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Esta entrevista tuvo lugar la tarde del sábado 15 de enero de 2011 en un bar poco glamouroso (los preferidos de entrevistado y entrevistador) cercano a la Sagrada Familia. La foto adjunta, tomada en otro momento y en otro bar, no se corresponde con la realidad.
Aquà entra la idea de construir una voz exagerada para que a uno no le puedan achacar tan claramente las equivocaciones que se dispone a cometer. Ese narrador se pregunta: la diversión que propone Pynchon ¿no es una diversión selecta, para iniciados? ¿Y si la comprensión no fuera cuestión de esfuerzo, sino de talento? De ese modo tenemos un narrador cabreado, ofendido y con argumentos más cercanos al full contact que a la teorÃa de la crÃtica.
En el caso de Pynchon no hay incapacidad para continuar explicando, sino que es asà como el libro queda redondo. En mi texto, en cambio, se intenta poner en práctica la impotencia, hacer que la impotencia produzca: de ese instante de perplejidad inmóvil que prometÃa una gran esterilidad para el resto de mi vida salen las 90 páginas del libro.
Una vez leà en tu Facebook que el libro tenÃa mucho que ver con Volpone (que aparece en la última ilustración) y su adaptación cinematográfica, la excelente Mujeres en Venecia…
En relación a esto, en el texto se afirma: “A cada segundo, son menos los que han leÃdo a Pynchon y más los que fingen haberlo leÃdoâ€. ¿Cuánto crees que hay de cierto en esto, crÃticos literarios incluidos?
La verdad es que yo no tenÃa pensado que el libro me llevase por ese camino, pero de repente apareció este tema y me parece que acaba dominando bastante la estructura: el castigo que merece Pynchon según el remitente anónimo es que la gente finja leer sus novelas pero no lo haga en realidad. Es un poco lo que pasa en la pelÃcula de Woody Allen Zelig: el protagonista miente en su adolescencia y afirma haber leÃdo Moby Dick, para integrarse, lo que le lleva a otras mentiras y a terminar mimetizándose (literalmente) con los demás.
El lector con remordimientos se ve obligado a leer a Pynchon si no quiere que le den de toallazos en las Duchas de la Seriedad (hay que decir que has leÃdo El arco iris de gravedad, aunque igual estás dispensado de leer Mason y Dixon… Hay lÃmites, hay una diplomacia de la seriedad). Yo, como no profesional, no estoy obligado más que a la disciplina que yo crea necesaria, es una decisión privada. Otra cosa serÃa que Un escritor sin orificios pretendiese ser una guÃa de cómo leer a Pynchon en lugar de lo que es: un dÃa de turismo por el fracaso de un lector de Pynchon.
Aún no tengo la experiencia del ser publicado, ¿puedo responder dentro de un mes?. En el momento en que dejo de hacer modificaciones sobre el texto es a los demás a quienes toca hacer interpretaciones, y ver eso será lo más divertido para mÃ. Creo que uno debe aceptar su responsabilidad para con el texto y dar la cara y poner la mejilla, una sola mejilla, claro, aunque sea la mejilla menos dócil que tengas.
(Excepto la primera foto, de Dinah Robledillo, y la portada del cómic de Daniel Clowes, todas las imágenes que acompañan a la entrevista son de Alfonso RodrÃguez Barrera. La segunda de ellas aparece en el libro, mientras que las otras son esbozos para el texto y la serie de vÃdeos «Pynchon Tartar», que pueden encontrarse en YouTube).
Marc GarcÃa GarcÃa (Barcelona, 1986). Licenciado en Humanidades por la UPF y en TeorÃa de la Literatura y Literatura Comparada por la UB. Es traductor y coeditor de la web cultural "MAMAJUANA!", de próxima aparición. Colabora habitualmente en medios como "Quimera" o "Hermano Cerdo". Es el mayor experto muerto en la obra del poeta Unai Velasco.
7 Comentarios
[…] uno de sus autores favoritos. En cualquier caso, y a la espera de alguna aclaración al respecto –ver entrevista-, Thomas Pynchon. Un escritor sin orificios sà nos ofrece la certeza de la aparición de una voz […]
[…] sacó ayer a pasear a sus dos lindos gatitos y que les fue de fábula. Aquà habla uno. Y aquÃ, el otro. ¡Comparte! […]
[…] uno de sus autores favoritos. En cualquier caso, y a la espera de alguna aclaración al respecto –ver entrevista-, Thomas Pynchon. Un escritor sin orificios sà nos ofrece la certeza de la aparición de una voz […]
[…] sacó ayer a pasear a sus dos lindos gatitos y que les fue de fábula. Aquà habla uno. Y aquÃ, el otro. ¡Comparte! […]
Una muy buena entrevista, por parte y parte. Pero aparecéis feÃsimos en la foto y con bastante temor de objetivo. Tras este libro tendrÃas que escribir sobre un caso diametralmente opuesto, aunque aquà encontrarás dificultades para elegir entre la masa.
Es un posado robado, José Luis. No nos gustan mucho los objetivos, no. Jeje. En todo caso, ¡muchas gracias! Tu crÃtica de «Contraluz», buenÃsima.
Pues si no es un experto….¿por qué se publica el ensayo, para promocionar cachorros y ser lo más molón del planeta durante dos semanas?
Te invitarÃa a leer la entrevista, Javier…creo que queda todo bastante claro…
[…] http://www.revistadeletras.net/ruben-martin-g-este-no-es-un-libro-para-expertos-ni-escrito-por-uno/ […]