Una habitación en Holanda
Una habitació a Holanda.
Pierre Bergounioux
Traducción en castellano de David Stacey
Traducción en catalán de Anna Casassas Figueras
Editorial Minúscula (Barcelona, 2011)
En un tiempo en que Europa, tal y como la conocemos, no pasa de ser un proyecto inconsciente, un homme savant, un philosophe, cuando la denominación no está aún universalizada, está a punto de dar a luz un texto que se convertirá en fundamental en la historia de las ideas. Recogiendo la tradición humanÃstica del Renacimiento, formulará casi por primera vez la filosofÃa del sujeto, ese hombre que es la medida de todas las cosas de Protágoras que un coetáneo inglés, Thomas Hobbes, llevará en su protagonismo al plano polÃtico.
Son tiempos polÃticamente inestables, el suelo europeo se ve afectado por numerosos enfrentamientos, las polÃticas de expansión de los nacientes Estados provocan una sucesión interminable de guerras, situación que se ve agravada por los intentos de dominio de las colonias, pero en el mundo de las ideas coinciden tres personajes, cada uno en uno de los distintos centros de poder (Inglaterra, España, Francia) de la época, verdaderas potencias en el sentido moderno del término, sin los cuales la historia europea y, por extensión, la del hombre, no hubiese dado ese salto cualitativo que enterró definitivamente el escolasticismo y el oscurantismo medieval; en las islas, cuya victoria sobre la Armada Invencible dio alas a la expansión, un actor y dramaturgo de procedencia humilde fundó el teatro moderno; en la penÃnsula ibérica, un imperio donde no se ponÃa el sol, un ex-soldado manco alumbró el nacimiento del género literario moderno por antonomasia, la novela; y en el centro del continente, en un paÃs que empieza a degustar las hieles del absolutismo, un pensador escéptico hijo de artesanos buscó en su interior la única certeza posible a partir de la cual levantar el edificio del conocimiento.
Pierre Bergounioux parte de esta situación para, en un pequeño volumen (Une chambre en Hollande, 2009) que no llega a las cien páginas, ofrecer un concentrado de buena literatura; a medio camino entre el ensayo histórico, el cuento filosófico y la novela de ideas, sigue el peregrinaje intelectual y también geográfico de Descartes para llegar a publicar el Discurso del método (Discours de la méthode. Pour bien conduire sa raison, et chercher la vérité dans les sciences, 1637).
Para ello, el autor nos propone una mirada fugaz a la historia de Europa, desde la conquista de las Galias por César hasta desembocar en la realidad europea de la época, pulcra y detallada, mediante una prosa erudita y elegante, y concluye que la publicación del Discurso se realizó en Leiden, en los PaÃses Bajos, fundamentalmente por dos razones: en primer lugar porque, en el tiempo de emergencia de los estados-nación, esta región de Europa constituÃa una entidad prácticamente inexistente; en efecto, un medio que carece de lo que se ha dado en llamar «conciencia nacional» deberÃa, a la vez que la distingue del resto de sociedades europeas por ser una de las más tolerantes, facilitar el individualismo: donde el «nosotros» apenas tiene sentido, emerge el individualismo, emerge el «yo» que reflexiona, el «yo» que piensa. Pero también porque su monotonÃa paisajÃstica y su tristeza no distraÃan a Descartes de la reflexión, que al ser un proceso de repliegue sobre sà mismo precisa rehuir cualquier tipo de distracción.
Bergounioux es siempre severo, pero brillante; exigente, pero placentero.
Joan Flores Constans
http://jediscequejensens.blogspot.com
[…] determinados lugares. Dentro de este conjunto me pareció especialmente llamativo el tÃtulo “Una habitación en Holanda”(que aunque me decepcionó me permitió armar una reflexión sobre el ser de Francia), de P. […]
[…] de determinados lugares. Dentro de este conjunto me pareció especialmente llamativo el tÃtulo “Una habitación en Holanda†(que aunque me decepcionó me permitió armar una reflexión sobre el ser de Francia), de P. […]