Formas de volver a casa. Alejandro Zambra
Anagrama (Barcelona, 2011)
“Todos los lugares, hechos y personas que aparecen en este libro son reales. Nada es ficticio. Siempre que, debido a mi costumbre de novelista, inventaba algo, me sentÃa obligada a destruirlo. HabrÃa que ser capaz de eso. O de quedarse callado, simplementeâ€.
Tiembla la tierra, y tras doce años de silencio las personas se juntan para compartir el fuego del lamento y la tristeza. El 11 de septiembre de 1973 canceló cualquier atisbo de libertad en el pueblo chileno. La dictadura de Augusto Pinochet instauró un silencio que convirtió cada hogar en una fortaleza protegida y la palabra en un bien que emplear con suma discreción.
En casa no se habla de polÃtica y un señor uniformado aparece en la televisión continuamente, sin avisar. El general que asesinó a Salvador Allende campa a sus anchas e impone el sopor la frustración, con la cotidianidad transformada en una farsa donde las verdades yacen enterradas por miedo a caer en unas redes que ahogan al pescar.
Y aquÃ, claro está, intervienen las coincidencias. Lo interesante es que Zambra no nos engaña y en todo momento proclama sutilmente que estamos ante un artefacto literario. La diferencia con otros, piezas fugaces de un tablero que busca el impacto, es que el escritor de Santiago lo hace porque mediante su relato quiere que reflexionemos sobre la realidad desde una perspectiva que necesita de un muy bien estructurado artificio para apuntalar la reflexión. Padres e hijos intervienen, y no sólo sus voces. Los objetos juegan un papel fundamental que mostrará la brecha generacional y el conflicto de un paÃs que aún se rasga las heridas de ese penoso y lúgubre invierno.
Alejandro Zambra (foto: Anagrama)
El pipiolo que aguantaba el frÃo de los ochenta se ha convertido en un escritor con los tÃpicos problemas de todo ser humano. Ya saben. Crisis de pareja, dudas y la insatisfacción de lo incompleto que pide a gritos recuperar lo perdido en el inconsciente, que de lo individual flota hacia lo colectivo.
SÃ. La labor detectivesca puede resurgir en cualquier instante. Un rostro da una pista y afloran vivencias olvidadas. Claudia se fue y sólo volverá cuando el narrador perciba que el encargo infantil es de largo recorrido. El portal del autobús y la duda adquirirán sentido con las ideas claras. La hermana de la niña, la perseguida del transporte público, será brusca, pero aún asà propiciará el encuentro de dos almas que en el siglo XXI se sumergirán en un doloroso viaje que desde lo minúsculo de la normalidad abarcará el padecer de toda una nación.
[…] Corominas i Julián, Revista de Letras, 3 de julio de 2011.  El poeta chileno ha tejido una novela con una estructura admirable y un […]
Lo compré porque hay que apoyar al escritor local y porque me tincaba la trama, pero… después ni siquiera pude terminarla. Me pareció redundante y poco oroginal, un poco de «Niebla», muy mezcla de muchas cosas, y… no sé.
Me gustó leer tu crÃtica, porque es interesante leer lo que otros opinaron, pero… méh. En desacuerdo, estoy.
Aún asà se aprecian mucho los blogs de letras!!! Saludos,
MP.
[…] http://revistadeletras.net/la-memoria-y-la-repeticion-formas-de-volver-a-casa-de-alejandro-zambra/ […]