«Hombre muerto corre», de E. P. Kaplan

Hombre muerto corre. E. P. Kaplan
La Página Ediciones (El Sauzal, Tenerife, 2012)

Seguramente este libro tenga mucho de profético: en unos tiempos en los que en lo televisivo, y por ende en el mundo del espectáculo, lo que prima es la novedad y la captación del público por encima de todo y en especial por encima de cualquier ética. Estamos viendo reality shows que parecen competir entre sí a ver cuál es más enrevesado y cuál consigue llevar a los concursantes más al límite. Pues bien, así las cosas no sería de extrañar que en breve fuera viable el argumento de esta novela:

Un hombre lucha por su vida frente a un sicario que pretende matarle. Si consigue sobrevivir, se lleva un alto premio en metálico, pero si es abatido se lo lleva el otro. Y toda esta lucha se desarrolla frente a unas cámaras de televisión fijas en los movimientos de ambos, ante los ojos de unos espectadores ansiosos que cruzan apuestas sobre cuál de los dos será el que venza y sobreviva finalmente y se haga acreedor del gran premio del concurso. Bueno, es el espectáculo, el show ante todo…

Con tan inquietante argumento hace su presentación el novelista E. P. Kaplan, autor de éxito internacional adaptado a nuestro país por dos escritores especializados en novela negra de la talla de Empar Fernández y Pablo Bonell, autores ellos mismos de destacadas novelas del género. En el caso de esta obra, nos encontramos, como se ha visto, ante un argumento anclado en la realidad que lleva las posibilidades hasta sus límites y que, consecuentemente con ello, traza un relato minucioso, creíble y emotivo de todos los personajes implicados en el juego, o mejor sería decir “en el espectáculo”, desde los actores protagonistas a quien marca el guión o enfoca las cámaras, o incluso al espectador nervioso que hace sus apuestas. Todos ellos están trazados de manera muy convincente y rotunda, movidos por razones lógicas y atacados igualmente por miedos naturales.

Asimismo, las situaciones (o mejor digamos “las escenas”) en las que han de “actuar” los personajes están todas descritas con gran agilidad y en un tono de suspense creciente hasta desembocar en un casi apoteósico final, como no podía ser menos en un show de este tipo, que debe mucho a lo cinematográfico.

En suma, una excelente novela que descubre a un autor muy capaz y con grandes posibilidades para implicarnos en la historia y dejarnos con esa sensación inquietante de que todo lo que se ha leído, pese a lo horroroso, no sólo pudiera ser posible, sino que lo extraño en que no esté sucediendo ya.

Miguel Baquero
El mundo es oblongo