágine de violencia que caracteriza al mundo resultante de una catástrofe zombie.

Como decía, Keene avanza en la historia con un dominio sutil tanto de las formas como de los contenidos, lo que le permite preparar un menú literario post-mortem para disfrutar de la historia y aterrorizarnos con los contenidos. Todo un acierto de la editorial Dolmen al haber conseguido los derechos en castellano de la obra.

Y ya sabe, si quiere pasar un mal rato embarcándose en una historia (o mejor dicho, en varias historias) terrorífica en un ambiente post-apocalíptico salpicado de vísceras y otros cascajos humanos, ya hace tiempo que tendría que haberse dirigido a su librería de confianza y pedir un ejemplar de El alzamiento de Brian Keene, o mejor incluso, hágase con un ejemplar de cualquiera de las obras del autor y, si puede, con su última creación, La ciudad de los muertos (2011). ¡¡Si le gusta disfrutar la literatura de terror… claro está!!

Jorge Pisa Sánchez
http://cinelatura.wordpress.com

Jorge Pisa Sánchez

Jorge Pisa Sánchez (Barcelona, 1976), licenciado en Historia. Ha escrito dos libros en la colección Breve Historia de la editorial Nowtilus y ha colaborado en diversos proyectos y revistas digitales. Dirige la sección de teatro de la web www.indienauta.com y el blog Culturalia.

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