Para leer al anochecer. Charles Dickens
Traducción de Marian Womack y Enrique Gil-Delgado
Impedimenta (Madrid, 2009)
¡Qué estupendo es reencontrarse con Charles Dickens! Las obras del inglés victoriano deberÃan ser de lectura obligatoria y, si se quiere crear el hábito en lo más jóvenes, el autor de Oliver Twist es uno de los más apropiados creadores.
Para leer al anochecer es un delicioso volumen en el que se recogen algunas de las historias de fantasmas con las que fue salpicando su trayectoria literaria. Lo conforman pequeños relatos y fragmentos de novelas en los que surgen espectros de diferente calaña y con variadas intenciones. A Dickens le entusiasmaba reflejar a la sociedad británica de la época desde ambos puntos de vista: el de la vÃctima en vida y el del aparecido. A menudo, haciendo uso de la parodia, lograba el efecto reflexivo en el lector y, en la mayorÃa de casos, estos espÃritus de turbio pasado hacen sospechar que el autor interpretaba la neblina londinense como el limbo donde iban a parar los desgraciados a la espera de cumplir su penitencia, dotándoles de un alma que, como es bien sabido por sus lectores, muchos de los personajes terrenales no poseen. Tampoco descartemos la acertada incorporación de los fantasmas en su afán por mostrar la desigualdad, no ya económica, sino corpórea, y la influencia que los entes ejercen en los vivos. A veces malignos, otras benefactores, Dickens juega con nosotros para que las intenciones no nos acaben de quedar claras desde el principio.
Impedimenta nos entrega, asÃ, un buen repertorio para pasar gozosos ratos ambientados en lo gótico. Tanto la selección de piezas como las traducciones de Marian Womack y Enrique Gil-Delgado son excelentes. DifÃcil destacar un cuento por encima de otros, pero dejo constancia de mi admiración por el clásico El guardavÃas, el curioso La casa encantada, origen de centenares de historias de similares caracterÃsticas, o El fantasma en la habitación de la desposada, escrito en colaboración con su amigo Wilkie Collins.
Apaguen las luces, enciendan unas velas, y déjense llevar por las historias de fantasmas más maravillosas jamás escritas.
José A. Muñoz
Estoy totalmente de acuerdo en que las obras de Charles Dickens deberÃan ser de lectura obligatoria. Me he leÃdo muchos de sus libros, pero éste en concreto, no!! Otro más par al lista de pendientes… Un saludo.
[…] se dice de Dickens, ¿verdad? Y es absolutamente cierto, aunque sólo sea por la estructura de lo que hacÃan, que […]