Capaz de narrar las mutaciones que experimenta un sentimiento para tornarse en otros en un círculo vicioso, su narrativa parece moverse al filo del abismo en ese espacio que se abre entre las orillas de la felicidad y la infelicidad...
En la tercera persona, tal y como la plantea Álvaro de la Rica, parece estar involucrado el imaginario de alguien y su necesidad de proyectarse en otra persona...