Algunos de estos enigmas, ya se advierte, quedan sin resolver pero no es eso lo importante, en unos tiempos en los que buscamos lo obvio; lo importante es la atmósfera, el regusto, el sabor que queda en las páginas, lo que importa es provocar lo que debe ser esencial en literatura: la inquietud…
Ricardo Reques (foto: Ed. Alhulia)
Estamos ante una imaginación desbordante pero contenida con mucho oficio, contenida como esos sapos que, ya algunos pensadores antiguos lo descubrieron, viven en el interior de las rocas desde tiempos inmemoriales, o ese árbol que conserva en sus hojas el recuerdo del cacique al que un dÃa el pueblo ahorcó de sus ramas. En ocasiones, bien es cierto, la imaginación se desliza algo hacia lo convencional, como esa angosta y virada carretera de montaña sobre la que de pronto se posa una niebla, o esa vieja figura del erudito que habita casi desde siempre en la biblioteca…
Pero incluso esos mÃnimos desmayos se compensan inmediatamente con la expectación del cuento próximo, en el que realmente no se sospecha lo que puede ocurrir salvo que será un cuento con un gran estilo y provocará en el lector ese extraño runrún durante varios dÃas que siempre causa la literatura de calidad.
Madrid (1966). Ha publicado hasta la fecha las novelas "Vida de MartÃn Pijo"; "Matilde Borge, aviador"; y "Vidas elevadas", el volumen de relatos "Diez cuentos mal contados", asà como una selección de las entradas de su blog: "A esto llevan los excesos". Asimismo ha intervenido en distintas antologÃas y ha recibido varios premios por sus relatos. Reseñista y crÃtico literario para medios electrónicos, en la actualidad está dando los últimos retoques a una nueva novela.