Que sepas que se me hace difÃcil hablar de una de mis pasiones con un libro como el tuyo entre las manos y hacer una tanda de preguntas, porque, en realidad, me pasarÃa horas hablando de cada pelÃcula…
Tu libro se escapa de las tÃpicas guÃas anuales de reseñas. Es, en este aspecto, muy personal. ¿Cuál ha sido el criterio de selección de las crÃticas?
Impera en la criba el positivismo, ninguna de las cintas referenciadas puede considerarse totalmente mala. ¿Reivindicas en el público el placer del cine, más allá de consideraciones crÃticas?
Por supuesto. El que diga que va al cine a sufrir, miente. Por supuesto, cada uno, y en su momento, buscará cosas determinadas. Aún recuerdo el shock que me produjo, en su dÃa, leer una crÃtica de Julián MarÃas en la que ponÃa bien Parque Jurásico, cuando en el momento de su estreno la consigna era machacarla: ¡el Spielberg bueno era el seriote de La lista de Schindler, no el palomitero explotador de los dinosaurios! En definitiva, hablemos de ver a Tarkovski o a Michael Bay, hay un punto en común: si te aburres, algo va mal. Y puedes hacerlo con la propuesta más estruendosa y facilona, y sin embargo quedarte absorbido con la más exigente.
Foto: solesdigital.com.ar
154 pelÃculas dan para mucho. ¿Eras consciente de que estabas haciendo un «canon» del último lustro y que el libro puede servir de orientación para organizarse un ciclo?
Hombre, como te digo no me atreverÃa a postular la lista como un canon, porque todo el mundo podrá encontrar en ella cosas que le sobran y otras que le faltan. Pero sà que creo que puede salir un puñado que considero que todo amante del cine deberÃa conocer. No por imprescindibles (se puede vivir perfectamente, e incluso ser feliz, sin ver una sola pelÃcula de las que aparecen aquÃ), pero a nadie le deberÃa amargar el dulce de una promesa de dos horas de placer, de entretenimiento, o incluso de belleza. Vamos, digo yo.
Dices que es un libro escrito desde tu experiencia como espectador, algo que, me temo, los crÃticos actuales no tiene en cuenta, más preocupados en demostrar sus conocimientos que en expresar sensaciones personales. ¿Eres lector de crÃticas o prefieres visionar las pelÃculas con el mÃnimo de información previa?
SÃ, pero es que es asÃ. De todas maneras, creo que en la selección quedan patentes algunas constantes, como mi querencia por el cine fantástico. Pero desde que Clint Eastwood me demostró, con Sin perdón, que mis reparos hacia el western eran injustificados, tiendo a esforzarme a superar cualquier prejuicio. No siempre lo consigo, claro, pero por intentarlo que no quede.
Woody Allen no está, y con razón. (Foto: David Shankbone)
Vamos al lÃo… En la lista encontramos a autores considerados clásicos, que continúan en activo, con varias pelÃculas: Eastwood, Scorsese… Echo en falta a Woody Allen. ¿ManÃa personal?
Pues a que, paradójicamente, en las televisiones parece escasear el sitio para los documentales de calidad. Algo que no entiendo cuando compruebas cómo cualquiera que se acerque a Grizzly Man, de Werner Herzog, por poner un ejemplo, queda subyugado por ella. De todas maneras, hay que tener en cuenta que muchos de ellos son encargos de productoras de televisión, y que no todos los que llegan a nuestras salas merecen ser exhibidos en una gran pantalla.
Evidentemente, ha abierto un campo, pero cuando el 3D deje de ser una novedad, volveremos a lo que tenemos ahora: o sea, que habrá pelÃculas que funcionen y otras no, y todo el tinglado de la industria dependerá de que las primeras superen a las segundas. De todas maneras, con este tema hay algo que me llama mucho la atención, y es la ausencia de voces crÃticas hacia que se conviertan en 3D pelÃculas que no fueron hechas asÃ. Hecho de menos las protestas indignadas que sà levantó, por ejemplo, la coloración de clásicos como Casablanca. Para mÃ, añadir una dimensión que no existÃa en la mente del director de una pelÃcula es algo equivalente.
Volviendo a tus preferencias, ¿hay alguna pelÃcula de Ron Howard que te guste?
SÃ, y normalmente es para comprobar lo mal que envejecen. No es una experiencia agradable, y procuro evitarla en la medida de lo posible.
"El imperio del sol". Foto de rodaje (Warner Bros.)
Mójate: ¿Cuál es tu pelÃcula favorita?
Ufff… una pregunta que tiene tantas respuestas como momentos en que me la hagas. Pero ahora, en este momento, me surge una: El imperio del Sol. Es grande, muy grande, y curiosamente no suele estar entre las que se recuerdan de Spielberg… quizá porque, en el fondo, es muy poco Spielberg.
desde aquà mi solidaridad. Y no te acogotes, ¡viva el entretenimiento! (en todos los sentidos),
M.
No me gustan afirmaciones como «nadie podrá discutir que [Woody Allen] es de los verdaderamente grandes». Si se parte de la premisa de que cualquier opinión puede ser «impugnada», entonces este tipo de oraciones, aunque obedezcan más a una forma de hablar sin contenido real, sobran.
Me encantó la sinceridad de la entrevista, y si el libro, como parece, goza también de la misma honestidad, habrá que comprarlo. He sido criticada muy mucho por defender a veces el gusto de ese gran público que va al cine a pasarlo bien… Muchos de mis compañeros crÃticos parecen olvidar que el cine nació (y pervive) como forma de entretenimiento, unos iban al circo… otros al cine.
un saludo de una crÃtica criticada 🙂
MarÃa,
desde aquà mi solidaridad. Y no te acogotes, ¡viva el entretenimiento! (en todos los sentidos),
M.
No me gustan afirmaciones como «nadie podrá discutir que [Woody Allen] es de los verdaderamente grandes». Si se parte de la premisa de que cualquier opinión puede ser «impugnada», entonces este tipo de oraciones, aunque obedezcan más a una forma de hablar sin contenido real, sobran.