Es una historia que, pese a la convergencia de las piezas, se bifurca en muchos caminos.
Esa era la intención. QuerÃa transmitir que la realidad es más compleja de lo que suelen presentar ciertas novelas donde parece que todo se aclara.
SÃ, y además esta reflexión sale en el libro cuando Croce le dice a Renzi que el periodista ha leÃdo demasiada novela negra y por eso piensa que los casos de crónica se resuelven al estilo de las historias de detectives. Y no es asÃ.
No es asÃ. TenÃa que tratar de dar la sensación de movimiento en la realidad pero al mismo tiempo lograr que el lector tuviese las pistas necesarias para atar cabos de la historia. Está todo dicho para comprender lo que sucedió, pero no querÃa cerrarlo con formas esquemáticas y previsibles.
Hay conclusiones en Blanco nocturno, pero precisamente al haber muchos caminos supongo que quizá cate lo que más le guste.
Llega el forastero, pero es una excusa que destapa todas las grietas que hay en el pueblo.
Es un poco esa idea del que llega de afuera y trae consigo la tragedia. Me interesaba que el universo de la novela, que empieza con marcas irónicas, virase hacia una situación que considero trágica.
En este caso, ya hablaremos más tarde de las dualidades, las hermanas introducen directamente al lector en la esencia del pueblo, y aquà se cruza una historia dentro de la historia: no podemos entender lo que se nos narra sin escarbar en el pasado.
Tenemos unos datos sobre esta familia y tenemos un inspector que está insertado en el contexto del pueblo, y por eso hasta que no llega el periodista no empezamos a ver más capas, porque al fin y al cabo Croce es un ente local.
Y su aparición cambia el ritmo de la trama, porque hasta ese momento uno siente estar en una novela de detectives que no lo es.
Renzi aparece en otros libros y siempre tiene la particularidad de permitirme dar nuevas versiones. Es un testigo, se va implicando en los acontecimientos, como un personaje que parece venir de otro lugar y por eso es un buen interlocutor.
El elemento externo que ve las cosas más claras.
Y que genera en los demás la intención de contarle lo que no pueden contar a las que ya la conocen.
En esta primera parte Croce al llevar las riendas de la investigación insiste mucho en la que yo considero una de las claves del libro, la máxima no te ciñas en lo que parece, sino en lo que es.
Es uno de los elementos que me han servido para elaborar un mapa y Croce se aferra a esa máxima.
Y Renzi, no la comprende porque aún le falta indagar en la realidad del pueblo, no comprende sus mecanismos.
Es verdad, y uno puede encontrar una conexión secreta entre ambos, marginales al universo más estable del pueblo, están los dos en una situación excesiva.
Acertaste con ese pensamiento. Luca viene de una historia personal, un primo que hizo una fábrica, se fundió la fábrica y se mantuvo encerrado en la planta. Lo conocÃa desde chico, y siempre tenÃa la sensación que construÃa objetos para los cuales la realidad no estaba preparada, y con Croce pasa lo mismo, resuelve los crÃmenes de una manera totalmente mágica. Es cierta esa relación, pero uno a veces no delibera estas cosas, no se puede escribir con todo programado, y de modo espontáneo se producen estas asociaciones. Asà se descubren cosas desconocidas.
Quizá esta idea me vino porque desde un principio leà la novela desde la idea de dualidad. El extranjero y el pueblo. Dos mentalidades. Dos justicias. Dos hermanas y el dibujo del conejo-pato.
Nunca vemos las cosas por primera vez. Uno ve porque sabe algo previo. Un platonismo extraño. Hay un lugar donde está ese objeto puro, pero uno lo que ve es algo que ya está en cierto sentido afirmado en un conocimiento.
Como buenos luchadores que son, tanto Croce como Luca topan mucho con el estereotipo y lo que interesa a los mandamases del pueblo, esa obstinación en preservar la apariencia.
Por eso Croce descubre lo que no vamos a contar del crimen. (risas)
Y sólo tras el crimen se abre verdaderamente la caja de los truenos en el pueblo.
Eso es lo que nosotros pensamos, la diferencia entre cuento y novela. El cuento trabaja con situaciones y trama, pero la novela necesita los personajes, que muchas veces alteran la lógica misma de la trama y empiezan a crecer por sà mismos.
El contexto en que se enmarcan los personajes de Blanco nocturno, y el mismo aire narrativo, hacen pensar en una obra shakesperiana, con dramatis personae y una fuerte tensión dramática.
Con lo que dices el personaje obliga al lector a pensar más…
Y lo pone en un lugar de una experiencia que, ojalá, en algún momento, el lector se encuentre frente a ese dilema.
La madre de las Belladona resume muy bien lo que expresas cuando dices que lee novelas de todos los paÃses menos las argentinas, porque eso ya lo conoce.
Claro, se siente atraÃda hacia lo desconocido.
Ricardo Piglia (Foto: Escritores.org)
Pero se tendrÃa que tratar lo desconocido de lo desconocido, es decir pisar la calle y mostrar la realidad bajo otra perspectiva, que desde mi punto de vista no debe basarse en un abuso de lo tecnológico en la narrativa, está bien hablar de ello, pero insertado en el contexto, no como fuente exclusiva.
Los personajes deben pisar la calle. La relación con el mundo contemporáneo no se debe reducir a mandar mails o cartas, eso es una cuestión de contenido, como ahora los personajes van en auto y en tiempos de Stendhal en carruaje. El problema es si la percepción de la experiencia contemporánea nos ayuda a los novelistas a modificar algo de nuestra propia experiencia.
En Blanco nocturno Croce se acerca el mundo y en cambio Luca hace que el mundo se le acerque con la tecnologÃa. Me parece bien que se hable de la tecnologÃa, pero integrada en la sociedad. En tu novela la fábrica puede parecer fantástica, pero antes decÃas que nace de experiencias propias.
Como sigue teniendo plena vigencia la victoria de lo que parece, no de lo que es, tanto en las relaciones cotidianas como en la clase dirigente. La historia se repite.
Ya casi para terminar querÃa preguntarte cómo ves el panorama actual de la narrativa argentina, este año he entrevistado a varios autores de tu paÃs y percibo mucha variedad.