Unos ilustres desconocidos en la Isla: «The Beatles en Tenerife», de Nicolas González Lemus | Revista de Letras
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The Beatles en Tenerife. Estancia y beatlemanÃa.
Nicolás González Lemus
Nivaria Ediciones (La Laguna, Tenerife, 2010)
CorrÃa 1960 y cinco chicos de Liverpool tocaban en un local de Hamburgo. Un veinteañero alemán con pinta existencialista entró en el local y se quedó prendado por lo que escuchaban sus oÃdos. Era Klaus Voorman y el quinteto que actuaba cada noche en el Kaiserkeller estaba compuesto por Pete Best, Stu Sutcliffe, George Harrison, John Lennon y Paul McCartney.
El fenómeno y la calidad tardarÃan en llegar. El grupo habÃa sufrido ciertas transformaciones desde esa lejana noche germana. Pete fue expulsado y Ringo dio el toque justo, indispensable por mucho que algunos desdeñen al verdadero señor de los anillos, a la baterÃa, marcando el ritmo y acompañando a Paul, siempre solvente con el bajo. En 1962 consiguieron su primer contrato discográfico, pulieron defectos y se lanzaron a la aventura de conquistar el mundo desde su isla hasta el infinito.
Paul, George y Ringo en la piscina del Lido San Telmo
Las vacaciones del guitarrista, el baterÃa y el bajista del ilustre cuarteto se poblaron de visitas tradicionales que, sin embargo, tienen el valor de mostrar una determinada visión de esa España en vÃas de desarrollo. El Lido San Telmo era el último reclamo del Puerto de la Cruz, siendo frecuentado el establecimiento por mitos mundiales como Winston Churchill, que con toda probabilidad no se emocionaba al ver cómo los aborÃgenes como los aborÃgenes con las rubias despampanantes que se dejaban caer por el establecimiento.