Piadosos infanticidios: «La asesina», de Alexandros Papadiamantis | Revista de Letras
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El golpe de genio llega desde la mente, e impresiona analizarlo. Lo bonito de ciertas lecturas es coger el libro y estudiarlo con precisión histórica, sabiendo en que fecha y circunstancias fue escrito. El siglo XIX aun anclaba su nave en la condena teológica, y ese determinismo comportaba un sentimiento de culpa que raramente deja rienda libre a la casualidad como motor fundamental. Por eso casi aplaudimos cuando el deseo de la matriarca se cumple y una desdichada cae y fallece tras unas jornadas de agonÃa. El problema es que a veces dos más dos no son cuatro, y la policÃa encaja piezas de manera deductiva, sin cientifismos. Aparece el miedo y Fajula huye por un crimen que sólo ha sido anhelo, pues ella, sin que sirva de precedente, nada hizo para que la pequeña terminara en las profundidades.
A. Papadiamantis (Foto: Pavlos Nirvanas)
La fuga y lo cómico: escapar como recapitulación humorÃstica.
Enriqueta Martàno escapó. La pillaron con las manos en la masa, con varias secuestradas y un cuarto de los horrores. Su crónica es plenamente moderna porque contemplaba la matemática de lo criminal en compartimentos estancos. La asesina de Papadiamantis es más humana que los humanos, por eso emprende la senda de la montaña. Lo ridÃculo de su situación es la culpa que arrastra aun siendo, parcialmente inocente. Sus peripecias en la soledad la transforman en una graciosa vÃctima a la que todos piden ayuda taumatúrgica. Es sabia y famosa en su región por ser una pequeña enciclopedia de herboristerÃa andante, dueña de milagros, maga de pociones sanadoras. Los pastores de la zona saben de sus dones e ignoran su nueva afición, afÃn al estrangulador de Boston y con ribetes destripadores. Se instaura, otra contemporaneidad anticipada, un tono de comedia all’italiana que en realidad destila el clásico aroma mediterráneo, donde la risa y el llanto se igualan, porque desde lo antónimo tienen el hermanamiento del sinónimo, se asocian por inercia; su diferencia es más bien exigua y el umbral de la sensación tiene una tela muy fina de un tacto que depende de matices interpretativos.
Extraordinaria traducción de un texto tan complejo. Absolutamente recomendable. Gracias a la editorial.
Extraordinaria traducción de un texto tan complejo. Absolutamente recomendable. Gracias a la editorial que ha descubierto a la traductora: Laura. PodrÃamos saber algo más de ella.
Extraordinaria traducción de un texto tan complejo. Absolutamente recomendable. Gracias a la editorial.
Extraordinaria traducción de un texto tan complejo. Absolutamente recomendable. Gracias a la editorial que ha descubierto a la traductora: Laura. PodrÃamos saber algo más de ella.
Me ha gustado mucho la reseña del libro de Papadiamantis. Yo lo descubrà a través de la traducción al catalán de Raül Garrigasait, igualmente excelente, sobre todo teniendo en cuenta la complejidad de un texto que combina tantos regitros/niveles lingüisticos. Por otro lado, añadir que me alegro de que se contribuya a la difusión de la literatura griega moderna/contemporánea, o de cualquier otra literatura no dominante en el mundo globalizado actual. En una de las asignaturas de un máster que estoy cursando, el profesor, experto en novela detectivesca, policiaca y de crÃmenes, no expresó el más mÃnimo interés en la descripción que hice de esta novela, hecho que yo atribuyo a su ignoracia, etnocentrismo (literatura = literatura en inglés + alguna cosa anecdótica procedente de paÃses cuya lengua tiene un peso demográfico significativo) y prejuicios (Grecia = perÃodo clásico).