Tercera sesión: presentación de Rusia es el tema. Poemas reunidos 1973-2008, de Daniel Samoilovich. Con Daniel Samoilovich y Edgardo Dobry.
«Parece como si en algún momento del siglo XX la poesÃa se redujera solo a la lÃrica; una lÃrica que además desconfÃa de la rima y de la métrica…, por no hablar de la que desconfÃa también de la poesÃa.»
Daniel Samoilovich
Empieza a hablar Daniel Samoilovich y el tiempo se convierte en un todo, aquÃ, ahora. Perdonen que me ponga absoluta: ayer en la Calders, asà de entrada, recogiendo el pie que le daba Edgardo Dobry (profesor de literatura de la UPF), el poeta, de un plumazo, cantó en medio segundo qué tenÃa antes la poesÃa, qué tenÃa aún antes, qué le falta ahora y cómo lo que le falta es precisamente lo que le gusta hacer a él. «A mà lo que más me interesa es hacer las cosas que están menos hechas», dijo Samoilovich, y recordando los tiempos en los que en la poesÃa se practicaban mil géneros -«que habÃa mil posibilidades»-, Dobry le repasó la bibliografÃa con un «cada libro tuyo es una cosa distinta» como introducción.
Samoilovich ha practicado el poema dramático, el de los fragmentos ligados y el lÃrico también. Ha cantado tanto a temas tan totales como la evolución darwiniana como a temas tan concretos como la crisis argentina de 2001. Siempre con escudo de por medio, eso sÃ: «Has hecho una búsqueda muy minuciosa de las máscaras que has elegido», le dijo Dobry, y que en muchas ocasiones esa máscara era el humor, dijo también: como el “humor nefasto», lo definió, y tomando como ejemplo El carrito de Eneas (Bajo la Luna, 2003), poemario en el que Samoilovich retrata las peripecias de un recogedor de cartón inspirado en el mito de Eneas para hablar de la crisis, el poeta explicaba: «es que querÃa ver qué quedaba de aquella prepotencia nuestra de antes… y me resultó todo muy cómico».
Siguieron hablando de poesÃa, de máscaras, de paÃs. Dobry se revelaba como gran lector de Samoilovich y Samoilovich como gran lector en general: de los clásicos y hasta de la actualidad.
«Â¡Lean ahora!», reclamó la crÃtica Nora Catelli desde el público cuando ya llevaban un buen rato hablando; «Â¿Se admiten peticiones?», preguntó Andrés Eherenhaus desde el público también. Y Samoilovich leyó historias alucinantes de tortugas que no se explicaban el interés que tenÃan los hombres por comérselas, se recriminaban estar tan buenas y se lamentaban por no saber a mierda mejor (Las encantadas, Tusquets, 2004); y leyó también este lamento del narrador que le pregunta insistentemente a un hermético coro por la perrita Laika (El despertar de Samoilo, Editorial Adriana Hidalgo) que ahora reproducimos aquÃ:
CORIFEO
Uuú, uuú, el vent en la Stepa.
Uuú, ni una anguila seca
en el fondo del cauce seco,
nada, nada qué comer,
nada de nada desde el comienzo,
desde que Rusia fue fundada, en el 865.
SAMOILO
Uuúu, uuú, aúlla la Stepa
tras mil anios de popes, servidumbre,
knut a los rebeldes,
lux asiático en las cortes y las casas nobiliarias,
y millones consumidos
por el cólera y lambruna tremebunda:
la inmensidad de los bosques y la tundra
no diluye lambruna tremebunda:
los suenios de reforma y revolutio
ganando los salones de buen tono, mas
chocando con los bosques y la tundra
y la extensión de lambruna tremebunda.
¡Ké calient, qué recontra recaliente
staba la olla rusa, ké llena de humito!
Dormir, sonyar, morir ¿qué diferencia ay?
¡Y el Sputnik, con la perrita Laika!
(se detiene en seco y mira alrededor)
¿Qué se fizo de la perrita?
CORO
Reforma o Revolutio
¿qué se fizo?
SAMOILO
No, no, la perrita Laika
¿qué se fizo?
CORO
Laika o Libre
¿qué se fizo?
SAMOILO
¡No, no!
La perrita ¿qué se fizo?
CORO
Los infantes de Aragón
¿qué se fizieron?
SAMOILO
¡Qué infantes ni infantes!
La perrita ¿qué se fizo?
¡Santo ciel, estos barbar mandar la perricholi
al Espaz Galactic con billete de Ida Soli!
¡A orbitar su cadáver en la Noche
sobre nuestras kabezas! ¡Orbitar y orbitar
en la órbita geostacionar
sin nunca posaparar!
Morir, dormir…
¡Su pálido cadáver de perrita
como una nueva loona, la loon morta
de la Moondial Revolutio!
La coletilla de la librera:
“El libro que te habrÃas comprado hoy seguro si hubieras venidoâ€.