Cuaderno de Saì Gòn. Pablo Escribano Ibáñez
Prólogo de Jorge Riechmann
El Desvelo Ediciones (Santander, 2011)
Pablo Escribano Ibáñez (Santander, 1978) expone en Cuaderno de Saì Gòn, su primer libro de poemas publicado por El Desvelo Ediciones, su estancia en Vietnam. La experiencia de conocer al otro, el contraste socio-cultural y el propio yo son los temas que vertebran el poemario, que no renuncia a mostrarnos una visión crÃtica de la realidad; el mismo prólogo, en verso y a cargo de Jorge Riechmann, ya nos indica los derroteros por los que transcurrirán gran parte de los textos.
El libro se abre con poemas donde aparca la nostalgia fácil para instalarse en un presente que brinda oportunidades, que crea espacios propios en lo ajeno, que no cierra ventanas sino que las abre; en palabras del poeta, “en mitad de lo absolutamente ajeno/ se encienden como luciérnagas/ los abdómenes amarillos de lo propio: / nidos donde volver, cobijarse,/compartir el humo y el panâ€. También la sorpresa ante lo extraño tiene sitio, convenientemente poetizada, y sin perder un ápice de frescura, y el yo poético nos muestra el reto, por ejemplo, de cruzar una calle infestada de motoristas, nos describe las bondades que ha ocasionado el progreso en las tribus Akha o sus hábitos:
“Las mujeres casadas muestran sus pechos desnudos,
lunas negras, y al caer
la tarde se asa un perroâ€.
En ocasiones, la estancia en el paÃs ajeno juega un papel secundario y da lugar a poemas de corte reflexivo o incluso lúdicos, que destierran la imagen del libro como artefacto monolÃtico sólo centrado en Vietnam, y que resaltan el propio yo. Destacan, a mi parecer, los titulados Atleta y Nadie.
Gano                                                                     Me gusta viajar a paÃses pobres pobres
a mucha honra                                                    donde las mujeres son guapas guapas
múltiples carreras                                                   para poder ser rico rico
en las que llego                                                                                                     guapo guapo
el último                                                           y dejar de ser por unos dÃas
por mucho                                                                       nadie nadie
Como comentaba más arriba, el componente de crÃtica tiene un peso importante en este libro, en especial con el sistema actual y con la actitud de los turistas, y Pablo Escribano sabe situar el foco sobre situaciones que sobrepasan la propia anécdota y se instalan en otro nivel de significado, como en el poema titulado “Lonelylandiaâ€, donde un viajero se indigna, al bajarse del ciclotaxi, porque el precio supera con creces lo marcado en la prestigiosa guÃa de viajes.
A mi juicio, gana muchos enteros Escribano en las composiciones breves, donde sintetiza toda la idea en una imagen o una situación y las dota de potencia poética, pues da la impresión de que se diluye un poco (un poco, no se asusten) en los textos más largos, salvo en alguna meritoria excepción, como en el poema titulado “Äặng Văn Ngữ 136/24â€.
Puestos a mencionar algo menos positivo (por aquello de una de cal y una de arena), dirÃa que en algún poema, como por ejemplo, en el titulado “Al tercer dÃaâ€, donde el yo poético muestra su soledad (“Se transforma la cama en ataúd/ y en crematorio el microondas/ los dÃas que no queda de esperanza/ ni la inerciaâ€) y es lo erótico, el placer, lo único capaz de rescatarlo, se cuela alguna estrofa demasiado forzada, tÃpica, como la que sigue: “Hasta que viene tu piel tu piel desnuda ardiendo/ iluminando la espesa ausencia negra/y el deseo es nacido de tus manos abiertasâ€. La idea me parece buena, pero la ejecución de esta segunda estrofa no es del todo lucida. El final de poema, insisto, demuestra que sabe hacer bien su trabajo, pues acaba diciendo “Entonces se transforma el ataúd en lecho/ y la desolación se transforma en tostadas.// Resucitar es cosa cotidianaâ€.
No quiero acabar y que se queden con la impresión de este último párrafo. Cuaderno de Saì Gòn es un buen libro, se disfruta en sus múltiples facetas y confirma una vez más la buena salud de la que goza alguna poesÃa española, amparada a su vez por pequeñas editoriales que están llevando a cabo un trabajo, en ocasiones, heroico. En fin, les recomiendo que compren este primer libro de Pablo Escribano, que viajen, a través de su mirada, a Vietnam por lo que les costarÃa un menú de mediodÃa y saboreen sus palabras que poseen, a la vez, gustos exóticos y conocidos.
Rafael Banegas Cordero
http://arsspoetica-rafa.blogspot.com