Svetlana Aleksiévich | Foto: CCCB/ Maria Kabakova

Diccionario Aleksiévich

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Svetlana Aleksiévich | Foto: CCCB/ Maria Kabakova
Svetlana Aleksiévich | Foto: CCCB/ Maria Kabakova

La visita de la Premio Nobel Svetlana Aleksiévich al Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, dentro del festival Kosmopolis, ha creado una gran expectación. Con obras como Voces de Chernóbil, El fin del Homo sovieticus o Los muchachos de zinc, la bielorrusa ha conseguido construir un nuevo género de no ficción que convoca a la voz de los olvidados por la historia oficial. En un periodismo que va mucho más allá del dato frío, la autora, que desaparece del relato, trabaja la novela polifónica para que el epicentro esté situado en la confesión del testimonio. Un grito que recoge las huellas del pasado, zarandeando las anestesias del presente y abriendo interrogantes sobre el futuro anunciado. Aquí, siguiendo el rastro de algunas de sus obsesiones, trazamos una suerte de diccionario a partir de la rueda de prensa que ofreció en el CCCB.

AMOR: “Estoy escribiendo un libro sobre el amor. Sobre el consuelo. Cuatro mujeres hablando sobre sus ilusiones e intuiciones”. “Hay dos temas de los que era imposible hablar con las mujeres de la guerra: de Stalin (porque lo querían, y aceptaban el precio de la victoria) y del amor (era una generación muy casta)”.

CAPITALISMO: “La mentalidad rusa niega el capitalismo. No se usa ese término, se dice mercado”. “En la Perestroika nadie pensaba en el capitalismo, pero tampoco nadie sabía cómo construir una sociedad democrática”.

homo_sovietCOMUNISMO: “El comunismo es una utopía que volverá”. “Hay una nostalgia. Los jóvenes discuten sobre la libertad y leen a Trotski otra vez”. “Llevo 30 años escribiendo esta enciclopedia sobre la utopía roja, cómo empezó tan bonito y cómo acabó en un baño de sangre”. “A mí me interesa el socialismo cotidiano”.

CHERNÓBIL: “No es algo del pasado, sino el gran reto del futuro”. “Llevaban armas. El enemigo era invisible”. “Tú no puedes disparar contra la radiación”.

GUERRA: “La guerra es la locura”. “De niña viví en un pueblo muy pequeño y me gustaba mucho, y quería explicar las verdades de las mujeres de allí. Esas mujeres hablaban sobre la guerra”. “Para una mujer la guerra siempre es asesinato”. “Cuando el diario me hacía un encargo, prefería hablar con las mujeres”. “Un hombre siempre busca la justificación”. “Me aterroriza cómo ahora están fomentando todos los instintos más primitivos y la guerra contra los hermanos, los bielorrusos. Fomentan la guerra fratricida. Y lo más horrible es que la gente acepta”.

LIBERTAD: “En los años de la década de los noventa reinaba un romanticismo. Se irán los comunistas y vendrá la libertad, decíamos”. “Llegó la libertad y nadie sabía lo que era. Éramos como niños. No conocíamos nuestro propio país”. “Habíamos idealizado ese mundo”. “Pero veíamos que en las calles de la ciudad cada día mataban a uno. ¡Se estaban repartiendo las riquezas!”. “El poder fue conquistado por los ladrones, por las ratas”. “¿Por qué el sufrimiento no nos ha servido para conseguir la libertad?”.

LITERATURA: “El periodismo trata de la información, la literatura habla del misterio de la vida”. “A la voz literaria se llega por un camino intuitivo”. “Sin polifonía es imposible ver la verdad, es necesario escoger diferentes edades y profesiones”. “La persona no es un documento, cuando narra está creando”. “Para escuchar estas voces hay que liberarse de los prejuicios, extraerse a la presión de nuestros patrones”. “Siempre busco una sorpresa, una persona en estado de shock”. “La gente de la calle me interesa mucho. Es la gente la que es el material de la historia”. “Cada persona es como un cofre que guarda los fragmentos de todo aquello que ha vivido, escuchado y leído. Hay una verdad nueva, que va más allá. Tú has de abrir ese cofre, superando los prejuicios y banalidades”. “Me gustaría leer un libro de la época griega. Escuchar voces de la gente de entonces, allí”.

Debate
Debate

PERESTROIKA: “Yo soy de la generación de la Perestroika, de la generación que ya negaba el comunismo, no la idea, sino su implementación”. “¡No estamos preparados!”. “Nadie tenía planes para construir una socialdemocracia. Ni siquiera Gorbachov”.

PUTIN: “Hay un Putin colectivo. En cada ruso hay un trozo de Putin”. “Putin ha concretado las ilusiones de la gente humillada, porque la gente no sabe quién tiene la culpa y por qué no son capaces de lograr esa libertad”.

RUSIA: “Era un país feudal, no podía ser socialista”. “Desde el primer día se comenzó a matar a los representantes del pueblo”. “¿Por qué un pueblo que ganó una guerra tan cruel como la Segunda Guerra Mundial, cuando es triunfadora, lleva a su gente a Siberia? Son las preguntas que intento contestar, pero no tengo respuestas”. “Rusia no se ha definido aún sobre si es Europa o es Asia. Putin ahora promueve la Eurasia”. “Rusia siempre necesita una súper idea mesiánica. Ahora se trata de salvar el mundo ruso, pero no se sabe de qué, o de salvar Europa, que ven degradada por cuestiones como el matrimonio homosexual”. “En Rusia gobiernan los ladrones, los oligarcas vuelven al poder”.

Berta Ares y Albert Lladó

Berta Ares es Licenciada en Periodismo (UPSA) y Máster en Estudios comparativos de Literatura, Arte y Pensamiento (UPF). Realizó estudios y una investigación de posgrado en Tel Aviv University (TAU), cuyas conclusiones se publicaron en la prestigiosa 'Qesher' que se edita en Tel Aviv y Nueva York. Trabaja en el campo de la comunicación cultural y la comunicación corporativa, y escribe su Tesis doctoral en el Departamento de Humanidades de la UPF. Sus inquietudes literarias se inscriben en el campo de la memoria, el laicismo, la religión, la modernidad y Europa. Albert Lladó (Barcelona, 1980) es licenciado en Filosofía, postgrado en Periodismo de Proximidad y Máster en Literatura, Arte y Pensamiento. Escribe en La Vanguardia, es editor de Revista de Letras, y su último libro publicado es 'La fábrica'. He estrenado 'La mancha en el Teatre Nacional de Catalunya.

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