Unos dÃas en el Brasil. (Diario de viaje).
Adolfo Bioy Casares
Posfacio de Michel Lafon
La CompañÃa/Páginas de Espuma
(Buenos Aires/Madrid, 2010)
¿Practican ustedes el fetichismo literario? Es esa curiosidad constante por conocer la vida Ãntima de los escritores en particular y en general sobre la Literatura. Los fetichistas literarios no nos contentamos con leer a nuestros escritores de cabecera, queremos saber cómo vivÃan, cómo escribÃan, qué les quitaba el sueño o que les producÃa una inmensa alegrÃa. La trastienda de las obras literarias es nuestro objetivo. Creo que esta actitud ayuda a enfocar mejor las obras y pone en una perspectiva más clara mucho de lo que leemos.
Dentro del fetichismo literario queremos colocar este Unos dÃas en el Brasil (Diario de viaje), del gran escritor argentino Adolfo Bioy Casares (1914-1999). La historia del mismo es la siguiente: Bioy fue invitado a una reunión del PEN Club en Brasil, un Brasil que estrenaba (todavÃa estaba en obras su nueva capital, Brasilia). A pesar de no estar muy convencido en un principio y sin ser amigos de esa vida extra literaria, decidió embarcarse en el viaje y durante esos dÃas escribió este aleccionador diario
Vemos al Bioy humano, con sus dudas, sus filias y fobias y hablando y opinando con libertad de todo bicho viviente. Opina sobre los congresos de escritores, sobre el carácter de los brasileros y hasta se atreve con el carácter de los diplomáticos argentinos (lean sino las páginas 33 y 34).
Un elemento aglutinador de este diario es el deseo que tiene Bioy de encontrase con Ophelia, una chica brasileña que le robó el corazón en 1951 en ParÃs y le dejó, según el interesado, con una gripe de quince dÃas. ¿La volverá a ver? ¿Se encontrará con ella? Este elemento que parece más narrativo,  más técnica que recuerdo, cruza el diario y nos va llevando hasta un final que vale la pena que disfruten.
Otro deleite para los sentidos de fetichistas o no fetichistas es la publicación, junto con el texto, de las fotos que el propio autor sacó durante aquellos dÃas. Fotos que muestran una Brasilia desierta y en obras. Otra oportunidad de poder apreciar lo que Bioy vio en aquel viaje tan innecesario que le llevó a escribir este texto.
El excelente posfacio de Michel Lafon, construido a modo de diario, tiene en sà una mezcla de rigor intelectual y profunda nostalgia del amigo ausente. Lafon conoce a Bioy, lo admira, le traduce, se hace su amigo. Cuando muere Bioy, como el mismo Michel Lafon dice, es difÃcil no escribir cada cosa sobre su obra con un acento de nostalgia que lo impregna todo.
Estamos ante un acierto editorial que nos pone en las manos parte del revés desconocido de uno de los grandes escritores de nuestras letras. Una suculenta pieza de colección y de lección para los amantes del fetiche literario que no escondemos nuestros vicios a la hora de leer.
Pero me preguntarán ¿y que pasó con Ophelia?. Pues tendrán que buscarla en las páginas de este diario. Creación literaria o no, esta “brasilerita dorada y rojiza, de ojos azulesâ€, impregna todo de ficción y vida. Un personaje a la altura de las grandes novelas del autor argentino que no defraudará a sus lectores de siempre.
Pedro Crenes Castro
http://senderosretorcidos.blogspot.com
Contenidos Extras
Video promocional de Unos dÃas en Brasil. (Diario de viaje)
Un gran escritor. Y un viaje que su talento debe hacer mucho más que interesante.
Gracias por hacérmelo saber, picando mi curiosidad sobre los sentires y pasiones de este humano creador.