«Ushima-Next», por Iván Humanes

El 15 de octubre de 2011 se estrenó en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges el film Ushima-Next. Dirigido por Joan Frank Charansonnet y Jesús Manuel Montané y protagonizado, entre otros, por Fernando Arrabal, Jordi Sibón, Carolina Rodes, Dani Amor y Eva Perea recrea en blanco negro y con efectos digitales un mundo futuro en el que la identidad es suprimida, el individuo aniquilado y el deseo estimulado y convertido en un artificio por el poder dominante, el Estado Amor. Para ello se vale de efectos gráficos que recuerdan el universo de Roland Topor y un cierto expresionismo propio de las vanguardias alemanas. El guionista Israel Gutiérrez (co-guionista junto a Joan Frank Charansonnet) y los directores nos hablaron sobre Ushima-Next.

Trailer de Ushima-Next (2011)

Iván Humanes: ¿Qué es Ushima-Next?

Israel Gutiérrez: Es una reflexión social sobre los graves problemas actuales y de los problemas que vendrán, el futuro. Ushima es un programa informático que evoluciona a Ushima-Next y es utilizado por el Estado Amor, el Estado felicidad, para lavarles el cerebro y darles lo que ansían. Hoy en día uno debe ser perfecto en todo: el padre perfecto, el novio perfecto, el marido perfecto… La televisión incide en la creación del deseo, hoy en día te venden por televisión lo que quieres ser, la comodidad absoluta del siglo XXI, y eso es lo que es Ushima. Ushima es un programa que realiza el deseo. Si Adam, el personaje de Jordi Sibón, tiene problemas con su pareja y no encuentra a la mujer y tiene impulsos sexuales en un mundo totalmente privatizado, como hoy en día, puede arreglar su vida con Ushima. ¿Qué quiere usted? El programa alimenta sus deseos y el programa gana la sumisión absoluta del individuo, la dominación del ser humano. Aunque también tiene fallos, anomalías. Y enseñamos a dónde van estas personas a través de la anomalía, el fallo y la solución final. Ushima es una metáfora de lo que tenemos hoy en día, de la obediencia que se logra de nosotros tanto a través de la televisión como de Internet. Y en el film hay muchas referencias al The Wall de Alan Parker, el puño de la portada es una inspiración, por ejemplo, y el ojo orweliano. Todo es una gran naranja mecánica.

I.H.: ¿Cómo llegas a la construcción del guión de Ushima o de cualquier otro guión?

I.G.: Joan Frank es el creador y tiene la idea, me la transmite y yo veo números. En una hoja ubico las columnas como si fuese un Tetris, y comienzo a construir a través del dolor. Yo le traslado y Joan Frank las destruye. Es un genio. Las destruye y las modifico. También debo verlo yo, claro, si no lo he comprobado primero. Pero Joan Frank tiene la idea, y a través del dolor construyo por ubicaciones. Empecé por dolor a escribir y por dolor acabaré escribiendo.

I.H.: ¿Así pues Ushima-Next es el motor que mueve a la sociedad construida a través del dolor personal?

I.G.: Sí, es el dolor de lo que vemos hoy en día. Hay una pirámide con su cúspide, y eso es todo un patrón tipo que va bajando como raíces. Y cada uno está ubicado en sus puestos. ¿Quieres denunciarme? Te cuesta un proceso judicial. Dinero. Dios es el dinero. Y el dinero exige velocidad para generar más dinero. Y eso es Ushima. Ushima es una metáfora, una crítica, la sumisión del ser humano a través de un programa. Y el miedo es clave en esta sociedad. Hoy el miedo es el terrorismo, en el 313 d.C. sobrevino el catolicismo y el miedo de la Santa Inquisición en el 1.218 d. C. El miedo ataca a la vida y al mundo, y eso me duele mucho.

Joan Frank Charansonnet y Jesús Manuel Montané en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2011

Foto: Iván Humanes

I.H.: En Ushima-Next, como decís, hay un homenaje al grupo Pánico, ¿cómo se ve representado en el film? ¿Qué creéis que opinará el público?

Jesús Manuel Montané: Estuve pensando todo el tiempo al hacer los efectos especiales en El planeta salvaje de Roland Topor, que es una de mis películas todo el tiempo.

Joan Frank Charansonnet: Y luego también hay algo de Jodorowsky, de La montaña sagrada. Yo creo que hay partes de cada uno en el film.

J.M.M.: Ahora, en cuanto a qué va a opinar el público, para mí esta película es una abstracción, una metáfora, y el público hoy por hoy no está muy acostumbrado a recibir este tipo de impacto a nivel sensitivo. Los personajes son arquetipos, la realidad reconstruida ya no es exactamente futurista, sino parecida a la nuestra.

J.F.CH.: Depende del público que lo vea, es lo bonito de esta película. A nadie va a dejar indiferente. Habrá gente que adorará esta película durante mucho tiempo, pero otros se aburrirán muchísimo, pues no es el cine que está buscando.

J.M.M.: Es un universo cerrado pero increíblemente vivo y denso.

J.F.CH.: Y artístico. Creo que en el panorama del cine español no se ha visto nunca, y eso no significa que sea muy bueno o muy malo, pero como mínimo tiene su sello especial.

J.M.M.: A mí me ocurre algo muy curioso con la película, y es que la he visto centenares de veces, editándola, revisando los planos, con la animación, y cada vez que la veo de principio a fin me suscita curiosidad. Como espectador, aunque es imposible alejarse de tu rol como director, me sigue suscitando esa curiosidad: siempre encuentro algo nuevo.

J.F.CH.: Y a mí también, sobre todo en el principio, en los treinta primeros minutos, me da la  impresión que es un Jim Jarmusch con un Roland Topor dibujando…

J.M.M.: Creo que activa ciertos resortes sensitivos en el espectador que son claramente sensitivos y eso es importante. Tiene una narrativa académica pero esa conjunción del soporte visual moderno con la narrativa clásica que se ve interrumpida a mitad de la película con la cámara al hombro, muy viva, y mucha animación, suscita esa curiosidad del espectador y un impacto emocional profundo.

I.H.: Volviendo al movimiento pánico, que aglomeraba todas las posibilidades artísticas, me parece positivo que vuelva a reconocerse al cine pánico como condensador de la energía artística, y a la vez negativo que el cine español lo haya querido olvidar durante estos años y haya visto más la posibilidad comercial que no la artística… ¿Qué os ha aportado el movimiento pánico en vuestra creación? ¿Qué habéis rescatado?

J.M.M.: A mí me influyó muchísimo cuando era muy joven, cuando empecé a rodar videoclips quise utilizar recursos de animación y gráficos muy propios de Roland Topor, que para mí más que una inspiración fue un santo patrón. Y en cuanto al cine pánico, estrictamente, ver Fando y Lis me provocó una auténtica catarsis. Y en Jodorowsky con La montaña sagrada llegué a la conclusión de que el cine debe ser algo más que celuloide estampado, tiene que ser una experiencia que transforme al espectador. Si no transforma al espectador no tiene sentido, al menos para mí, y el cine pánico es un cine que transforma.

J.F.CH.: El pánico es lo que nos unió, por un lado tenemos a Jodorowsky en medio de los dos como espectadores desde que éramos muy jóvenes, era una referencia para nosotros, por otro lado Jesús Manuel Montané tenía la influencia de la animación de Topor, y por otro lado yo tengo la relación de largo con Fernando Arrabal, que comienza a los 13 años con Fando y Lis y que se plasma con cinco o seis proyectos ya juntos en los últimos diez años. Y han sido veinte años olvidando el cine español el movimiento artístico de más libertad y pureza que ha dado este país, y Ushima es un homenaje a ellos.

Iván Humanes Bespín
http://ivanhumanes.blogspot.com

Fernando Arrabal en Ushima-Next (2011)

Iván Humanes

Iván Humanes (Barcelona, 1976). Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona. En el 2005 publicó el libro "La memoria del laberinto" (Biblioteca CyH), en 2006 el ensayo "Malditos. La biblioteca olvidada" (Grafein Ed.) y en 2007 en la obra "101 coños" (Grafein Ed.). Prepara la publicación de su libro de relatos "Los caníbales" con la editorial Libros del Innombrable y la publicación de la novela "La emboscada" con la editorial coruñesa InÉditor.

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