«Nada, retrato de un insomne», de Blake Butler

Nada, retrato de un insomne. Blake Butler
Traducción de Rubén Martín Giráldez
Alpha Decay (Barcelona, 2012)

El ensayo está de moda. Lógico, en un momento en el que la confusión es generalizada. Todo el mundo desea hacer un poco de luz sobre las cosas. Y las cosas varían, desde el origen del universo hasta los productos financieros derivados, pasando por el insomnio. Alpha Decay nos ofrece en su colección de Héroes Modernos la primera obra traducida al castellano de Blake Butler. No sé si la novela autobiográfica está de moda, pero es cierto que, junto al repunte del ensayo (y en parte relacionado con ello) muchos lectores parecen haber experimentado un cierto cansancio por la ficción y se abandonan con gusto en brazos de libros de autores que hablan con las tripas al aire, en busca de algo que pueda llamarse verdadero. Si además de las tripas el autor nos muestra su cerebro, un cerebro complejo y atento a lo matices, mejor que mejor, miel sobre hojuelas. Es el caso de Nada, de Blake Butler, un libro que puede catalogarse (si es que resulta necesaria tal cosa) como una mezcla alícuota de ensayo y autobiografía.

Lo primero que sorprende de la escritura de Butler es que el lector no tiene la impresión de estar ante un autor norteamericano. El estilo de Butler recuerda más bien al de un autor centroeuropeo, al de alguien que no solo ha leído a Blanchot y a Deleuze y a Heidegger sino que parece haberse impregnado de la escritura sofisticada y cerebral de dichos autores. El tema del libro es sencillo y en sí mismo aburridísimo: el insomnio. A este asunto dedica Butler sus páginas ensayísticas (la bibliografía que el mismo autor revela en sus notas a pie de página es variada, desde tratados médicos hasta webs centradas en el asunto) y también, casi en exclusividad, su escritura biográfica. Butler confiesa desde el arranque sus problemas para conciliar el sueño. No hay peligro por tanto de que el autor se demore en contarnos sus experiencias oníricas. Más bien ocurre todo lo contrario. Butler se dedica a desgranar minuciosamente sus periodos de insomnio, los pensamientos que aparecen y desaparecen en el interior de su cabeza, las conexiones estrambóticas que un cerebro insomne establece entre los recuerdos y las vivencias y aquello que no es una cosa ni la otra. Este es un libro sobre el hastío de no poder dormir, sobre cómo un ser humano se enfrenta a ese hastío (a través de la farmacopea, a través del pensamiento), pero sobre todo es un libro acerca de cuál es la literatura que puede generar ese mismo hastío (se me ocurre a botepronto otro ejemplo: La novela luminosa de Mario Levrero). Porque lo más interesante de Nada es precisamente cómo la deriva mental que procura el insomnio acaba asimilándose a cierto tipo de escritura, algo que otorga sentido al subtítulo de la obra: Retrato de un insomne, pero sobre todo al subtítulo original (A portrait of insomnia).

Las cuestiones autobiográficas me parecen al fin y al cabo menores, aunque contribuyan a dotar de algo de carnalidad y a fijar en torno a coordenadas personales el contenido ensayístico general de la obra. Entre medias aparecen experiencias infantiles, la obesidad adolescente, la enfermedad mental degenerativa de su padre… Especialmente acertada me parece la comparación del funcionamiento cerebral del insomne con la secuencia errática de los resultados de una cadena de búsqueda a través de internet. Todo parece indicar que el insomnio no es sino la metáfora de un estado de conciencia singular que merece la pena explorar no solo clínicamente sino a nivel literario, una proliferación de yoes que parecen surgir los unos de los otros como en un juego inacabable de cajas chinas. El tratamiento que al respecto hace Butler es prolijo y casi exhaustivo. Es de agradecer la exploración descarnada y absolutamente honesta que el autor hace de ese territorio. Aunque solo fuera por eso merecería la pena la lectura de esta singularísima Nada.

Javier Moreno
http://peripatetismos2.blogspot.com