El peso de la Historia. Michael Leventhal, ed.
Traducción de Rosa Maria Salleras Puig
CrÃtica (Barcelona, 2012)
Una frase no solo representa, muchas veces, una definición, sino, sobre todo, una actitud. De ahà que, en este interesantÃsimo texto que alude, en última instancia, a nuestra condición de seres actuantes (a favor y, sobre todo, en contra de la propia especie) uno de los comentaristas vaya directamente al plano personal para recoger una frase de alguien que sà contó decisivamente en el transcurso de los acontecimientos mundiales. Eso que se llama también el devenir de la Historia.
Henry Kissinger, el responsable de la frase a que se alude, manifestó un dÃa: “Cuando enseñaba, tenÃa la tendencia a pensar que la historia estaba regida por fuerzas impersonales. Pero, cuando la ves en la práctica, puedes darte cuenta de cómo cambia todo a causa de la personalidad de sus participantesâ€. A lo que, oportunamente, sin duda, responde el comentarista Walter Isaacson: “Kissinger hizo esta declaración en el curso de una rueda de prensa durante uno de sus viajes diplomáticos a Oriente Medio en enero de 1974. Estaba hablando de Anuar el Sadat, de Golda Meyer y de otros, aunque, tal vez de forma inconsciente, también lo hiciera de sà mismoâ€.
¿De una forma inconsciente? O no tanto. Quien ha conocido lo extremadamente esquivo de aquello que haya de definirse como realidad desde cerca, sabe que la implicación personal de cuanto diga le serÃa aplicable. El hombre, sus pasiones y sus intereses (y pasión e interés suelen ir, más o menos veladamente, de la mano) conoce las truculencias de los comportamientos, de las frases hechas, de las verdades y las mentiras.
Por eso estoy por darle la razón, en este texto, a Alan Bennett que, aludiendo a otro crÃtico, y en una postura entre ácrata y muy inteligente, avala un comentario, a mi entender, nada desencaminado: “Mi única cita serÃa la observación de Rudge en The History Boys: ‘La historia (con minúscula) no es más que una puta cosa tras otra’. Pronunciada en primer lugar, creo, por sir Herbert Butterfield tal vez como ‘una maldita cosa tras otra’, o como ‘una puñetera cosas tras otra’â€.
Y el lector sabrá apreciar el aserto, sin duda. ¡Ah!, los gráficos que acompañan al texto son simpáticos, inteligentes y oportunos. Y todo ayuda.
Ricardo MartÃnez
www.ricardomartinez-conde.es
Tierra !!!!!!!!!!!
Ese la frase-palabra más famosa de la historÃa pronunciada por Rodrigo de Triana al ver tierra por primera vez en el Nuevo Mundo en 1492. Todos sabemos todos lo que supuso para la historia dicho descubrimiento.