/

Harari: «El recurso más valioso es la confianza»

El autor de 'Sapiens' conversa con el también historiador Rutger Bregman y la periodista y escritora Llucia Ramis en la Biennal de Pensament de Barcelona | Foto: CCCB

La Biennal de Pensament de Barcelona ha vuelto a congregar a centenares de personas en las plazas públicas de la ciudad. Esta vez, convocados por el CCCB, los historiadores Yuval Noah Harari —a través de videoconferencia— y Rutger Bregman —presencialmente— han conversado sobre los retos del presente y la posibilidad de imaginar un futuro. El acto, dinamizado por la periodista y escritora Llucia Ramis, ha abordado temas como la incertidumbre del presente causada por las crisis bélicas, económicas o medioambientales.

Harari, autor de libros como Sapiens. De animales a dioses: Breve historia de la humanidad, señala que “necesitamos la perplejidad” para vivir y pensar. De hecho, intentar predecir el futuro, asegura, denota cierta arrogancia por nuestra parte. “El futuro no está escrito en ningún sitio, no hay ningún destino insalvable”. Y, aunque es cierto que el apocalipsis forma parte de nuestros relatos ancestrales, considera que lo importante es activar la voluntad política. “Me preocupa que la gente pierda la esperanza”, ha dicho. Y es que, según el también autor de 21 lecciones para el siglo XXI, aún hay margen para combatir el cambio climático si se destina el dos por ciento del PIB mundial. “No es demasiado tarde para tomar las decisiones adecuadas”, insiste.

Rutger Bregman, autor de Utopía para realistas, también ha subrayado que los humanos siempre han tenido la sensación de que el mundo —su mundo— estaba a punto de extinguirse. Por ello, asegura, “es importante tener algo por lo que luchar”. Pero también es fundamental, en ese sentido, “responsabilizarnos de nuestros privilegios”. Alguien que tiene un sueldo medio en los Países Bajos —ha puesto como ejemplo—, ya forma parte del tres por ciento más rico de la humanidad.

“El decrecimiento es el peor eslogan de la izquierda”, asegura Bregman. El verdadero problema, señala, es que el veinticinco por ciento de los trabajadores formados y con talento considera que su trabajo no aporta nada a la humanidad. Esa frustración generalizada es letal, precisamente, para “resignificar” la idea de crecimiento. Harari, por su parte, recuerda que en Occidente podemos hablar de decrecimiento, pero que no podemos pedir a otras sociedades que dejen de crecer cuando más lo necesitan. Según el historiador israelí, lo importante es crear mecanismos para dejar menos huella medioambiental.

De todos modos, Harari asegura que “el recurso más valioso es la confianza”. Incluso, mucho más que el petróleo. Tal y como defiende en sus ensayos, afirma que el dinero es una forma de confianza líquida, una suerte de mito compartido. Si los ciudadanos dejan de tener confianza en los bancos, por ejemplo, el sistema financiero cae por su propio peso. El historiador holandés, por su parte, cree que no se trata solo de eso. También los gobiernos usan su poder, que es muy real, muy físico, para mantener los sistemas que defienden.

Preguntados por Llucia Ramis, Rutger Bregman y Yuval Noah Harari han reflexionado sobre el impacto de la tecnología en nuestras formas de vida. Para el autor de Utopía para realistas, es necesario diferenciar la vigilancia autocrática de la vigilancia capitalista. Y sostiene que hay casos, como el de Cambridge Analytica, que no tienen tanto impacto real como el que se les atribuye, siendo utilizados casi como “una teoría conspirativa” por parte de la izquierda. Harari, en ese sentido, ha sido mucho más contundente: “Nosotros pagamos nuestros propios espías”. “Por primera vez, hoy es posible acabar con la privacidad”, lamenta el autor de Sapiens. Citando a Franco, sostiene que incluso las dictaduras del pasado no tenían suficiente policía para controlarnos como lo hacen los dispositivos que nosotros llevamos encima de forma voluntaria.

“Somos la historia que nos explicamos a nosotros mismos”, asegura Rutger Bregman. Pero se pregunta sobre cómo nos verán los historiadores del futuro. Y pone el acento en el “holocausto animal». ¿Cómo podemos comernos a los cerdos si se parecen tanto a nosotros? No se trata de si un animal tiene capacidad de razonar o no. Lo importante es si sufre con nuestras acciones. Por ello, Harari considera necesario recordar que la realidad existe, que no todo es relato. Y nuestra obligación es preguntarnos quién sufre a causa de nuestros relatos.  Siempre lo podemos cambiar. Y pone de ejemplo el daño hecho durante décadas a la comunidad LGTBI+, y cómo, en la actualidad, hay una revisión de nuestra mirada en ese sentido.

“La mayor parte de los crímenes se han cometido por personas que creían que estaban en el lado correcto de la historia”, defiende Harari. Y por eso es imprescindible desarrollar mecanismos de autocorrección, “como la ciencia o la democracia, que aceptan el error”. Ambos historiadores coinciden en que para conseguir un cambio social duradero, para sostener las protestas, es necesaria la cooperación entre los miembros de la comunidad. “Un movimiento de cincuenta personas organizadas es mucho más efectivo que quinientas personas que se juntan espontáneamente”, concluye el autor de Sapiens. La confianza también es, según el historiador, el epicentro de cualquier revolución.

Biennal de Pensament de Barcelona | Foto: CCCB

Albert Lladó

Albert Lladó (Barcelona, 1980) es editor de Revista de Letras y escribe en La Vanguardia. Es autor, entre otros títulos, de 'Malpaís' y 'La travesía de las anguilas' (Galaxia Gutenberg, 2022 y 2020) y 'La mirada lúcida' (Anagrama, 2019).

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Previous Story

Losada: «El mito forma parte de la naturaleza humana»

Next Story

Levantar un muro

Latest from CCCB