Fernando Clemot (Barcelona, 1970) es uno de los más y mejor reconocidos cuentistas de su generación. Entre otros galardones, obtuvo el Premio Setenil en 2009 por su libro Estancos del Chiado (Paralelo Sur Ediciones). Su novela El golfo de los poetas (Barataria, 2009) fue finalista de los premios Ateneo de Sevilla y Logroño de Novela. Imparte talleres de escritura y colabora como crÃtico y columnista en diversas publicaciones culturales.
Impacto
¿Cómo valoras el fenómeno de las nuevas editoriales independientes?
La aparición de estas editoriales independientes, en su mayorÃa de tamaño pequeño y mediano, ha supuesto un cambio de marco dentro de la narrativa y la poesÃa en España. Un buen número de autores, entre los que me encuentro, que tenÃan el paso cerrado a las grandes “marcas†han encontrado un hábitat en el que poder desarrollar su apuesta literaria.
El surgimiento de estas editoriales es la mejor noticia de los últimos diez años ya que en ellas, desde mi punto de vista, se está gestando buena parte de las propuestas literarias más interesantes y sorprendentes. Sin ir más lejos resultarÃa inexplicable el auge en los últimos diez años del cuento sin la colaboración de estas editoriales.
Ha sido una suerte poder vivir esta ebullición, un hermoso regalo.
¿Hasta qué punto crees que la irrupción de estas editoriales ha afectado al mercado del libro?
Se ha diversificado la oferta en narrativa, no cabe duda. Puedes encontrar en novedades tÃtulos y autores que difÃcilmente hubieran podido llegar allà antes. Se encuentran apuestas personales de pequeñas editoriales, no sólo los valores seguros que suelen ser el campo de las grandes editoriales.
El «pastel», en cuanto a ventas, distribución y presencia en librerÃas, ¿está más repartido?
Salvo algunos grandes “pelotazos†que todos conocemos de Candaya, Alfabia, Impedimenta etc., no creo que en cuanto al volumen de ventas haya habido todavÃa cambios muy significativos. Tal como está el mercado la venta de un millar de ejemplares es un buen negocio para las editoriales pequeñas y medianas. El trozo grande del pastel se lo siguen repartiendo las cinco o seis grandes editoriales o grupos. De todas formas soy muy optimista en que lentamente se produzca un cambio en esta dinámica que ha ocupado los últimos veinte o veinticinco años y este grupo de editoriales (unas treinta aproximadamente) adquieran cada vez peso en las ventas. SerÃa una gran noticia y confÃo en que este cambio se produzca.
Editores
¿Percibes una transformación en el modelo de editor, que haya hecho que se conviertan en «promotores»?
El modelo clásico de editor se ha modificado de forma definitiva pero no únicamente en las editoriales llamadas independientes. La figura de los años sesenta del editor compañero, casi confidente del escritor, se ha ido rarificando y la figura del editor acoge ahora otro tipo de trabajos que antes no le correspondÃan, aunque señalarlos únicamente como promotores me parece un poco exagerado. En las editoriales pequeñas y medianas la figura del editor, por necesidades de la estructura de estos sellos, acoge también otras funciones que en las grandes editoriales están más diversificadas y asà podemos encontrar el editor que es corrector, en algún caso diseñador, jefe de prensa y que promociona de forma directa sus tÃtulos entre los crÃticos y en las ferias.
Autores
Los nuevos autores, ¿lo tienen más fácil para publicar, con estas nuevas editoriales?
Publicar no es sencillo para un autor novel y desde mi punto de vista no está mal que siga siendo asÃ. Se publica demasiado en España: el año pasado 65 000 tÃtulos, casi más que Alemania y Francia juntos. En la cultura de la imagen, de lo inmediato, ha dejado de verse la literatura como un oficio, como una experiencia de largo recorrido. Nadie quiere pasar ocho o diez años corrigiéndose mejorando el arte de su oficio. Es demasiado tiempo. La gente quiere publicar ya, y las pequeñas editoriales, los talleres de narrativa serios y los concursos limpios deberÃan tener también la capacidad de hacer de filtro y detectar los valores que crecen, que tienen capacidad y posibilidad de aportar algo.
¿Qué opinas de la proliferación de escritores innovadores que aparecen en los medios? ¿Estamos realmente ante una cantera de futuros clásicos o se nos está vendiendo humo?
Están apareciendo tÃtulos y nombres muy interesantes en los últimos cinco años, tanto en el mundo del cuento como en el de la narrativa breve o la novela. Creo que tras unos años un tanto vacÃos en que los principales nombres seguÃan siendo los de la generación de los Ochenta se empieza a vislumbrar un buen grupo de escritores, todavÃa en progresión muchos de ellos, pero que estoy seguro que van a dar unos buenos años a la literatura. Soy optimista. En este proceso las pequeñas editoriales de las que hemos hablado están teniendo un papel decisivo.
Relación editor-autor
¿Ves difÃcil que los nuevos editores establezcan pactos duraderos con sus autores?
Veo especialmente difÃciles mantener este tipo de pactos editor-autor con las grandes marcas o grupos. A todos las editoriales o grupos editoriales les interesa vender, cuanto más mejor, y muy probablemente no continuarÃan con un autor con un primer libro que no haya tenido unas ventas aceptables. En una editorial pequeña o mediana existen muchas más posibilidades de continuidad.
Clásicos
¿Cómo valoras la tendencia de los nuevos sellos de recuperar obras libres de derechos o nunca publicadas?
Es una tendencia la de la recuperación de obras libres de derechos. Se ahorra de esta forma la parte del autor, entre un ocho a un diez por ciento del precio venta público, y también se evitan algunos roces o susceptibilidades que surgen a menudo. Un autor muerto antes de 1941 le va a causar menos problemas al editor que un joven con su primera novela o un autor susceptible o resabiado. Se han abierto hace poco los derechos de autores por lo demás muy interesantes: Bulgákov, Bunin, Scott Fitzgerald, Lagerlöf, Azaña, Benjamin…
LibrerÃas
¿Observas una predisposición, por parte del librero tradicional, para destacar los libros de estas editoriales y promocionarlos?
El librero tradicional, con sus excepciones primorosas, es un género en extinción, como lo es el editor tradicional. El librero deberÃa ser el último punto en el eslabón entre el escritor y el lector, deberÃa aconsejar al lector lo que está bien, lo que puede enriquecerlo, conocerlo, saber lo que le puede gustar y lo que no… Lo que he contado sucede, y conozco libreros excelentes que siguen manteniendo esta bellÃsima práctica, pero en general abundan en las librerÃas las columnas de libros de consumo, posiblemente necesarios, pero con nulos valores literarios.
CrÃtica
¿Hasta qué punto crees que tantas nuevas editoriales han afectado al panorama crÃtico en nuestro paÃs?
Creo que la crÃtica tradicional comienza a fijarse y dar valor a estos libros y editoriales. Al principio no fue asà pero ahora parece que la crÃtica le va cogiendo el pulso. De todas formas sigo echando de menos, con excepciones, un papel mucho más estricto de la crÃtica. Leo pocas crÃticas duras y muchas loatorias, neutras o que ensalzan obras en que en algunas ocasiones no merecen tantos parabienes. No pido tampoco una crÃtica que se ensañe o de mal gusto pero sà que ejerza con más fuerza un papel necesario de criba y de orientación al lector.
¿Qué peso estimas que tiene en estos momentos la crÃtica en el entorno digital? (blog, webs…).
Tiene un peso cada vez mayor y a buen seguro que se va a ir incrementando. SerÃa necesario que los suplementos literarios de los grandes diarios nacionales reaccionaran. Su material crÃtico y de reseña literaria cada vez es más fragmentario y escaso y el ámbito digital están ganando dÃa a dÃa público. No sé si es desgana o simplemente un suicidio lento por parte de ellos pero la pérdida de peso de lo impreso respecto a la red es un proceso que se va consumando dÃa a dÃa.
Gustos personales
De los nuevos sellos, ¿cuáles han sido los que más te han gustado o sorprendido?
Aquà me dejo guiar un poco también por mis filias personales pero me gustarÃa destacar algunos como Salto de Página, Barataria, Candaya, Menoscuarto, Nevsky Prospects, Tropo, Ediciones Escalera, Baile del Sol, Ãtico de los Libros, Impedimenta, Melusina, Páginas de Espuma, Xordica, Libros del Silencio… Por ahà irÃan mis gustos. Me sorprendió y recomiendo vivamente un tÃtulo de otra de ellas, Alpha Decay, que me deslumbró con El apocalipsis de los trabajadores, de Valter Hugo Mãe.
Promoción
¿Has notado que la presencia de los nuevos sellos haya provocado un cambio en el modo de promoción del resto de editoriales?
No sé si por obra de los nuevos editores y o de la cultura de la imagen que nos rodea las editoriales se han visto obligadas a dar un peso importante a los videos, entrevistas a los autores o promociones que hasta hace poco no eran frecuentes. Las distribuidores, en muchos casos, y los grandes centros de venta son las que están marcando estas nuevas pautas de promoción.
Futuro
¿Crees que hay mercado para la cantidad de libros y editoriales existentes? ¿Podrán sobrevivir todas las nuevas empresas?
Se producirá un proceso de selección natural. Aguantarán algunas pero desaparecerán también unas cuantas, sin duda. Obra a favor de estas editoriales que en algunos casos las editoriales no son la única fuente de ingresos de los editores ni de los profesionales relacionados con la edición. Esto que podrÃa parecer a priori un handicap puede hacer que algunas editoriales en dificultades sobrevivan en estos tiempos tan malos para cualquier tipo de iniciativa.
Jordi Corominas i Julián http://corominasijulian.blogspot.com
José A. Muñoz
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