«Discordancias», de Elena Casero

Discordancias. Elena Casero
Editorial Talentura (Madrid, 2011)

Después de la magnífica Tribulaciones de un sicario, la escritora valenciana Elena Casero aborda el terreno del cuento con Discordancias, una colección de 19 relatos que tienen como punto de cohesión, según el propio título indica, las discordancias, las desavenencias, los distintos y numerosos puntos de fricción que tienen lugar en una relación humana. Desde los matrimonios que acaban más o menos trágicamente, a las infidelidades, a las constataciones súbitas de que una pareja se ha agotado…

El factor de calidad de esta colección de relatos, junto con su elaborado estilo y la frescura de su prosa ya demostrada en anteriores novelas de la autora, es la perfecta coordinación entre fondo y forma del relato, entre la historia que se quiere contar y el modo en que se cuenta. No nos encontramos con diecinueve relatos narrados en el mismo tono, sea este trágico o desilusionado, seco o rico en detalles, sino que cada cuento en sí mismo marca sus propias reglas conforme a la historia que va a narrar, se adecua con una gran facilidad al contenido. Así, sobre ciertos relatos planea la burla y el sarcasmo incluso en el nombre de los protagonistas, y al fondo de otros aguarda una tragedia desoladora contada con un estilo severo y lacerante.

Entre los relatos de un humor más sardónico, y en ocasiones próximo al negro, encontramos “Una fiera en el páramo”, donde la crisis en la relación viene provocada por algo tan nimio y ridículo visto desde fuera, pero en la realidad tan determinante y rotundo como el hecho de que uno de los protagonistas ronque. En otro cuento, como “Bodas de plata”, asistimos con una sonrisa creciente al desencuentro de una pareja en el momento mismo de cumplir el tan soñado viaje a Nueva York y encontrarse ante una ciudad que a uno de los miembros le supera mientras que al otro le excita. Entre los cuentos trágicos encontramos varios en los que late la idea recurrente del suicidio, o la locura cuando el protagonista cree ver en una mujer que encuentra por la calle la sombra de su esposa que en ese momento se encuentra recluida en casa víctima de una enfermedad… Y en un terreno podríamos decir neutral, o descarnado, hay cuentos también en que los hechos se exponen sin entrar a juzgar sobre ellos y en los que en el tono del narrador no se advierte ningún parecer, como el impresionante, magnífico relato “Las puertas del cielo” en el que la protagonista, que aguarda el ascensor, cuando éste finalmente llega y las puertas se abren encuentra a su marido muerto en el suelo de la cabina…

El conjunto de todos estos cuentos compone un volumen de alta calidad literaria y sobre todo muy propicio a la sorpresa, desde el momento en que el lector, al iniciar cada relato, no sabe exactamente con qué se va a encontrar ni qué le aguarda conforme avance la narración. Un libro, en resumen, escrito con el noble afán de proporcionar un estupendo rato de lectura al tiempo que, en determinados puntos, nos hace reflexionar sobre la naturaleza de nuestras relaciones (sean de pareja o sean simplemente humanas) y si en el fondo no estarán todas abocadas a fracasar, a discordar al cabo, condenándonos sin remisión a un rumbo solitario.

Miguel Baquero
El mundo es oblongo

Miguel Baquero

Madrid (1966). Ha publicado hasta la fecha las novelas "Vida de Martín Pijo"; "Matilde Borge, aviador"; y "Vidas elevadas", el volumen de relatos "Diez cuentos mal contados", así como una selección de las entradas de su blog: "A esto llevan los excesos". Asimismo ha intervenido en distintas antologías y ha recibido varios premios por sus relatos. Reseñista y crítico literario para medios electrónicos, en la actualidad está dando los últimos retoques a una nueva novela.

1 Comentario

  1. Me parece muy acertado el enfoque de Miguel Baquero. Puestos a buscar un elemento común de los relatos, ¿por qué no buscarlo en el título de la colección?

    Efectivamente, el denominador común de los relatos de Elena Casero es la discordancia. Entre los personajes, las situaciones, incluso entre los mismos relatos. Nada concuerda.

    Y un estupendo libro, para leer y releer.

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