Los cÃrculos concéntricos
Alejandro Céspedes
XIX Premio de PoesÃa “Blas de Oteroâ€
Ed. Asociación de Escritores y Artistas españoles, 2008
50 pág.
Desde el “yo soy otro†de Rimbaud, pasando por los heterónimos de Pessoa, la escritura como memoria ha tenido en la memoria ajena un campo donde la creación se expande hacia el infinito de nosotros mismos. Alejandro Céspedes visita con este libro la identidad de Aurora: un yo femenino que surge de las entrañas del autor. La construcción de esta identidad femenina se consigue gracias al recuerdo e implica también la existencia de un segundo personaje, al que Aurora se refiere únicamente en tercera persona y que se convierte en su otro, su contraposición. Pero el verdadero personaje o trasunto de estas prosas poéticas es el amor: el amor del autor por el personaje, real o imaginario ¿qué importa?, en complicidad y simpatÃa, y también su forma contraria: el amor como odio, el amor desmedido como arma de destrucción personal, especialmente cuando la partida no se juega entre iguales y uno de los dos amantes está indefenso ante el dominio o la brutalidad del otro. Alejandro Céspedes ahonda en un tema universal y siempre actual como es el horror dentro del hogar. No hay mayor sufrimiento que la confianza familiar truncada, el secreto infantil que se guarda inconfesable hasta la edad adulta o el diván de los sicólogos, pero tampoco personaje más extraordinario y sugerente como el que ha vivido experiencias traumáticas. El autor consigue hacer de su Aurora una memoria que se explica desde un lirismo alejado de lo común o de la poética al uso, con imágenes sabiamente elaboradas, desde el compromiso-amor hacia el otro- y la comprensión de nuestros miedos interiores como aproximación hacia la humanidad de la que nada nos puede ser ajeno, en su proximidad o alejamiento, traspasando los cÃrculos concéntricos que nos unen o separan; concluyendo que yo no podrÃa ser yo si no existieran otros. Libros como el de Alejandro Céspedes nos descubren en esa búsqueda de aparentes contradicciones.
InteresantÃsimo recorrido pasear por sus letras. Envidiable su trayectoria y tenacidad.
Bufff, impresionada. Quizá no sea la palabra que mejor lo defina pero… me quedé sin palabras. La lectura de este libro deberÃa ser obligada. Qué emoción, que contención… nunca hubiese imaginado esto, la capacidad de la poesÃa para narrar -bueno como antiguamente, claro- para salirse de sà misma y transitar por unos caminos completamente novedosos.
He buscado cosas sobre este poeta y he encontrado su pag. web. Me he descargado el libro. Creo que hay que leerlo. No puedo decir más.