La literatura es pasión. Y la pasión puede ser literatura. Domingo Rodenas de Moya ha preparado una antologÃa de 100 Escritores del siglo XX (en la que ha obviado deliberadamente a los autores en lengua castellana que van a tener su propio volumen) valiente, audaz y, cómo no, en la que las ausencias, notables, marcan y dan más validez a las presencias. Todo lector avezado se convierte en antólogo cuando aborda la lectura de una obra como esta, pero nadie podrÃa obviar a Albert Camus, Hemingway o Kafka, serÃa difÃcil olvidarse del teatro del absurdo de Ionesco o Genet, o de Conrad y Lawrence Durell y su TetralogÃa sobre AlejandrÃa. Y que decir de Steinbeck, Pessoa, Musil, Perec, Robert Walser, Wirginia Woolf, J. D. Salinger, Faulkner, Fitzgerald… 100 Escritores del siglo XX es una antologÃa para disfrutar, para reir, para llorar, amar, soñar, pensar y a veces… Recordad que la buena literatura también se escribÃa en pequeñas y grandes dosis en el siglo pasado.
Se preguntarán ustedes, ¿por qué dentro de Los grandes personajes de la Historia según el Canal Historia que diariamente podemos seguir hasta seis millones de personas en España, uno de ellos precisamente se trata de Adolf Hitler, el verdugo de Europa? Bien. En esta selección no se puede ni se debe hacer distinciones sociales, polÃticas o militares, de ahà que el libro comience con Ramsés II, el Gran Faraón, el hombre que representó el poder absoluto en el Antiguo Egipto, y termina con Bill Gates, “el pionero del futuroâ€, según la revista Forbes “la segunda mayor fortuna del Planeta y la quinta persona más poderosaâ€. (¿Qué tiene más valor de las dos premisas?). ¿Ha cambiado Bill Gates el rumbo de la historia?, se preguntarán ustedes. Es posible que sà o es posible que no, pero lo indudable es que Bill Gates ha sabido hacernos a todos la vida mucho más cómoda y sencilla, y eso tiene mucho valor. Y en medio, entre Ramsés y Gates, se encuentran Mahoma, Cleopatra, Marco Polo, Lutero, Karl Marx, Churchill, Einstein, Picasso, Mandela… y Hitler, el verdugo de Europa, causante de millones de muertos y del origen de la actual Europa.
Es curioso. Hay escritores que suelen alternar con igual éxito la novela y el artÃculo literario, hasta tal punto que nos cuesta escoger con qué género quedarnos. Nos sucedió en su momento con Juan José Millas, verdadero maestro del columnismo, y lleva camino de sucedernos con Elvira Lindo, de quien Alfaguara recopila sus artÃculos editados en un diario nacional bajo el tÃtulo de Don de gentes. Y es que a mÃ, personalmente, como con Juanjo, prefiero la Elvira columnista a la Elvira novelista. Es mucho más cercana, quizás por escribir en primera persona, quizás por referirse a los signos de identidad de la escritora, quizás por recordarnos a nosotros mismos. Por sus artÃculos la conoceréis, y por ellos desfilan actores, cantantes, series de televisión, Los Soprano, esa serie de culto de la que todo el mundo habla y casi nadie vio, Manhattan, Woody Allen, George Simenon, pero también gente corriente, su familia, su suegra de Úbeda, como no, el dolor de una madre americana destrozada por la muerte de su hijo en Irak… En los actos culturales deberÃa estar prohibida la entrada a la familia del artista, relata Elvira en una de sus artÃculos. Cierto. Porque de su presencia al ridÃculo solo hay un paso. Ay, Elvira de mis amores… cuanto de queremos…
Luis GarcÃa
Las Cartas del Norte