Está claro que a estas alturas de su bibliografÃa John Le Carré, cuyo verdadero nombre es David John Moore Cornwell, ostenta un estilo muy personalizado, podrÃamos aventurarnos a etiquetarlo como un estilo lecarreriano, enmarcado en un género permutado con el que ha alimentado 23 novelas en 48 años de escritura-oficio, lo que hacen un buen puñado cada década, con las caracterÃsticas y particularidades sociopolÃticas propias de las mismas. Allá donde comenzó en sus primeras novelas con un humor sardónico entremezclado con el policÃaco más puro, acabó deviniendo en atmosfera de espÃas, dobles agentes, topos, aristócratas y elegantes sujetos del Servicio Secreto Británico que se mueven alrededor del globo. Famoso a raÃz de sus historias con el telón de acero y la guerra frÃa de fondo de armario, Le Carré ha sabido renovar sus denuncias conforme a lo cambios sociológicos y polÃticos habidos en su larga carrera literaria. Muchos y variados, espÃas y contraespÃas para todos los paladares.
Su personaje clave, el agente Smiley, a quién hizo trabajar en varias novelas, de las que hablaré en un aparte, refleja el Le Carré más dubitativo y reflexivo, además de complejo para inscribirse, ¿por qué no?, en la carrera de los best-sellers. Premiado únicamente por su novela estrella, El espÃa que surgió del frÃo, el seguimientos de sus fans (entre los que me cuento) a lo largo de tantos años sea, tal vez, el mejor premio. Considerado casi subversivo por sus denuncias y tramas, entretenidas por demás, disertadas y desarrolladas al mÃnimo detalle, llega al final de la primera década del nuevo siglo con una estupenda novela, El hombre más buscado (Plaza & Janés), que enfoca la problemática de las desorbitadas e injustas leyes antiterroristas promulgadas a raÃz del 11S y los atentados de Madrid y Londres. Escrita con cierto toque de ira, algo que Le Carré apunta en más de una entrevista, dota de cuerpo su trazo fino, dibujando alma y dudas a sus personajes, haciéndolos humanos y sorprendidos, funcionarios o tiernos pidiendo una segunda oportunidad. Consigue cerrar sin cerrar una de sus mejores tramas, con el irresoluble asunto Rusia-Chechenia como telón de fondo, y el siniestro affair de militares rusos y banqueros suizos.
En los años setenta fueron el aristocrático Servicio Secreto Británico, el triángulo amoroso, los topos descubiertos, Extremo Oriente, para seguir en los ochenta con el Mossad y el terrorismo palestino, el espionaje y contraespionaje en la Perestroika; en los noventa el contrabando de armas con la 1ª Guerra del golfo de marco, o el comportamiento de la polÃtica exterior norteamericana en Latinoamérica con sastres como señuelos o bufetes de abogados conectados con la mafia rusa, década realmente productiva los años noventa, a la que no parece que la primera década del nuevo siglo tenga nada que envidiar, visto el camino que este ex profesor y espÃa, que perteneció en los años sesenta al cuerpo diplomático inglés en Bonn, ha emprendido. Y asà ha explorado Ãfrica por dos veces, denunciando la falta de ética de las farmacéuticas y el expolio desde fuera y dentro a que es sometido este continente. Ha vuelto a rememorar las utopÃas polÃticas de los sesenta con viejos y buenos amigos y vuelve ahora con un tema de la más absoluta actualidad, la inmigración ilegal y la nefasta herencia de Bush (cowboy) Junior, la patológica guerra contra el terror.
Este escritor que odia el teléfono, no se da la importancia que le dan sus lectores globales, y se sorprende de la atención de guru que despierta su ficción, tiene el don de hacer que leamos con ávida rapidez sus historias, porque las escenifica, construye e imagina (apoyadas con una buena base documental) con tal Ãmpetu aventurero y adrenalÃtico que vivimos angustiadamente la pelÃcula que se despliega en la gran pantalla de nuestra mente. Tiene el don, este hombre, de movilizar los resortes adecuados para que sus best-seller contengan algo más que papilla ya digerida, y a un tiempo que nos hace meditar las reflexiones que plantea, nos eleva por los aires haciéndonos desaparecer del entorno que nos rodea, para introducirnos en su ficción y vivirla casi. Lo ha hecho en las anteriores, y lo vuelve a hacer en El hombre más buscado. Hamburgo, la segunda ciudad más grande de Alemania, con el segundo puerto más importante de Europa; Un emigrante ilegal, musulmán Checheno para más complicación personal en los tiempos que corren; Una abogada alemana, una de esas ilusas que aún quieren ayudar a los desheredados; Un banquero inglés heredero de un banco suizo establecido en Hamburgo y unas cuentas especiales; Un ambicioso miembro del Comité Conjunto de BerlÃn, perteneciente a la inteligencia alemana, decidido a luchar contra el terrorismo islámico, con nuevas reglas y con informadores utilizados con astucia de espÃa del siglo XXI; La Inteligencia británica y americana queriendo su codiciado trozo de pastel en la lucha antiterrorista global; Un intelectual islámista, maestro, buen hombre, mejor musulmán. Sobre todos ello planea un cinco por ciento de maldad: “Pero, a ver, ¿quién no es un cinco por ciento malo?, se preguntó Brue mientras, acompañados por toda la familia, recorrÃan un estrecho pasillo. ¿Brue Frères, con sus inversiones arriesgadas, sus clientes arriesgados y sus Lipizzaner? ¿Más algún que otro abuso de información privilegiada cuando podemos salir impunes?…â€. He aquà la gran paradoja de Le Carré en las esquinas de su aventura de informadores y espÃas, ilegales y banqueros, donde está la compasión, la humanidad, la ética, la moral, el cumplimiento de las promesas, nada importa para los objetivos de la Agencia de la Central de Inteligencia…
En su habitual estructura de escenas y personajes presentados en capÃtulos alternos, todo el conjunto se visualiza como ventanas abiertas en una pantalla de ordenador que vamos pinchando a medida que la trama va dirigiendo a los personajes al punto culminante. Escrita con la rabia de la crisis polÃtica y ética que arrastramos desde hace años, El hombre más buscado, tiene un punto altermundista y más subversivo aún que la anterior La canción de los misioneros, acercándose más bien a la ira de El jardinero fiel.
CronologÃa esencial
1962, Asesinato de calidad, (A Murder of Quality).
Ambientada en el intrigante mundo del profesorado, un mundo de ambiciones tan desmesuradas como mezquinas, este thriller o policÃaco al uso refleja las primeras intenciones de John Le Carré, usar del humor sardónico y cierto cinismo. Segunda novela corta, poco llamarÃa la atención hasta que su siguiente novela alcanzarÃa un éxito inesperado.
1963, El espÃa que surgió del frÃo, (The Spy who Came in from the Cold).
La única de sus obras premiada, fue descrita por Graham Green como la mejor novela de espÃas que habÃa leÃdo. Premio Somerset Maugham y Premio Crime Writers Association Gold Dagger. Su historia se desarrolla durante la guerra frÃa, en la Inglaterra y la Alemania de la primera mitad del siglo XX. El espionaje como renuncia a todo, duro y sacrificado, con el telón de acero como fondo, y espÃas dobles, triples o cuádruples. El comienzo del espÃa manipulado.
1965, Martin Ritt realizó una excelente adaptación cinematográfica de la famosa novela, y contó con Richard Burton para el papel Alec Leamas, considerada la mejor adaptación cinematográfica de sus novelas.
1967, Sidney Lumet filma Llamada para un muerto, (Call for the Dead) adaptación de la primera novela John Le Carré de 1961, con James Mason como el protagonista implicado en la investigación del suicidio de un miembro del Foreing Office.
1970, Frank Pierson estrena El espejo de los espÃas, adaptación de la novela del mismo tÃtulo de 1965 (The looking-glass War), con Christopher Jones, y una de las primeras apariciones en el cine de Anthony Hopkins. La trama muestra a un joven polaco que debe suministrar información a dos espÃas británicos sobre armas nucleares en la Alemania del Este.
1979, John Irvin dirige la exitosa serie de la televisión británica BBC basada en el también famoso libro El topo, de 1974 (Tinker, Tailor, Soldier, Spy), con Alec Guinness en un protagonismo excepcional.
1982, La chica del tambor, (The Little Drummer Girl).
La acción arranca tras la masacre de Munich y recrea la época más activa del terrorismo palestino. Khalil, un misterioso y audaz terrorista, mantiene en jaque a los servicios secretos israelÃes. El Mossad, poniendo en práctica un plan tan maquiavélico como inteligente, capta los servicios involuntarios de Charlie, una actriz inglesa de poca monta y vida bohemia. Charlie es sometida a un durÃsimo entrenamiento psicológico para que consiga, aun sin saberlo, lo que nadie ha conseguido: atrapar a Khalil.
Ese mismo año se estrena otra serie en la BBC adaptando La gente de Smiley de 1979, dirigida por Simon Langton, de nuevo con Alec Guinness, quién ganó dos premios BAFTA al mejor actor por ambas series.
1984, George Roy Hill dirige una pelÃcula de la novela La chica del tambor, protagonizada por Diane Keaton.
1986, Un espÃa perfecto, (A Perfect Spy).
John Le Carré indaga en las razones sociales, familiares y polÃticas de ser espÃa y las consecuencias de esta responsabilidad. Durante quince años, Magnus Pym ha dividido su tiempo entre su hogar en Viena –donde trabaja para el servicio de la Embajada británica– y una modesta casa de huéspedes situada en la costa de Inglaterra, lugar al que acude a descansar bajo un nombre supuesto. Es allà donde Magnus escribe una larga carta a su hijo Tom, relatándole diversos acontecimientos de su vida, a fin de hacerle comprender las razones que motivaron su conducta. Perseguido por su propia agencia y por sus enemigos, Pym debe encontrarse a sà mismo antes de que sus cazadores le encuentren.
1987, Peter Smith dirigió una serie para la BBC de siete episodios escenificando Un espÃa perfecto.
1990, se estrena la pelÃcula La casa Rusia, (novela de 1989), dirigida por Fred Schepisi, con Michelle Pfeiffer y Sean Connery en los papeles principales.
1991, ¿El traidor del siglo?, (The unbearable peace).
Una lectura apasionante que describe un caso de espionaje ocurrido en Suiza en 1977, en el que el escritor duda de que el acusado no fuera sino un pequeño espÃa que encarcelaron en el lugar de un espÃa importante. La prensa suiza le llamó «el traidor del siglo» y, antes ya del proceso, el presidente de la Confederación Helvética reclamó para él todo el peso de la ley.
1993, El infiltrado, (The Night Manager).
Las viejas rivalidades en entre las grandes potenicas (Guerra FrÃa) han sido suplantadas por organizaciones criminales que se dedican al contrabando de armas y el tráfico de drogas con la guerra del Golfo de telón de fondo y las organizaciones criminales que se dedican al contrabando de armas y el tráfico de drogas y cuyos voraces tentáculos llegan a todos los estamentos sociales y polÃticos. Le Carré retrata un mundo donde las fronteras entre el bien y el mal se han difuminado y donde Jonathan Pine, su fascinante protagonista, se perfila como otro de los carismáticos personajes de este autor.
Actualmente está en proyecto la producción del film bajo la supervisión del actor Brad Pitt a través de su compañÃa Plan B, si bien se desconoce si el actor también tiene interés en convertirse en su protagonista. Robert Edwards será el responsable de escribir su guión.
1997, El sastre de Panamá, (The Tailor of Panama).
Otro caso de espionaje de Le Carré que termina en tragedia. Harry Pendel el carismático y sociable propietario de Pendel & Braithwaite S. L., donde desfila lo más granado de Panamá. Andrew Osnard es un misterioso y sensual espÃa cuya misión consiste en vigilar las maniobras de los lÃderes polÃticos americanos en el paÃs cuando se debe cumplir el acuerdo de devolución del Canal al gobierno local, y asegurarse para él mismo una inmensa fortuna. Pendel se convertirá en la fuente de información privilegiada de Osnard.
2001, John Boorman dirigió la adaptación de la novela al cine con Pierce Brosnan y Geoffrey Rush en los papeles principales.
La novela más barroca del escritor, la trama gira en torno a la mafia rusa post-perestroika, sus conexiones con la banca y un bufete inglés. Llena de giros temporales y acertijos narrativos, se simplifica a medida que avanza la novela, con escenas repletas de emoción y sorpresa hollywoodiense. Una novela que entra tan bien como una cerveza frÃa después de un duro dÃa, comentó en su dÃa el Daily Telegraph.
2004, Amigos absolutos, (Absolute Friends).
Con su habitual maestrÃa, John le Carré nos lleva con nostalgia a los contestatarios años sesenta a través de la historia de dos amigos a lo largo de cincuenta y seis años: Ted Mundy, hijo de un militar británico, y Sasha, hijo de un pastor luterano proveniente de la Alemania del Este. Ambos estudian siendo jóvenes en BerlÃn Oeste y se reencontrarán primero en la guerra frÃa y años más tarde en un mundo amenazado por el terrorismo y sojuzgado por la polÃtica americana de la guerra global. La hipocresÃa de la polÃtica, y la desproporcionada guerra contra el terror a la que volverá en El hombre más buscado.
2005, se estrena la pelÃcula basada en la novela El jardinero fiel, de 2001, con un gran éxito de público y crÃtica. La actriz protagonista, Rachel Weisz ganó el Oscar a Mejor Actriz de Reparto, y hubo tres nominaciones más, al mejor guión adaptado, a la mejor banda sonora y al mejor montaje.
2006, La canción de los misioneros, (The Mission Song).
El escritor vuelve su mirada a Ãfrica con su habitual maestrÃa para la intriga, la corrupción y en medio de todo, algo de amor. Bruno Salvador, un traductor de minoritarias lenguas africanas al servicio de la Inteligencia Británica descubre que su gobierno es cómplice del expolio de un paÃs africano, y sólo puede hacer una cosa: luchar por la vida del paÃs que ama. Financieros occidentales, Señores de la guerra, los servicios de inmigración e inevitablemente la Inteligencia británica, además de alguna mujer, como una ambiciosa reportera o una sencilla enfermera, todos nos engullen en su frenética historia.
Blanca Vázquez
El gusanillo de los libros
http://elgusanillo.blogspot.com
Le Le Carré es uno de los más grandes narradores británicos del XX, y desde luego, un maestro de su género. Yo lo tengo como uno de los espejos de lo que quiero que sean mis novelas.
Hermosa nota, sobre el mejor escritor de espionaje. Saludos
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