«Zombis rubias», de Brian James

Zombis rubias. Brian James
Traducción de Mª José Quiroga Fernández
La Factoría de Ideas (Madrid, 2009)

Es una suerte para todos aquellos afortunados a los que les gusta e incluso les apasiona la literatura de terror, el que este género se haya puesto de moda no tan solo en las librerías sino también en otras plataformas de comunicación de masas que incluyen a sus más grandes exponentes, como el cine y la televisión. Vampiros, hombres lobos, personajes extraídos de los cómics y de las novelas de terror pueblan y habitan innumerables páginas, metros de celuloide y minutos de capítulos seriales.

Arrastrados por esta moda también los zombis han copado una parte del mercado, y por lo que parece, cada vez con mayor fuerza. Algo de loar ya que los muertos vivientes han sido siempre considerados por sus más famosos y glamorosos compañeros de género, como infectos y nauseabundos acompañantes de viaje.

Una de las novelas que han aparecido últimamente (más concretamente, en noviembre del años pasado) y que trata el tema de las postvida es Zombis rubias, una trama que podríamos catalogar en el género de las historias de teenagers de instituto aunque con un toque algo siniestro y paranormal.

Hannah Sanders llega con su padre a Maplecrest, un pequeño pueblo estadounidense, en busca de trabajo y huyendo de las deudas y las desilusiones de su etapa anterior. Hannah, una adolescente que pasa por una de las etapas más difíciles y decepcionantes de la vida, está harta de abandonar casa tras casa siguiendo a su padre trabajo tras trabajo. Aunque este no va a ser el problema más grave al que tendrá que enfrentarse, pues la llegada al nuevo instituto representará el contratiempo más difícil al que se tendrá que enfrentar. En sus primeros días en él, Hannah descubrirá que el grupo de las chicas populares esconde detrás de sus lindos rostros un terrorífico secreto que amenaza con apoderarse de la totalidad del vecindario.

Como he dicho, una trama que transpone la típica historia de intereses y enfrentamientos entre los alumnos y, sobre todo, las alumnas de instituto al mundo del terror. Si ya de por sí puede llegar a ser terrorífica la competencia y la rivalidad entre los bachilleres más exaltados y dominados por su reciente encuentro con las hormonas y la sexualidad, como ya nos han mostrado cientos de películas, normalmente de origen americano, el asunto se complica cuando la nigromancia y la amenaza zombi se apoderan de la situación.

Foto © Mark Marek

En este caso los, o mejor dicho, las zombis a las que se tendrá que enfrentar Hannah no son otras que las animadoras del equipo de futbol americano del instituto, que gracias a algún tipo de sortilegio y a las malas artes han conseguido potenciar su belleza y el encanto que ejercen sobre todos los demás. Y estarán dispuestas a enfrentarse a cualquier amenaza, como la que supondrá la llegada de la nueva estudiante al centro. Aún así, Hannah no se hallará sola, sino que conseguirá la ayuda de Lukas, algo parecido al estudiante más freak y rarito del high school.

Por desgracia para un libro que se titula Zombis rubias y que centra su atención en el peligro mortal creado por ellas, aunque las rubias aparecen casi desde el primer capítulo, los/las zombis brillan por su ausencia hasta casi el mismo final de la obra. La mayor parte de la trama se centra en las averiguaciones y sospechas de Hannah que, ayudada por su inseparable amigo de desventuras, acabarán enfrentándose a la caterva de no-muertos que se quieren apoderar de su vida y con ella de la plácida existencia de Maplecrest.

Es así, más que un libro de terror, una novela de suspense y sospecha “juvenil” en la que el lector no puede hacer nada más que ponerse del lado de la recién llegada e intentar avisarla del tremendo peligro al que tendrá que hacer frente. Unos zombis que, por otro lado, nadie nos dice de donde provienen, a dónde van, si es que van a algún lado, y cual es el motivo de su existencia. Además, su naturaleza no queda del todo clara y su creación es muy pero que muy diluida, lo que no es nada más ni nada menos que un sacrilegio para cualquier buen aficionado al género zombi.

Brian James (Foto propiedad del autor)

Su etiqueta de juvenil no es nada forzada ni gratuita ya que el autor de Zombis rubias, Brian James, posee una reputada carrera en la literatura infantil y juvenil, cosa que le permite trazar de forma precisa y concreta los pensamientos y las actitudes de Hannah y de Lukas, los protagonistas, y todos los temores, decepciones y cambios de temperamentos y compañías que ambos tendrán que soportar.

Zombis rubias es, pues, una obra que seguro que satisfará las demandas de un público joven gozoso de aventuras zombis que emulen, aunque solo sea en parte, a sus vampíricas majestades de la saga Crepúsculo, aunque puede defraudar a todo aquel que busque en sus páginas una historia de terror que le haga mirar debajo de la cama un par de veces antes de cerrar los ojos y disponerse a dormir.

Jorge Pisa Sánchez

Jorge Pisa Sánchez

Jorge Pisa Sánchez (Barcelona, 1976), licenciado en Historia. Ha escrito dos libros en la colección Breve Historia de la editorial Nowtilus y ha colaborado en diversos proyectos y revistas digitales. Dirige la sección de teatro de la web www.indienauta.com y el blog Culturalia.

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