Aeropuerto de Funchal. Ignacio MartÃnez de Pisón
Seix Barral (Barcelona, 2009)
Hay quien llama a las antologÃas «antojologÃas» y no les falta razón muchas veces. Mientras no se hagan con juicio amiguista o prepotente las antologÃas llevan implÃcitas esa pátina de antojo o arbitrariedad porque el criterio que se impone el antólogo es siempre muy personal por mucho que se argumenten reglas. Pero la cosa cambia y se complica aún más cuando se trata de antologÃas “personalesâ€.
Puestos a hacer una antologÃa personal (esas en las que un escritor hace una criba de los que lleva escrito y presenta un inventario de lo que es definitivamente lo mejor de lo suyo) el autor se somete a un implacable antólogo y crÃtico: él mismo. Hablo de los buenos autores, porque también están los autocomplacientes o los prepotentes que creen que todo lo que escriben es absolutamente bueno y digno de llevarse a una isla desierta. Pero el caso de nuestro antólogo es del primero de los casos, de los buenos, de los que quieren hacer y hacen una literatura de calidad.
Ignacio MartÃnez de Pisón (Zaragoza, 1956), pone en manos de sus lectores, que cada vez son más, una antologÃa de sus mejores relatos publicados en los últimos 25 años. Es una antologÃa breve para la cantidad de relatos escritos por MartÃnez de Pisón, más de 60, y a la vez es una puerta de entrada al universo literario de este escritor necesario de las letras españolas. Aunque dice que las antologÃas personales no nacen de la vanidad, nosotros agregamos que no todas, menos mal, pero muchas de ellas sÃ.
Una antologÃa es también como el propio autor indica en su nota final, una búsqueda del autor que fuimos, del ser humano que fuimos. Neruda decÃa que “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos†y en literatura esto es aun más cierto todavÃa. La selección de cuentos por parte de un autor nos sirve a los lectores para ver su evolución vital y creativa. MartÃnez de Pisón recorre su obra y no se autocomplace: experimenta la necesidad de hacer un inventario exhaustivo de sus relatos para ofrecernos los mejores, quiere dejar ver el escritor que es hoy, declarando tácitamente que lo mejor de su literatura está por venir. Esta es para mà el gran acierto de este Aeropuerto de Funchal del cual despega un autor renovado.
Estos relatos son un inventario de lo mejor de MartÃnez de Pisón que demuestra qué tipo de escritor es y como considera su obra, una obra que ha crecido a base de técnica y de buen oficio, de renuncia a la pirotecnia verbal y apuntando directo a la historia, llevándonos a recorrerla paso a paso.
Son cuentos de familias o de familiares (excepto “Boda en el hotel Colón†y “Los nocturnos†aunque la pareja convive por un año) en los que son personas de la misma familia la que protagonizan estos relatos sutiles, chejovianos, (alguno a caballo entre Poe y este, por ejemplo “El filo de una miradaâ€), que nos hacen un inventario de sentimientos humanos negativos (“Los nocturnosâ€, la mentira entre amantes, “La hora de la muerte de los pájarosâ€, la indiferencia, “Boda en el hotel Colónâ€, la venganza y la mentira, “Siempre hay un perro al acecho†la culpa, “El filo de unos ojosâ€, la crueldad, “Foto de familiaâ€, el silencio, “El ramo más grande de Valladolid, la ausencia y la mentira†y “Aeropuerto de Funchalâ€, el rencor).
Pero también son, técnicamente, cuentos atmosféricos, (pasa también en las novelas de MartÃnez de Pisón), bien ambientados, ricamente pintados sin ser barrocos ni estar recargados; la economÃa de efectos especiales y florituras lingüÃsticas son un recurso técnico más y una firma de autor que narra y hace escuchar la narración sin despistar al lector. En este sentido técnico, el mejor de todos es “Siempre hay un perro al acecho†(y esta afirmación, al hilo de antologÃas y antólogos, es también arbitraria) en el cual asistimos, desde la consulta médica del arranque hasta el final (no vamos a dar pistas) a una sucesión de escenarios y emociones firmemente construidas.
Los personajes de los cuentos son también un acierto técnico. La crueldad del primo de “El filo de una mirada†o la entrañable tristeza y venganza de Anselmo en “Boda en el hotel Colón†o el abatido y culpabilizado padre de “Siempre hay un perro al acechoâ€, son solo muestras de lo que en este libro vamos a encontrarnos de Ignacio MartÃnez de Pisón.
Podemos decir que este es un libro necesario para entrar al universo MartÃnez Pisón, que es una puerta más. Ãlbum de fotos, eso dice el autor en su nota al final del libro, Aeropuerto de Funchal es una obra que necesariamente tenemos que leer. Es una magnÃfica oportunidad para seguirle la pista al resto de los relatos que se quedaron fuera de esta antologÃa y que seguro que no nos van a defraudar. Descubriremos al Ignacio MartÃnez de Pisón que escribió y recibiremos con alegrÃa al Ignacio MartÃnez de Pisón que ahora escribe y que es tan distinto de aquel. Pero sobre todo en estas fotos, presten atención, seguro que salimos retratados con una sonrisa o mirando distraÃdos para otra parte o con un gesto contenido de rabia o de llanto. Porque muchos de los personajes no tienen nombre, podrÃamos prestarles los nuestros. Sea como sea nosotros también hemos sido fotografiados en estos cuentos. Lean y búsquense, seguro que se encuentran.
Pedro Crenes Castro
http://senderosretorcidos.blogspot.com