En pocas horas, el mundo de la cultura se ha sumido en la tristeza. Tras la irreparable pérdida, ayer, del actor José Luis López Vázquez, nos llega la noticia del fallecimiento de Francisco Ayala (Granada, 1906), a causa de un debilitamiento de sus facultades fÃsicas provocado por la edad, y de Cláude Lévi-Strauss (Bruselas, 1908).
Francisco Ayala, hombre de letras que se apoyo en el ensayo y en la narrativa para desarrollar su escritura, fue uno de los referentes intelectuales de España desde la segunda mitad del siglo XX. Último superviviente de la generación del 27, miembro de la Real Academia de la Lengua y ganador del Premio Cervantes y el PrÃncipe de Asturias, destacó por su prolÃfica obra en la que ofreció una particular visión de la vida, siempre marcada por la ética. Entre sus obras, destacan Muertes de perro (1958), una dura alegorÃa sobre el terror de la dictadura o El jardÃn de las delicias (1971), sin olvidar Recuerdos y olvidos, un volumen de memorias en el que condensaba su larga experiencia vital.
Cláude Lévi-Strauss fue el gran maestro de la antropologÃa moderna y a través de sus trabajos propuso una nueva lectura de los mecanismos socio-culturales, aplicando el análisis estructural a las ciencias humanas.
Entre sus principales obras caben señalar Estructuras elementales del parentesco (1949), AntropologÃa estructural (1958), El pensamiento salvaje (1962), los cuatro tomos de la serie Mitológicas (publicados entre 1964 y 1971) y, por supuesto, Tristes trópicos, la más célebre de ellas.