Maldito karma. David Safier
Traducción de Lidia Ãlvarez Grifoll
Seix Barral (Barcelona, 2009)
Los lectores alemanes, franceses, italianos y, ahora también, los españoles, parecen que han sucumbido a la historia que nos propone el debutante David Safier en Maldito karma.
La impertinente estrella televisiva Kim Lange fallece minutos después de recibir un galardón, aplastada por el lavabo de una estación espacial rusa que le cae en la cabeza. A partir de ahÃ, inicia una serie de reencarnaciones animales (hormiga, conejo, vaca, lombriz, escarabajo, ardilla, perro…) a medida que va acumulando buen karma, algo que le resultará difÃcil ya que debe controlarse para no atacar a una ex amiga que intenta ligarse a su viudo marido y a su desconsolada hija.
Durante el periplo, tendrá diferentes encuentros con Buda y con Giacomo Casanova, quien también se encuentra en esa especie de limbo a la espera de expiar sus pecados.
Con semejante argumento, es lógico pensar que no estamos, ni mucho menos, ante una joya literaria. Tampoco se pretende. David Safier proviene de la televisión (ha sido guionista de algunas de las más populares series alemanas de los últimos tiempos) y su influencia se deja notar, tanto por el retrato que se ofrece del duro mundo de la pequeña pantalla como por su peculiar estilo, más cerca de la comedia ligera que de la creación reflexiva. EstarÃamos, quizás, ante un combinado de chic-lit y libro de autoayuda (las conclusiones sobre la felicidad no llegan más lejos que lo que pueda proponer cualquier libro de fábulas firmado por Bucay), bien empaquetado y con innumerables referencias a personajes de sobras conocidos.
Safier no es ambicioso. Tampoco engaña a nadie. Y los no muy exigentes encontrarán simpáticos algunos de los disparates en los que se ve envuelto el personaje protagonista. Buscar más en las poco menos de 300 páginas de su libro serÃa pedirle peras al olmo. Para un servidor, dedicarle unas pocas horas a la lectura ligera que representa Maldito karma ya me deja satisfecho. Es un descanso ante tanto mamotreto intelectual e irritante presunción de genialidad que invade las librerÃas y los medios. Y después del descanso hay que volver a ello y, claro, a textos de más enjundia.
José A. Muñoz