Hombres. Laurent Mauvignier
Traducción de Antonio-Prometeo Moya
Anagrama (Barcelona, 2011)
Por algún extraño motivo las fiestas de cumpleaños siempre han sido un objeto de conflicto en cine y literatura. Las celebraciones suelen condensar en un espacio muy reducido a muchas personas que comparten vÃnculos sanguÃneos o de amistad, lo que naturalmente muchos creadores han usado como perfecta excusa para generar tensiones capaces de enhebrar una buena historia. Mientras escribo estas lÃneas pienso en Helmut Berger en la maravillosa escena inicial de La caÃda de los dioses de Luchino Visconti, pero el libro que nos concierne tiene otro tipo de matices que virarán a un pasado de guerra capaz de alterar por completo la personalidad de los hombres protagonistas de la novela de Laurent Mauvignier.
El autor describe la contienda con frialdad. En algunas páginas asoma El desierto de los tártaros de Dino Buzzati y esa vista puesta en un horizonte donde no aparece nadie. Castañean los dientes, el horror es incendio y la rutina del regimiento tiende sus redes y el único respiro es el permiso a Orán para volver a la normalidad de lo humano con cerveza y mujeres, esa Mireille que encandila a Bernard y le hace albergar deseos de formar una familia y montar su taller mecánico en ParÃs para desterrar lo rural y sentirse independiente de una vez por todas. Entre el anhelo y la realidad media un mundo de inseguridades, un universo que nos parecerá arcaico por mucho que hasta hace bien poco marcara la pauta. Cartas, desengaños, desconocimiento que conduce a precipitarse y mucho callarse la boca en un ambiente hostil sólo por lo que conlleva haber presenciado matanzas, violaciones y saber que un dÃa quizá el boleto pueda tener tu nombre y tu placa, porque los soldados son un número, retorne al hogar para certificar tu defunción.
Después de leer tu crónica ya no tengo que leer el libro. DeberÃas avisar que hay spoilers.
Pues si lo lees verás que no los hay
Muy buena reseña, muchas gracias.