Antonio Quirós: «Si 2010 no fuera el año del eBook en España, tendríamos que avergonzarnos»

Tras tantas palabras, suposiciones, pasos en falso, palos de ciego y plataformas con futuro incierto, algunos profesionales españoles se dedican desde hace tiempo a trabajar en el libro en formato electrónico. Luarna (www.luarna.com), una de las editoriales pioneras en publicar exclusivamente en el nuevo soporte, forma parte de la avanzadilla que debería ser modelo para los sellos que, con un mayor presupuesto y, sin embargo, grandes miedos, no encuentran el camino apropiado para introducir el cambio de soporte en su sistema de producción tradicional.

Antonio Quirós, Consejero Delegado de Luarna, nos habla a partir de su experiencia y no desde suposiciones vagas, sobre la edición digital y el libro electrónico.

¿Cómo y cuándo nace Luarna y por qué apostásteis por la edición digital?

Luarna nace a principios de enero de 2009, pero en lo que a mí respecta, que soy uno de los socios fundadores, mi afición a la edición digital viene de lejos. Ya en la primera oleada que se produjo en España (1999-2000), cuando aún no había dispositivos, monté una de las primeras experiencias que hubo a este respecto: www.lalibreríadigital.com. En aquel momento el asunto fracasó debido a la falta de dispositivos de lectura. Pero en cuanto vi que la evolución de la tinta electrónica y el primer Kindle de Amazon iban tomando consistencia comencé a entrever la vuelta ilusionada a este mundo. Y aquí estamos.

Desde el inicio de vuestro trabajo, ¿cuál ha sido la evolución del soporte?

Escasa. Lo que hemos vivido ha sido el comienzo de la popularización, pero a lo largo de nuestro año de vida hemos visto pocos cambios. Los dispositivos de 6 pulgadas sin conectividad son los reyes del asunto y la única evolución que hemos visto en 2009 ha sido la mejora en funcionalidades software, la aparición de microprocesadores más veloces y la aparición de innúmeras marcas.

Al igual que cualquier otra editorial convencional, os manejáis con criterios que definen vuestro catálogo. ¿Qué tipo de libros publica Luarna?

Nosotros nos definimos como una editorial generalista. Comenzamos intentando apuntar a muchos campos: novela, poesía, ensayo, temas científico-técnicos. Sin embargo, con el tiempo creo que vamos centrándonos más precisamente en estos últimos, aunque desde luego no queremos abandonar la novela, sobre todo en lo que a jóvenes promesas se refiere.

Existen muchas dudas, por parte de autores, respecto a los derechos digitales, las propias editoriales no acaban de aclararse sobre el tema. ¿Cómo lo habéis resuelto?

Yo creo que el tema está clarito, clarito… Y así lo define la ley del libro. Otra cosa es que las editoriales tradicionales nos confundan. El derecho de explotación digital es un derecho independiente al de explotación impresa. Todos los autores que tienen libros publicados en papel son propietarios de su derecho digital y pueden hacer con él lo que quieran. Pero las editoriales tradicionales, en estos dos últimos años han seguido un camino curioso, primero recomendando a sus autores que no negocien dicho derecho con terceros (aunque dicho sea de paso ellos tampoco han estado dispuestos a editar en digital) y en los contratos nuevos reservándose dicho derecho (cosa legalmente más que dudosa) aunque sin ejercerlo de hecho. Así, pues, un autor en sus contratos antiguos se encuentra que no tiene cedido el derecho digital, pero su editorial no le deja cederlo y en los nuevos se lo reserva ya por si acaso. Es lo que vulgarmente se dice, “ni como ni dejo”.

Por nuestra parte, pedimos a nuestros autores solo el derecho de explotación digital. El tradicional no nos interesa, ellos son libres de firmar con la editorial en papel que deseen.

Se dice que el libro digital permite que cualquiera que tenga algo escrito lo distribuya (gratuitamente o previo pago) sin necesidad de que una editorial le avale. Iniciativas como Luarna demuestran que el papel del editor no se pierde, incluso es recomendable también en este soporte.

Bueno, nosotros desde siempre hemos querido distanciarnos de las experiencias de autoedición del tipo Lulu o Bubok, por más respetables que nos parezcan. Creemos firmemente en el rol selector del editor de cara a la transmisión de contenidos culturales. Y, por supuesto, no le cobramos a nuestros autores sino que le pagamos. Eso sí, solo editamos aquello que encaja con nuestra línea editorial y le gusta a nuestro departamento de selección. Te diré que rechazamos del orden del 90% del material que recibimos.

Hay muchas voces críticas con respecto al libro electrónico que denuncian el hecho de que se intente eliminar el soporte de papel. Me consta que los editores digitales no tenéis ese propósito…

Nosotros queremos difundir el soporte digital porque creemos en sus enormes ventajas. Pero, desde luego, en ningún caso queremos matar el soporte papel. Lo que sucede es que parece que una cosa puede traer consigo la otra, pero desde luego por nuestra parte no hay ningún turbio interés al respecto. Esto es una evolución  social más como tantas otras se han dado.

También se ha hablado mucho de los precios a los que se están ofreciendo los eBooks en las plataformas ya activas, sin duda, más elevados de lo previsto. Asombra comprobar que Luarna ofrece libros a precios ajustadísimos, con lo que se demuestra que sí es posible bajar considerablemente el precio. ¿A qué creéis que es debida esa especie de precaución por parte de las editoriales, al decidir el PVP?

A querer mantener un modelo de negocio insostenible. Las cosas valen lo que valen y en el ciclo de producción del libro, los costes entre el papel y lo digital son solo iguales al principio de la cadena (selección, composición, corrección) y al final (marketing y comunicación), pero en el centro tenemos un enorme hueco no compartido, la impresión y el canal de distribución físico. Desde mi punto de vista es injustificable que los precios sean iguales. Desde luego nosotros lucharemos porque no lo sean y en ese sentido alabamos la política de Amazon de no subir de 9,99 dólares los libros, aunque hayamos tenido malas noticias respecto al acuerdo con MacMillan en los últimos días. Yo creo que estamos viviendo un cambio radical en cómo se gestionan los contenidos culturales (música, cine, literatura…) y si queremos evitar que el pirateo acabe con el sector editorial, igual que casi lo está haciendo con el de la música, solo queda vender bien y a precios bajos. Si comprar un libro me cuesta algo racional no lo piratearé, pero si intuyo que el precio es desorbitado no tendré el más mínimo problema ético en piratearlo. Esto aún no lo han comprendido los editores de música, cine y libros y, desde luego, hasta que no lo comprendan estaremos en este estado de transición permanente que se inició en los años noventa con la música y que parece no terminar nunca.

¿Os veis desbordados por el número de originales que os llegan? ¿Hay muchos autores que ya ven claro el cambio de soporte?

Lamentablemente no es así. Los escritores conocidos difícilmente acuden a nosotros. Y los noveles sí lo hacen, pero como una alternativa más, junto con el papel, no porque quieran este tipo de edición y no la tradicional. Recibimos muchos originales, pero porque se escribe mucho y se intenta publicar mucho.

Se menciona poco uno de los grandes problemas del libro físico: el escaso tiempo que permanece en las librerías debido a la falta de espacio. El libro digital permite que esté expuesto permanentemente. En Luarna ¿os limitaréis a vuestra web o habrá otras sites desde las que poder adquirir vuestros libros?

Bueno, nuestros libros no sólo pueden comprarse en Luarna sino también ya en otras plataformas: Todoebook, El Corte Inglés, Ghandi, La UNED… Nosotros distribuimos en cualquier sitio que quiera vender nuestros libros, y estamos encantados de ello.

Efectivamente hay una enorme ventaja en el libro electrónico, una vez compuesto ya no se agota nunca, cosa que no sucede con el de papel.

Mantenéis una publicación mensual gratuita que, bajo el título de «Guía de perplejos», informa de vuestras novedades y ofrece noticias sobre el libro digital. Se hace inevitable preguntarte si la escasa difusión de las obras digitales en los medios de comunicación tradicionales, e incluso en la Red, es un handicap adicional para los editores que apuestan por este soporte. No aparecen reseñas, críticas ni entrevistas con autores que no publiquen sus obras en papel…

Así es. Nosotros intentamos siempre llegar lo más lejos que podemos con nuestros autores. Tenemos una agencia de comunicación que está continuamente dedicada a estos asuntos, pero somos conscientes que los críticos literarios de los medios importantes aún se interesan muy poco por nosotros. Tenemos que hacer todos los días un esfuerzo de titanes para dar a conocer a nuestros autores.

Explícanos algunas de las novedades con las que habéis iniciado 2010.

Bueno, nuestro ritmo de edición no solo no se ha detenido sino que lo hemos acelerado. En enero hemos editado una magnífica colección de relatos cortos (El incendio y otros relatos) y una Antología poética de José Naveiras, hemos continuado algunas de nuestras colecciones con nuevas aportaciones, por ejemplo, en España en sus exilios acabamos de re-editar la obra Caminos inversos de Rafael Méndez, una pequeña joya del género memorialístico, o El espejo de las hadas en nuestra colección infantil “Duendes”. En el área científica hemos editado también la obra Sistema dopaminérgico y trastornos psiquiátricos de la Fundación Cerebro y Mente.

Finalmente, ¿2010 será, al fin, el año del libro digital?

No tiene sentido que nuestro país  se distinga del resto de los países de su órbita socioeconómica. 2009 ya ha sido el año del libro electrónico en USA (3.000.000 de Kindles vendidos por Amazon y más libros digitales que analógicos vendidos en la campaña de navidad). Si 2010 no fuera el año del libro electrónico en España, tendríamos que avergonzarnos de nosotros mismos.

José A. Muñoz

José A. Muñoz

José A. Muñoz (Badalona, 1970), periodista cultural. Licenciado en Ciencias de la Información, ha colaborado en varias emisoras de radio locales, realizando programas de cine y magazines culturales y literarios. Ha sido Jefe de Comunicación de Casa del Llibre y de diversas editoriales.

2 Comentarios

  1. Pues mucho me temo, Josep (y Antonio), que no será el año del ebook. Los editores están cavando la tumba de los autores con su visión anacrónica y conformista. Lejos de ver el libro electrónico como una oportunidad mágica para revitalizar el sector y acercar la lectura a los jóvenes, defienden un modelo destinado a desaparecer. Habrá daños colaterales y en 6 años los veremos pedir subvenciones gubernamentales para paliar los efectos de su falta de visión actual… Una pena.

  2. Me temo que es así, José Luis… Vergonzoso y triste. Tengo la sospecha de que deben pensar que si el libro electrónico no tiene éxito, no existirá la piratería (muerto el perro…). Sin embargo, la piratería de libros existe desde hace años, no es nada nuevo. Lo ideal sería que se normalizara el mercado y que la gente descubriera lo maravillosa que es la tinta electrónica. Y que el sector pidiera ayuda y consejo a las editoriales digitales y no las dejara al margen, que es lo que están haciendo.

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