Esta mañana los asistentes a la Semana Negra no hablan de literatura, sólo de música. Por lo visto es cierta aquella expresión de que “son malos tiempos para la lÃricaâ€. La ganadora del karaoke de anoche no lo es por méritos propios, sino por desméritos de los demás.
Servidora que, teniendo que entregar la crónica y sabedora de sus limitaciones vocales, no está de resaca, sino que ha quedado para charlar antes de comenzar las actividades en el recinto oficial (no hay rastro de Laura Esquivel). Primero mantuve una interesante charla con Silvia Pérez Trejo, directora de Imagine Ediciones, sobre el estado actual de las pequeñas editoriales (espero a que venga mañana Pablo Mazo, editor de Salto de Página para transcribirle a ustedes las dos entrevistas). Más tarde, mantuve un encuentro con la escritora argentina Gabriela Cabezón, sobre su interesantÃsima novela. Pero, como hoy ha habido tres presentaciones muy interesantes, dejaré también esta entrevista para más adelante.
La primera presentación de hoy es la de La fiesta de Orfeo (Almuzara) del escritor sevillano y subdirector de Cambio 16, Javier Márquez. Lo presenta Miguel Cane que, a mi forma de ver, es lo mejor que te puede pasar en la Semana Negra. Miguel es un tipo que tiene la misma perspicacia que Capote y una inteligencia igual de cultivada, pero, además de todo esto y de ser un escritor muy interesante, es un showman cuando se trata de presentar a otros.
Cane dice de la novela del sevillano:
“es una novela de detectives que no es de detectives, una novela negra muy negra, una novela de miedo que no dejará dormir.
Javier Márquez es un cinéfilo de siempre que sitúa a Peter Cushing como protagonista en su historia y, dÃganme, ¿quién puede resistirse a leer una novela con semejante protagonista?
Londres, 1956. La policÃaa está anonadada porque al norte de Escocia, en un pueblecito de trescientos habitantes, todos aparecen brutalmente asesinados. Asà arranca la novela del joven escritor sevillanoâ€.
En palabras de Márquez: “la novela es un homenaje al cine de terror británico. Cuando empecé a trabajar se empezaron a mezclar las lecturas de Sherlock Holmes, las pelÃculas de la Hammer, algo de John Carpenter, pero también Edward Wallaceâ€.
A partir de aquà empieza un diálogo hilarante (lo más divertido que se ha visto hasta ahora en la Semana Negra) entre Javier Márquez y Miguel Cane:
Miguel Cane: ¿QuerÃas asustar al lector?
Javier Márquez: Bueno…
M.C.: ¡¡¡No mientas!!! ¡¡¡Tú querÃas asustar al lector!!!
J.M.: Si tuviera que adjetivar esta novela dirÃa que es una novela de detective al estilo clásico.
M.C.: ¡Nooo! ¿Clásico? Esta es una novela gótica con tintes de terror. No, usted lo que ha hecho, caballero, es poner el corazón en este libro.
J.M.: El comienzo es ya un homenaje cinematográfico –acierta a decir por fin el autor, rogándole a Cane que le deje acabar un pensamiento ante las carcajadas del público asistente-. Quise seguir uno de los consejos que Hitchcock le da a Truffaut, comenzar de una forma brutal para poder ir bajando.
Verán ustedes, cuando una acude a tantas presentaciones y le cuentan esta novela como lo hicieron Javier Márquez y Miguel Cane, con inteligencia y mucho sentido del humor, y ya le dejan entrever que la historia es mucho más que interesante, tiene visos de ser una GRAN historia, lo menos que puede hacer es echarle un vistazo.
Después de esta presentación llegó la de la novela de Nerea Riesco: El elefante de marfil (Random House Mondadori). Esta presentación devuelve la sobriedad a los actos, pero lo que cuenta Riesco y cómo lo cuenta te hacen preguntarte cómo es capaz de narrar lo que narra y salir indemne.
En la novela hay cuatro generaciones de una misma familia, los Montenegro, que regentan una imprenta. La novela de la autora nacida en Bilbao, criada en Valladolid y que vive desde hace años en Sevilla, ha sido catalogada (maldita manÃa la de este paÃs de etiquetas) de “novela históricaâ€. Da igual lo que diga la autora porque ¿qué sabrá ella de lo que escribe? Nerea Riesco ya dice en la presentación que ella no considera su libro como tal, sino que, según sus palabras, “puede ser una novela de intriga, un thriller…, pero, sobre todo, es una novela de amor, de amor en general, no sólo del románticoâ€.
Para Riesco esta novela supone un paso adelante en su obra porque es mucho más completa. “Aproveché un hecho real para dar paso a la ficción. Cuando la ciudad de Sevilla cae ante las tropas de Alfonso X, el rey musulmán le pide a la hora de firmar la capitulación de la ciudad que la Giralda sea derruida para no tener que vivir, asÃ, el hecho de ver este sÃmbolo del islamismo sevillano bajo las manos de los cristianos. Pero el rey castellano estaba completamente seducido por la Giralda, asà que le dice que por cada piedra que caiga de la Giralda, él matará a un musulmán. “A partir de ahà surge la ficción, cuando imagino que ambos reyes se juegan la ciudad en tres partidas de ajedrez aplazadas en el tiempoâ€, dice Nerea Riesco.
Pero, además, en la novela se recogen una serie de hechos que refuerzan toda la trama: el terremoto del siglo XVIII en Lisboa que asoló Sevilla y provocó un tsunami en Cádiz; la publicación de la totalidad de estos hechos por una imprenta sevillana dirigida ya en ese momento por una mujer, y que, además, es publicada en verso.
La de Riesco tiene pinta de ser una de esas novelas que uno toma a las diez de la noche para leer un rato antes de dormir, y se encuentra sin poder soltarla a las seis de la mañana antes de ir a trabajar.
La tercera de las presentaciones es la del escritor argentino Javier Sinay, Sangre joven (Tusquets, Argentina). Este libro recoge seis asesinatos de jóvenes a manos de otros jóvenes. El libro surge cuando el director de la revista Rolling Stone, donde trabaja Sinay, le encarga un reportaje sobre la muerte de un joven en una pista de baile a manos del novio de la chica a la que la vÃctima querÃa seducir.
Sinay no pudo encontrar, entonces, a la chica que provocó aquel asesinato ni al asesino, pero tiempo después esta se pone en contacto con él para concederle algo de su tiempo, no mucho. A partir de ahà el autor se siente movido a saber qué hace que un joven mate a otro, qué lÃneas comunes hay entre los asesinos.
Sinay se sitúa en la mejor corriente de la novela de investigación. Tanto, que está nominado al premio Rodolfo Walsh. Todo un honor para cualquiera que sea nominado, pero también lo es para el premio contar con alguien de la categorÃa de Javier Sinay.
Carmen Moreno
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