Chinchilla recordó en Barcelona que “el mundo no está vacÃo hasta que llega un arquitecto para llenarlo†y, asÃ, aseguró que su estudio, con el que lleva 15 años, pone especialmente el foco en valores como la fragilidad y la levedad. La madrileña, que sostiene que su objetivo es dirigirse a un público no especializado, resumió su trayectoria en tres ejes: la ecologÃa, la sociologÃa y la tecnologÃa.
Durante su conferencia, Izaskun Chinchilla mostró algunos de sus proyectos más destacables, como Organic Growth, una propuesta para la 2015 City of Dreams Pavilion Competition de Nueva York, en la que su estudio recicló paraguas rotos, viejos taburetes, y ruedas de bicicletas accidentadas para rediseñar un espacio que es, a la vez, paseo y ágora abierta.
En ese intento de desmitificar la anatomÃa de la obra, y apostar por un cierto continuismo, el estudio de Izaskun Chinchilla ha aplicado una suerte de sistema ortográfico en la rehabilitación del Castillo de Garcimuñoz, en Cuenca. De alguna manera, cuenta, “las nuevas piezas arquitectónicas son tan pequeñas y ligeras como los puntos y las comas de un textoâ€, y asà pueden dialogar las diferentes circunstancias históricas, sociales y culturales que cohabitan el edificio. La unidad, aquà como en la escritura, nace del acento que aporta cada capa, de desvelar los palimpsestos, no de la homogeneización del espacio.
Albert Lladó (Barcelona, 1980) es editor de Revista de Letras y escribe en La Vanguardia. Es autor, entre otros tÃtulos, de 'MalpaÃs' y 'La travesÃa de las anguilas' (Galaxia Gutenberg, 2022 y 2020) y 'La mirada lúcida' (Anagrama, 2019).