Muchas de las palabras que usamos se encuentran vacÃas de significado, tergiversadas o envueltas en una inercia tan carente de sentido como peligrosa. Necesitamos dotarlas nuevamente de un significado, necesario para describir el mundo y comprendernos en él. Con esta idea, el Centro de Cultura Contemporà nia de Barcelona organiza el ciclo “Tomar la palabraâ€, que el filósofo y sociólogo Axel Honneth (1949, Essen, Alemania) inauguraba en un auditorio lleno a rebosar de ciudadanos ávidos de dar nuevo contenido a una de las máximas aspiraciones de nuestro siglo: la libertad.
Resulta significativo que sea este intelectual quien abra el ciclo, puesto que gran parte de su obra plantea el problema de la lucha por el reconocimiento y el respeto social por los grupos más desfavorecidos. Axel Honneth es la figura más relevante de la denominada tercera generación de la Escuela de Frankfurt, que actualmente tiene su sede en la Columbia University (Nueva York) donde además es catedrático de Humanidades; cargo que compagina con la dirección del Institut für Sozialforschung de la Universidad de Frankfurt y la cátedra de TeorÃa social en la Goethe-Universität de Frankfurt.
¿Qué papel juega hoy en dÃa la Escuela de Frankfurt? ¿Cómo pueden las ideas de Hegel, Marx y Freud contribuir a una mejor comprensión del mundo que vivimos?
SerÃa un error pensar que uno puede continuar sin más la TeorÃa CrÃtica tradicional de la Escuela de Frankfurt. Se renueva continuamente con nuevos desafÃos empÃricos, es decir, nuevas experiencias históricas. De entrada, las fuentes filosóficas continúan siendo más o menos las mismas, pero digamos que se componen y reúnen de manera diferente. Veamos, el legado de Hegel continúa, eso es seguro y muy importante. En cuanto a las aportaciones de Marx, no todo, pero sà su aportación sobre la capacidad desestabilizadora de los poderes y las estructuras capitalistas. De Freud, nos quedamos con lo referente a la no transparencia y la irracionalidad del sujeto.
Las tres piedras angulares se mantienen.
Eso es, pero es la manera de componerlas la que cambia totalmente. Ahora se ha introducido un elemento que tomo en gran consideración y que no estaba presente en la vieja Escuela de Frankfurt, y es algo inherente al individuo y a los colectivos: su capacidad de reconocimiento y de relación.
¿Cuál es su lectura de las reacciones de la comunidad polÃtica europea a los resultados obtenidos en Grecia por Syriza?
El punto de vista polÃtico oficial está formateado por ciertas especulaciones y teorÃas económicas. Hay que estar atento ahora a las vÃctimas de esas especulaciones y concedernos más oportunidades para pensar. Son los resultados de las elecciones democráticas de un paÃs miembro de la Unión Europea –unión en la que se supone que todos somos iguales-, y que ha tenido que ser rescatado, lo cual probablemente no es muy agradable.
Entonces, ¿cómo analizarlo?
Veamos las cosas en un sentido inverso. Por ejemplo, creo que tenemos buenas razones para preocuparnos por los resultados electorales de HungrÃa, que sà ponen en riesgo la Unión Europea, porque su nuevo gobierno no juega a favor ni defiende valores de la Unión Europea. Grecia es diferente, el gobierno que se ha establecido -probablemente con la excepción del pequeño partido de derechas con el que se ha aliado-, pide llegar a un acuerdo que sà está en las bases de los valores humanos de la Unión Europea. ¡Están defendiendo valores europeos porque creen que su pueblo tiene derecho a sobrevivir económicamente y a no ser económicamente dependiente! Creo que están en conformidad con los valores europeos y no deberÃan representar un riesgo más que en reducidos términos económicos, no en términos de valores de la comunidad europea.
Y, ¿a partir de ah�
La mejor manera de reaccionar es tomarse los resultados electorales con seriedad y normalidad. Tienen un nuevo gobierno que llega para renegociar la deuda y las condiciones económicas, y los lÃderes polÃticos deberÃan tratarlos como socios que son. Lo mejor que puede hacer Merkel es cambiar la polÃtica económica.
¿Cómo desarrollar los ideales de justicia y libertad en el actual escenario de globalización, donde parece mandar tanto el poder financiero?
Creo que el mercado financiero nos ha invadido y es difÃcil de controlar debido a esa combinación de internet y globalización. Y sÃ, deberÃamos poder desarrollar instrumentos polÃticos y de control. Pero en general, creo que tenemos que ser más positivos en nuestra percepción y comprensión de la globalización. La globalización nos permite viajar y movernos de un paÃs a otro. Nuestros padres y abuelos no podÃan hacerlo, era algo impensable. Ahora tenemos acceso a diferentes culturas y contacto con ellas, y tenemos que sacarle partido a eso. También ahora estamos al tanto de acontecimientos polÃticos en cualquier parte del mundo. Podemos aprender de otras culturas cómo hacer las cosas mejor. Sobre todo, creo que debemos mejorar nuestra percepción de la globalización.
Ya, pero, ¿cómo los europeos podemos hacer valer nuestros valores democráticos en el mundo globalizado?
No sé si comparto su premisa, ¿eh? No sé si la democracia es una convención europea. Hay muchas otras formas de democracia anteriores a la europea y de fuera de Europa.
Por eso me refiero a nuestros valores democráticos, a nuestra manera de comprender la democracia…
De acuerdo, sÃ. Pero no sé si yo dirÃa “nuestra manera de comprender la democraciaâ€. Si creemos que la democracia es el gobierno de la soberanÃa popular, de la soberanÃa del pueblo, entonces es casi inevitable creer que sean necesarios otros elementos o instituciones externas a ‘nosotros’ para realizar una reforma democrática de nuestra era. Creo que más o menos toda la gente de fuera de Europa lo comparte. Tomemos América Latina, la gente que allà tiene un elevado interés por desarrollar una democracia activa o participativa está convencida de que sus necesidades pasan, por ejemplo, por temas tan vitales y especÃficos como es la igualdad, que se podrÃan tratar de forma general, pero ellos lo hacen partiendo de unas relaciones especÃficas a su cultura de las cuales también podemos aprender en Europa. Creo que el mayor error que podemos cometer es pensar que podemos exportar democracia. Ni por la fuerza militar, que es la peor, -yo siempre he estado en contra de invasiones militares-, ni de forma cultural o publicitaria, alabando las virtudes o bellezas de nuestro sistema.
Usted habla de libertad en términos de relación, de reconocimiento, de justicia y de seguridad. ¿Por qué no de ética?
Creo que el comportamiento ético ocurre de una forma mucho más ordinaria de lo que lo verÃa un kantiano. Creo que el comportamiento ético está en cómo se tratan los amigos entre ellos, en cómo nos deberÃamos tratar unos a otros como ciudadanos demócratas. No necesariamente hay que darle un posicionamiento de súper concepto. Reconocer a alguien, a un colectivo, ya significa tratar al otro de una forma ética… digamos que este es un paso de Hegel sobre Kant. Kant cree que tenemos que seguir normas éticas. Hegel cree que ya lo estamos haciendo en el momento en que reconocemos al otro. Y porque ya estamos viviendo envueltos en ese proceso de reconocimiento del otro, la ética ya está en sà presente, no hace falta la obligatoriedad y deber ético.
¿Cambió el Holocausto el sentido de libertad y de reconocimiento?
Probablemente no ha cambiado… sino que nos ha hecho ver con claridad que existen unas ciertas dimensiones de no-libertad de las que no habÃamos sido conscientes con anterioridad. Una no-libertad tan profunda… que puede destruir personas, pueblos… no digo ya asesinando, sino incluso despojándoles de toda dimensión humana de libertad. Creo que esto nos ha hecho profundamente sensibles a ciertas formas de barbarie y crueldad. El holocausto no ha ampliado el vocabulario de la libertad, sino más bien el de la ausencia de libertad, o el del trato inhumano.
Me quedo con este titular de su conferencia: «La realización de la libertad deberÃa pensarse en sà misma como un proceso cooperativo».
Es una crÃtica de la forma más tradicional de pensar la libertad. Pensamos en la libertad como algo que poseemos como personas, de forma individual. Pero hay muchas formas de libertad que no se pueden alcanzar de forma individual, sino sólo actuando en relación con alguien, con otra persona; y estas son probablemente formas mucho más elevadas de libertad que aquellas que más apreciamos. Y si acepta que el reÃr es una experiencia de libertad, y de hecho lo es, observe que se produce en una interrelación libre entre personas que de forma autónoma se relacionan, mientras disfrutan de esta interrelación como dimensión de libertad. Es también un compromiso colaborativo, en el sentido de que no defiendo la libertad contra algo o contra el otro, sino al contrario, “gano esta libertad cuando colaboro con alguienâ€.
Retomando la idea de la globalización y de estar en contacto con otros pueblos, ¿podrÃa descubrirse un sentido nuevo de libertad a través de otra cultura?
Estoy seguro de que puede haber otras ideas de libertad y serÃa interesante tener ese tipo de diálogo multicultural. Creo que posiblemente hay algún elemento especÃfico de la libertad que no está presente en nuestra cultura pero sà probablemente en algunas culturas antiguas. Alguna relacionada con nuestros deseos más egocéntricos. Algo asà como auto-libertad (self-freedom).
Honneth ha publicado una decena de libros, entre los que destacan:Â
CrÃtica del poder: fases en la reflexión de una teorÃa crÃtica de la sociedad (Antonio Machado Libros, 2009)
Reconocimiento y menosprecio. Sobre la fundamentación normativa de una teorÃa social (Katz, 2010)
The I in We: Studies in the Theory of Recognition (Polity, 2012)
El derecho de la libertad. Esbozo de una eticidad democrática (Katz / Clave intelectual, 2014)
Conferencia Axel Honneth en CCCB. A partir minuto 11.40 VO En
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El texto tiene una confusion: es cierto que es profesor tambien en New York, pero la Escuela de Frankfurt sigue estando en Frankfurt (Institut fur Sozialforschung). Ademas es profesor de filosofia social, no teoria social segun entiendo.
Gracias Beatriz,
repasaré mis notas, pero recuerdo haber leÃdo lo del traslado de sede (manteniendo Frankfurt también, claro). De no ser asÃ, introduciré el cambio. En cuanto al curriculum del profesor Axel, es el facilitado por el Centro, ahà no entraré en discusión.
B.