Diálogo con Raúl Herrero desde la venta, por Iván Humanes

Cervantes de perfil. Así le ha dado por titular a Raúl Herrero su última obra de teatro publicada en Libros de Innombrable: Cervantes de perfil o la venta de los milagros, que viene acompañada de El despachito, otra pieza teatral que es una comedia donde el humor negro llega puntual a la cita de trabajo. Y es en la venta, quizás de los milagros, donde Herrero se presta a responder. Nos sentamos en una mesa apartada. No por ello nos libramos de las moscas, ni del pegajoso zumo del alcohol al dar cabida a nuestras nalgas en las sillas. No ha olvidado su  bastón, ni su sombrero.  En un alarde de gratitud me presta su fular azul. Como soy un gentilhombre sé que debo corresponderle y procedemos al intercambio correspondiente de calcetines, zapatos y cinturones. Y es, tras decidir que es mejor la transferencia total de nuestras ropas que un parcial y sesgado cambio, cuando se da el arranque a la entrevista:

Raúl Herrero (foto: Esther Martín Treviño)

–Bien, antes que me pregunte déjeme adivinar… –me dice chupándose un dedo y alzándolo a las vigas de madera, como buscando la inspiración telepática–. Claro, le responderé. Como bien debe suponer Cervantes de perfil es un homenaje a Cervantes. A mí. Y Cervantes, claro, que se sitúa tan lejos del personaje académico apolillado… Y me da que la obra que ahora tiene en sus manos es el esqueleto de una posible obra de arte total.

–….

–Por supuesto, diversos textos de Cervantes se integran en los diálogos. Va una cita de Don Quijote para su interview, cójala: “La del alba sería cuando Don Quijote salió de la venta, tan contento, tan gallardo, tan alborozado por verse ya armado caballero, que el gozo le reventaba por las cinchas del caballo”.

–….

–No, por favor, no me atosigue con preguntas extensas. Acorte. Acote. Le responderé a lo que está pensando –Herrero se estira el chaleco, mi chaleco, que no le viene precisamente holgado y continúa–: Usted, que es tan puntilloso, quiere adivinar qué es lo que ha motivado Cervantes de perfil, qué tradición me persigue. Bien, escuche y tome nota, entrevistador: me sitúo en la tradición tradicionalista y aúrea, y me ceñiré al terreno hispano, de Cervantes a Góngora, a Gómez de la Serna, de La Codorniz de Poncela a Dalí. Mézclelo con estas preferencias: Postista Pánica, Infrarealismo y, para ser más exactos, también realidad vulgarizante o lo que es lo mismo: la tradición que no es tradición ni academia sino pasión y santidad. Tampoco traición.

–….

–Ah, mi querido amigo. Se equivoca, se equivoca. Pida cerveza.

–Posadero, ¡cerveza!

–Pida para usted si quiere, hoy estoy espléndido.

–¡Que sean dos!

–Como le iba diciendo, erra el tiro si cree que… El título de Cervantes de perfil no viene dado por esa fruslería. El título es un homenaje sin argumento a Adolfo de perfil de Antonio Fernández Molina. Apunte, apunte, es un secreto que nadie conoce. Aunque viendo cómo se las gasta usted en sus entrevistas es posible que ya no sea secreto, claro.

–….

–Si no sabe qué preguntar, seguiré. Alucinar es alunizar en la cumbre “Bienvenida sea”. “Soy como el LSD pero sin tomar droga alguna”, dijo Dalí. LSD encarnado y cuántico, ésa es mi meta.

–….

–También me persigue, y por tanto persigue a mi Cervantes de perfil, la tradición cuántica de Alicia en el país de las maravillas. Por citar algo no patrio. Aunque es muy relativo. Lo de que no sea patrio, me refiero. También soy fruto y semilla de la pieza breve y casi desconocida El paseo de Buster Keaton, de Lorca, de Nieva, de Arrabal, y del teatro oculto de Antonio Fernández Molina. De todo ello surge el gusano de mi teatro. ¡Que no se nos olviden estas piezas de carne únicas!

–….

–Déjeme hablar, que sé que espera para estocar mi espalda con alguna pregunta que perturbe el ritmo. En la obra Cervantes de perfil no verá usted únicamente una obra teatral al uso. Es una jornada teatral del Siglo de Oro reinterpretada desde las visiones y antecedentes que ya le he comentado. Así que son tres actos, tres: un ballet, un interludio que es el entremés El retablo de las maravillas de Cervantes, así como insertos musicales. Y si me pregunta por el argumento le diré que en la venta, quizás esta misma en la que estamos ahora, Cervantes pierde su manuscrito Los trabajos de Persiles y Segismunda. Es un sueño de Cervantes en el que Don Juan, Sancho Panza, el Quijote, unos fugados del Gran Turco y más y más personajes se dan cita en la búsqueda y pérdida del manuscrito. Y como cuántico en la obra doy varias opciones, variables vamos, para el salto de escena a escena. Incluso para su interpretación.

–….

–Es el último sueño de Cervantes. Empecé a escribirla hace veinte años. He ido, como bien puede adivinar, madurándola. Y me ayudó la poeta Alicia Silvestre a encauzar ciertas situaciones, sí.

–….

–Claro, ha sido oportuno su pensamiento. Las obras están acompañadas por los figurines diseñados por Esther Martín Treviño para los personajes de ambas piezas. ¡Puro simbolismo! Así que usted tiene todos los elementos para representar la obra en su mollera una y otra vez. Y además puede entrar a visionar la obra una y otra vez. Sin que la productora teatral le cobre nada. Ni la SGAE. Le sirvo en bandeja todo. Todo. Venga, bebamos.

–….

–Ahora que lo dice o quiere decirlo, vamos, deberíamos pedirle al dueño de esta venta ser armados. Quizás el futuro es ser un caballero armado. Teniendo en cuenta la de miserables que andan sueltos por el mundo, y por esos despachitos…

–….

–Veo que es rápido. No esperaba menos. Pues la segunda obra que aguarda en el libro la comencé a escribir en el año 2011, antes de ser despedido… Como tantos de nosotros… Espero que El despachito sirva para señalar y erradicar a los que crean y se ocultan en las cloacas laborales. Ya habrá averiguado usted que ese despachito es como tantos que se quedan despachos tras una “jubilación” de un empleado (y quiero que le ponga comillas a la jubilación pues ya sabe que de jubilación nada, si acaso aniquilación premeditada). En principio un lugar que nadie quiere. Pero, oh, luego la ambición y la partitocracia aniquilan al hombre y pugnan por conseguir esos seis metros cuadrados a toda costa. Sí, con sobres o sin sobres. Hoy en día vale todo. Y, por supuesto, no sucede nada.

–….

–Esto que dice, o quiere decir, pero le ahorro el esfuerzo, ya lo solté en una entrevista anterior, en El rollo higiénico, y voy a citarlo para ahorrarle la búsqueda y así me repito. Si usted me  pregunta dónde están los poetas en estos tiempos, yo le diré: “En mi caso a algunos les gustaría verme con grilletes, porque la inocencia y la independencia se pagan. Los poetas están en el mismo lugar desde la época de Cervantes. Y todavía le diría más, desde la época de Homero. Por cierto Homero y Borges son la misma persona, pero con algunos años de diferencia, por si no se había percatado”.

–….

–Pues si no tiene que preguntarme nada más, ya está. Punto y final. Gracias, querido.

Apuramos la jarra de cerveza. Me gustaría decirle que coincido con Alicia Silvestre cuando al criticar Cervantes de perfil lo califica de esta forma: “Nutrido de poesía y pintura, no podía menos que parir este Cervantes al cubo, cubista-realista más hipermoderno que posmoderno”. Prefiero no hacerlo. Aunque él debe suponerlo,  pues me lo agradece pagando la ronda. Acabamos la entrevista bendiciendo papalmente a las moscas que beben de la mesa. Y decidimos no intercambiarnos de nuevo la ropa. «Que cada uno cargue con sus muertos de tela», pensamos a la vez. Y abandonamos la venta. Los dos sabemos que en verdad es un enorme castillo. Y una vez afuera caemos en que se nos ha olvidado que el posadero nos arme caballeros. Pero coincidimos en lo que ya dijo Alfonso X en Las Partidas: ser armados con burla no puede nunca suponer ser armados en el arte de la caballería. Pero coincidimos en el sentido contrario al de Alfonso: Herrero sólo concibe la burla como forma apropiada para llegar a ser armado a lo Quijote. Miramos hacia atrás. Raúl Herrero comienza a correr y regresa a la venta. Yo prefiero esperarle. Los zapatos del dramaturgo me aprietan demasiado como para asumir excesivos riesgos físicos.

Iván Humanes Bespín
http://ivanhumanes.blogspot.com

Iván Humanes

Iván Humanes (Barcelona, 1976). Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona. En el 2005 publicó el libro "La memoria del laberinto" (Biblioteca CyH), en 2006 el ensayo "Malditos. La biblioteca olvidada" (Grafein Ed.) y en 2007 en la obra "101 coños" (Grafein Ed.). Prepara la publicación de su libro de relatos "Los caníbales" con la editorial Libros del Innombrable y la publicación de la novela "La emboscada" con la editorial coruñesa InÉditor.

6 Comentarios

  1. ¿Pq Humanes sólo entrevista o reseña a sus amigos? ¿No es algo descarado? ¿Y la seriedad de la crítica donde queda?

  2. He leído el libro y me ha parecido estupendo. Si bien la segunda obra, El despachito, me ha recordado a mi propia oficina, tal vez por eso me ha resultado más digerible.

  3. He leído con atención esta reseña y he leído sin despeinarme este libro. Al que desde ahora proclamo como un clásico de estos y otros tiempos. Mi enhorabuena al señor Humanes.

  4. Leo con retraso esta reseña. Curiosamente el libro me vino a la boca hace un lustro. Tanto la reseña como el libro son magníficos. En especial, la obra de teatro sobre Cervantes la utilizamos en mi instituto para trabajar con los alumnos y está dando my buenos resultados.

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