«Los Simpson y la filosofía» (VV.AA.)

Los Simpson y la filosofía. (VV.AA.)
Edición de W. Irvin, M. T. Conard y A. J. Skoble
Traducción de Diana Hernández
Blackie Books (Barcelona, 2009)

21 años después de su nacimiento, The Simpsons, mítica creación de Matt Groening, continúa en la brecha a pesar de un amago de finalización, hace diez años. La audiencia, los seguidores, pidieron más y la serie se ha mantenido durante otra década, dicen que avanzando hacia la decrepitud.

Poco podía imaginar Groening la cantidad de análisis que, al margen del producto televisivo, se iban a producir una vez la serie llegó a mostrar el potencial creativo de sus guionistas. Desde mensajes subliminales a estudios sociales y de comportamiento de los protagonistas, las obras que diseccionan a los personajes de Springfield darían para una enciclopedia del saber. De manera inconsciente, un fenómeno sin mayor pretensión que la de entretener a través de la inteligencia, ha desencadenado que el microcosmos que aparece reflejado en él haya superado al propio creador.

Friedrich Nietzsche

Perteneciente al grupo de estudios humanistas, Los Simpson y la filosofía ofrece un completo análisis de algunas características de la serie y de los personajes principales y secundarios, en paralelo a las sinergias que se producen con respecto al pensamiento filosófico. Quizás puede resultar forzoso recurrir a individuos como Homer, Lisa o Ned Flanders, y mostrarlos como ejemplos de las ideas de Karl Marx, Aristóteles o Friedrich Nietzsche, pero no olvidemos que hacer uso de la cultura popular para acercar y reflexionar sobre filosofía, es la manera más efectiva para entender la función que desempeña esa área del pensamiento.

Es más, los propios editores de este volumen, en el que se recogen las tesis de 21 investigadores y profesores, nos advierten que existe un trabajo previo inspirado en la serie Frasier, otro de los puntales de la comedia televisiva norteamericana, de lo que se deduce que, quizás, sea en este género donde se puedan encontrar más elementos de reflexión. Desde luego, es el  más propenso, por ser productos muy conocidos y seguidos por millones de personas.

Una de las virtudes de The Simpsons es la de mostrar un prisma completísimo de «personajes-tipo», llevados a los límites de sus características, por lo que el estudio de sus comportamientos resulta más efectivo. Las virtudes y defectos de Homer, por ejemplo, permiten la posibilidad de comprobar los extremos a los que se puede llegar mediante situaciones exageradas pero que humanizan al personaje. Resulta muy interesante el trabajo inicial de Raja Halwani respecto al protagonista, ya que, sin duda, es el más complejo de todos: un paleto glotón y egoista que, además, tiene ataques de raciocinio lógico de difícil discusión (aun siendo ridículos), un tremendo amor por su familia y un sentido de la moral discutible, pero también envidiable.

Los retratos del resto de la familia y de otros personajes característicos, además de la visión general de la sociedad de Springfield, capital de este particular mundo amarillo, nos permiten conocer en perspectiva y con ejemplos concisos las ideas básicas de algunos grandes pensadores. Pero, además, se nos plantean cuestiones que van más allá: Desde un estudio del uso de citas o referencias a obras artísticas en sus diferentes disciplinas (literatura, cine, música, pintura…) como método de acercamiento a la reflexión popular a través de guiños fácilmente reconocibles («Los Simpson y la alusión», de William Irwin y J. R. Lombardo; «Los Simpson, la hiperironía y el sentido de la vida», de Carl Matheson); el reflejo de la denominada «familia nuclear», tras algunos años de olvido en la ficción televisiva aunque, en este caso, se trate de un ejemplo totalmente disfuncional («Los Simpson: La política atomista y la familia nuclear», de Paul A. Cantor); la sátira como recurso subversivo y, a su vez, reflexivo  («La función de la ficción: El valor heurístico de Homer», de Jennifer L. McMahon); o la moral, aspecto habitual en muchos de los productos audiovisuales en los que se utiliza a la familia como medio para hacer llegar mensajes sobre el comportamiento humano («El mundo moral de la familia Simpson. Una perspectiva kantiana», de James Lawler). La moraleja nunca falla.

Los Simpson y la filosofía tiene dos lecturas, ambas válidas y eficaces: Por un lado, la que pueden disfrutar los seguidores de la serie. La revisión de algunos episodios referenciados a partir de las ideas ofrecidas en el libro, les darán un significado añadido muy reflexivo a quienes conozcan los entresijos de la obra de Groening, sin olvidar que también se disfrutará con la investigación elaborada por los autores de los textos, ofreciéndoles nuevos aires a lo que ya se conocía sobre los personajes y algunas de sus ya clásicas aventuras. Por el otro, y ese sería el objetivo más valioso de la obra, la que orienta y difunde el pensamiento filosófico partiendo de las ideas de los grandes nombres de esta rama del conocimiento, cada día más accesible gracias a trabajos como los incluídos en este volumen.

José A. Muñoz

José A. Muñoz

José A. Muñoz (Badalona, 1970), periodista cultural. Licenciado en Ciencias de la Información, ha colaborado en varias emisoras de radio locales, realizando programas de cine y magazines culturales y literarios. Ha sido Jefe de Comunicación de Casa del Llibre y de diversas editoriales.

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