Ciclo Circuit-On: un repaso a los teatros «artesanales» de Madrid

Carmen Garrido presenta un ciclo dedicado a cuatro espacios escénicos que, desmarcados de la oficialidad, están despuntando y ampliando la oferta teatral de Madrid con apuestas arriesgadas y de calidad.

Un ballo in maschera (Film Still) ©2004, Yinka Shonibare MBE
Un ballo in maschera (Film Still) ©2004, Yinka Shonibare MBE

Fíjense en la imagen de arriba.

No se puede hacer un análisis psicológico de la mirada de esta (llamémosle) meretriz. Seguramente, la respuesta de diván sería: sus deseos y perversiones obedecen al más puro divertimento. Es vacua, caprichosa, ignorante, fútil, vana. Destila el olor dulzón de Poison para tapar la putrefacción que lleva dentro. A pesar de lo que ella piense, no participa en el White and Black Ball de Capote, nunca fue invitada a un baile de máscaras veneciano. Sus brocados son producto de su raza, la del nuevo rico que (des)gobierna, el que nunca ha leído a Dante, el que cree que el único Freud es el vienés, el que adora a Hirst, el que visita el Louvre con audioguía, el que admira los puentecitos de Calatrava y tiene como aspiración vivir en la urbanización madrileña de moda. Esta Madame Cultura es la funcionaria que, tijera en mano, poda la sabiduría, tatuada con un 21% IVA en el bajo vientre. Es la Madame que espera una respuesta sumisa y callada de los que pisan el barro y tienen a la creación como única actitud (y vocación) vital. Los artistas han empezado ya a callarle la boca a esta gran fulana del corte y confección. Sin embargo, en su ignorancia, ella no lo sabe. Piano, piano. Los forjadores están comenzando a descalzarla, en silencio. Ya está perdiendo pie, aunque ella crea que sólo es un desnivel del terreno.

Logo CIRCUIT-ONDesde Circuit-ON, como proyecto dedicado a las artes escénicas, vamos a quitar el antifaz de esta Madame Cultura que subestima a directores, dramaturgos y actores. Vamos a enfocar la mirada hacia la actual actividad teatral madrileña en modo microscopio, a través de las salas pertenecientes al mal llamado Circuito Off. Sobre la pletina, en nuestra placa de Petri, ellas serán el objeto a diseccionar. Salas artesanales que está inaugurando, subterráneamente en un principio y en modo ebullición ahora, una nueva época para el teatro capitalino, una “Edad de Oro” oficiosa, nacida del boca a boca, del tête à tête. El resultado de esta labor creativa: una espléndida producción sobre las tablas. Obras “acristaladas” y esculpidas con mimo, creadas sólo por la belleza en sí, por el deseo de crear y renovar en el siglo XXI frente al operante 21 (por ciento) ordinal; obras nacidas de la vocación de oxigenar y regenerar. Innovación y apremio para sacar de la parálisis al viejo arte de representar la vida encima de un escenario.

Entrada de la sala Garage Lumière
Entrada de la sala Garaje Lumière

En Revista de Letras contemplaremos Madrid como el laberíntico jardín de Bomarzo. En vez de setos y laureles, las piedras de los barrios más clásicos: La Latina, Malasaña, Embajadores, Chueca, Chamberí. Pasear por sus calles camino a una representación, cualquier día de la semana, se ha convertido ya en un clásico. Jóvenes arracimados en torno a una puerta, en torno a un lugar sin pretensiones, sin ditirambos, sin grandes publicidades. Mayores que acuden gracias al boca a boca. Stoppard, Albee o Kushner se anuncian ahora en las redes sociales.

Pero no sólo de los clásicos vive el espectador. En estos escenarios se arriesga: Red Bull y B12 para los teatreros en forma de Chéjovs, Pinters y Mamets. Pero también, abundan las representaciones de dramaturgos españoles (JASP pero no publicitados y libres de cualquier etiqueta generacional), que desgranan la actualidad con escenografías sencillas y con actores formados. Intérpretes alejados de las caras que, desde la pequeña pantalla y sin pisar los escalones previos, son importadas directamente a los teatros oficiales.

Puerta de entrada a La Casa de la Portera
Puerta de entrada a La Casa de la Portera

No podemos poner a estos recintos, purgantes de lo atávico y lo manido, el decadente adjetivo de alternativos o la ya clásica nominación de pertenencia a un Circuito Off. Más bien son los que desde el modo ON han hecho que la Spanish Revolution llegue como atrezzo a un mundo donde se mezclaba la gerontocracia, el nepotismo y bastante salpimienta de clasicismo.

En esta propuesta, para averiguar qué se cuece en los entresijos de las calles castizas, entrevistaremos a los responsables de cuatro teatros madrileños y a un actor/actriz representativos de una obra que, en ese momento, se esté montando sobre el escenario de la sala. Indagaremos sobre qué quieren ofrecer al público; cuál es su diferencia respecto al circuito oficial; cómo enfrentan el tema de la escasez de subvenciones y de la subida del IVA; cuál es la esencia del teatro que proponen (muchos de ellos son, también, escuelas, y ofrecen talleres y cursos); o cuál es su relación con las redes sociales como forma de comunicación y publicidad.

Interior de la sala Cuarta Pared
Interior de la sala Cuarta Pared (foto @ Mila Benítez)

Empezaremos por la clásica Cuarta Pared. Una de las grandes apuestas madrileñas de calidad que, desde Embajadores y comandada por Javier Yagüe, sigue encaminando sus pasos hacia la innovación. Una innovación que se pone de manifiesto mediante propuestas teatrales como Inmortales (cuando la ficción científica hace que el espectador viaje en el tiempo); Teatro por alimentos (o cómo disfrutar de una obra donando alimentos no perecederos); o Mi piedra Rosetta, la obra de la que nos ocuparemos, primera puesta en escena de la compañía Palmyra Teatro. Nacida de la dramaturgia de José Ramón Fernández (Premio Nacional de Literatura Dramática y un habitual de La Cuarta) es protagonizada por cuatro actores con discapacidades físicas que nos harán reflexionar sobre la superación de las propias limitaciones. Se estrenará el 25 de este mes y prorrogará los días 26 y 27 de abril y 2, 3, 4 de mayo. Sobre ella charlaremos con Jesús Barranco, Patricia Ruz, Tomi Ojeda, Christian Gordo e Iris Jugo, sus intérpretes. Y para conocer la quintaesencia de Cuarta Pared, entrevistaremos a Yagüe. Él nos contará que se cuece en la cocina de este escenario con más de veinticinco años de experiencia.

Interior de la sala Tribueñe
Interior de la sala Tribueñe

A ellos les seguirán Irina Kouberskaya (directora de Tribueñe), Celia de Molina (directora de Garaje Lumière), y José Martret y Alberto Puraenvidia (directores de La Casa de la Portera).

Mediante este proyecto, queremos, en torno a un café, cambiar la visión off de estas salas por el modo on, dando a conocer qué se gesta en la escena de la capital del Reino, la no tan oficial, la que ya está dando que hablar. Innovación frente a la travesía en el desierto. En un principio, las perspectivas, tras los tijeretazos gubernamentales, avizoraban un bloqueo rilkeano sobre las Artes. La realidad, sin embargo, ha sido impuesta: bulle la escena, ergo existimos.

Carmen Garrido (@CarmelaGarrido)
www.ladamadeverde.blogspot.com

Fotos: Gentileza de Cuarta Pared (© Mila Benítez), Tribueñe, Garaje Lumière y La Casa de la Portera.

 

Carmen Garrido

Carmen Garrido (Fernán Núñez, Córdoba, 1978) es poeta y periodista especializada en Relaciones Internacionales. Premio Andalucía Joven 2008 con 'La hijastra de Job' (Editorial Renacimiento), en 2011 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Fundación Cultural Miguel Hernández por su poemario 'Garum' (Editorial Devenir), y fue designada autora 2011 de la Diputación de Cádiz con 'El parteluz' (Proyecto Alumbre).

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