Hasta aquà lo que pueda haber de objetivo en este escrito; lo que figura a continuación no son más que algunas consideraciones totalmente personales, unas reducidas, parciales y provisionales Instrucciones de uso, subjetivas y, consecuentemente, sujetas a todos los cuestionamientos.
La casa de hojas es una novela densa, con varias tramas que avanzan a la vez, no todas al mismo ritmo, y con la intervención de multitud de voces; a menudo, es necesario volver atrás para reencontrar el hilo, avanzar hasta los anexos para entender una intervención, o repetir la lectura de algún párrafo la volatilidad de cuyo contenido no se ha podido asir a la primera lectura. Estas zancadillas que Danielewski (o Zampanò, o Truant, o los editores, o el sursum corda) tiende al lector aconsejan una lectura en cuantas menos sesiones mejor, lo más seguidas que se pueda, en cuatro o cinco dÃas como mucho, para no perder ni el hilo narrativo ni, francamente, el efecto de la lectura sobre el ánimo del lector. Una vez leÃdo, hay que dejarlo reposar, cualquier opinión debe ser diferida porque, en caso contrario, estarÃa contaminada por el efecto fisiológico que deja su lectura.
‘La casa de hojas’ making off
Uno de los aspectos más curiosos de La casa de hojas es el formal. Está escrito usando diferentes tipografÃas, a veces en función del contenido, otras en función del narrador, y esta distinción no es ni anecdótica ni aparente, es fundamental para la comprensión del texto y uno de sus mayores logros. La inclusión de fotografÃas, planos, cartas y material diverso acumulan una diversidad que puede y no debe distraer, y ni tan sólo el hecho fÃsico de la lectura, el acompañamiento de movimientos que estamos acostumbrados a usar (aguantar el libro, girar la página, mover la cabeza en unas direcciones determinadas) es el usual; a menudo es necesario darle un giro al libro porque no todo el texto está escrito de derecha a izquierda, de delante hacia atrás y de arriba a abajo. Se ha querido, ya desde la aparición en el año 2000 de su versión original, considerar La casa de hojas como una novela de culto, y muchas de las razones se han apoyado en estas cuestiones formales; tal vez sea una calificación acertada pero, tampoco en este caso, los árboles deben sustraernos la vista del bosque: La casa de hojas es una excelente novela de terror cuya intrigante trama vale por sà sola la consideración de excepcional.
3 Es un pequeño sacrificio que puedes permitirte (N. de los Ed.).
4 29,90€
5 Portada hacia afuera, sin bolsa de la librerÃa, semblante concentrado, ligeramente indiferente, un poco desdeñoso: “SÃ, claro que LO tengoâ€.
6 Las solapas son inocuas, y la guarda solo incluye los intercambiables blablabla panegÃricos de conocidos lÃderes de opinión literaria y desconocidos ilustres que, por supuesto, tampoco lo han leÃdo.
7 Moderado, sin exceso.
8 ¡Hipócrita!
9 Detrás del DRAE y del Manual de OrtotipografÃa. Ya me entiendes.
10 Acostumbra a ser el más alto y más a la derecha.
11 Porque, ¿tienes biblioteca, no, hermano?
12 Puta.
Entrevista a Javier Calvo -traductor-, Robert Juan-Cantavella -maquetador- y Ana S. Pareja,-editora-, sobre el proceso de edición de La casa de hojas:
Joan Flores Constans nació y vive en Calella. Cursó estudios de Psicologia ClÃnica, FilosofÃa y Gestión de Empresas. Desde el año 1992 trabaja como librero, actualmente en La Central del Raval. Lector vocacional, se resiste a escribir creativamente para re-crearse con notas a pie de página, conferencias, crÃticas y reseñas en la web 2.0, y apariciones ocasionales en otros medios de comunicación.