El pabellón azul. Ramón Pernas
Tropo Editores (Zaragoza, 2009)
Augusto Bordino es italiano de nacimiento, argentino de vida y español de muerte, titiritero, cineasta y actor. El protagonista de esta novela es un hombre con la sabidurÃa de quien ha vivido cada segundo con la intensidad del viajero que describió Cavafis. Del que sabe que lo importante no es el destino, sino el camino. Reflexiona con la mirada de quien sabe que su vida se acaba. Una vida itinerante y repleta.
Con esta novela, Ramón Pernas nos abre el mundo de la espera y la soledad, sin dejar de dibujar a las personas con los ojos de humanista. Incluso los personajes secundarios son magnÃficamente retratados con sus virtudes, su afectos, sus amores y sus fobias.
Justo, cuando Augusto Bordino, sólo espera una paloma que se pose en su ventana y lleve en el pico una nota, hace repaso de sus vivencias.
El pabellón azul es una novela llena de melancolÃa y lirismo que arrastra al lector al mundo de la memoria. Pernas mantiene el pulso narrador, el ritmo, con la esencia mágica que es caracterÃstica de la literatura gallega, en la estela de grandes nombres de la literatura como el de Ãlvaro Cunquerio. En la que los personajes mantienen una relación única con la tierra.
Italia es el comienzo del viaje, allà es donde decide dedicarse al circo, como ha sido tradición en su familia durante generaciones. España es sólo lugar de paso para comenzar la, que será realmente, su vida. Argentina es la tierra que le verá madurar como hombre, como amante, como empresario y donde lo ganará todo, pero también lo perderá.
Aunando los libros de viaje, la picaresca española y la agilidad de las road movies, El pabellón azul nos llena los zapatos del polvo de los caminos de medio mundo.
El tÃtulo no es sino el leit motiv de la novela. La familia Bordino, es un saga de artistas que viven bajo, para y por la carpa o pabellón azul que cobija a trapecistas, hombres bajas, ballenas autómatas. Todo sin perder de vista ni la dulzura, ni la sonrisa.
Escrita en primera persona, la narración da un giro de 180 grados, dejando al lector con la sensación de haber vivido toda una experiencia, de haber caminado todos los senderos.
Con un lenguaje cotidiano y de una precisión perfecta, la historia te agarra con la fuerza de la sencillez, que no simplicidad, con la extrañeza de la intensidad.
Una novela que deseas releer nada más acabar la página 211.
Carmen Moreno